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Educación propone aumentar la duración de los exámenes de Selectividad hasta pasar al nuevo modelo en 2027

El Ministerio de Educación avanza en su redefinición de la Selectividad. El departamento que dirige Pilar Alegría ha elaborado un borrador de Real Decreto en el que define cómo será el examen transitorio mientras se instaura la prueba definitiva, que arrancará en el curso 2027-2028. El texto propone que los exámenes de la prueba de acceso a la Universidad duren 15 minutos más que actualmente (de 90 a 105 minutos) y que también establece que se crearán criterios de corrección comunes para ahondar en una cierta homogeneización del sistema, tal y como ha adelantado El País y confirmado este diario.

“El progresivo enfoque competencial de la Prueba de Acceso a la Universidad supondrá un avance en la línea de una mayor homologación y equilibrio entre los ejercicios planteados, para asegurar que sean efectivamente equiparables entre los distintos territorios”, explica Educación en el borrador de Real Decreto. La equiparación entre las diferentes pruebas que se celebran en las comunidades autónomas –responsables últimas del diseño del examen– es una de las exigencias que ha realizado el PP al ministerio para apoyar el cambio en el examen. La negativa tajante del Gobierno a implantar una prueba única, que alega que es imposible teniendo cada autonomía un currículo diferente (solo el 45% es común a toda España), ha llevado a los populares a levantarse de las mesas que están diseñando los cambios en la Selectividad.

La reforma educativa que está llevando a cabo el Gobierno con la actualización de las leyes educativa, ya aprobada hace dos años, y universitaria, actualmente en trámite parlamentario, se complementa con un cambio en la prueba que une ambas etapas. En consonancia con la Lomloe, la nueva Selectividad (que recibe diferentes nombres en cada comunidad, principalmente Evau o Ebau) tendrá un enfoque más competencial.

El nuevo borrador de RD –que estará vigente durante tres cursos– define un poco más los cambios que propone Educación. El ministerio señala que la nueva prueba –que se iba a implantar en el curso 2026-2027 pero se ha retrasado un año– mantendrá la estructura de la anterior, con el mismo número de exámenes pero más tiempo para hacerlo. La propuesta del gobierno mantiene la fase de acceso, con los exámenes de las materias comunes y de modalidad (Lengua y Literatura, Lengua Extranjera II, una asignatura obligatoria de la modalidad de Bachillerato escogida por el alumno y un examen a elegir entre Historia de España o Historia de la Filosofía más la lengua cooficial allí donde la haya) y una nota de 0 a 10, más una segunda fase, de admisión (para subir nota), en la que el alumnado que se presente se examinará de “al menos” dos ejercicios a elegir entre las asignaturas de modalidad, Lengua extranjera, Historia de España o Historia de la Filosofía y que puntúa de 10 a 14.

Para ambos casos, esta es una de las principales novedades del texto presentado, se sube la duración de las pruebas de 90 a 105 minutos porque, explica el ministerio, “se tiene en cuenta la lectura del ejercicio, su análisis y producción”, en una referencia al modelo competencial que se implementará, aunque en esta fase transitoria será de manera parcial.

Otra novedad del decreto es que el ministerio va a fijar unos criterios mínimos para avanzar hacia una cierta homogeneidad en la prueba. Para ello, dice el texto, se acordarán unos mínimos comunes: “La Conferencia Sectorial de Educación y la Conferencia General de Política Universitaria establecerán procedimientos de coordinación entre las distintas administraciones educativas destinados a homogeneizar la estructura general de la prueba, así como los ejercicios y los criterios de evaluación de las distintas materias objeto de examen, con el fin de garantizar su claridad y objetividad, asegurando su equiparación entre los distintos territorios”, explicita el punto 3 del artículo 4 del borrador.

También se pretende dar mayor cohesión a la calificación dentro de cada comunidad autónoma, que no varíen mucho entre los diferentes tribunales. De ello se encargarán las comisiones organizadoras de la prueba, que entre competencias tendrán la “los criterios generales de evaluación de los ejercicios”, “los criterios de organización, la estructura básica de los ejercicios y los criterios generales de calificación” y elaborar “una guía de calificación de cada ejercicio. La guía incluirá necesariamente, la ponderación de cada una de las preguntas, así como los instrumentos de evaluación que se consideren necesarios para valorar objetivamente las posibles respuestas dadas por el alumnado”.