La educación lo es todo y, en estos tiempos de desigualdad, la mejor herramienta para la justicia social. Te contamos cada martes desde las políticas nacionales del Gobierno hasta las pequeñas historias del último rincón del país, con especial atención a la pública como garante de la igualdad de oportunidades.
Cuando la administración te empuja a la escuela privada
Como sabéis quienes estáis interesados en este mundillo, cada cierto tiempo salen informes llenos de estadísticas sobre el sistema educativo español. Y entre los elementos que antes vamos a mirar los periodistas están el número de jóvenes sin la secundaria o los ninis que hay en el país, dos aspectos en los que España destaca para mal históricamente.
Antes de seguir: los llamados ninis, ya sabéis, son esos jóvenes que ni estudian ni trabajan. Es un término que os animo a no usar por despectivo, porque obvia los motivos que pueden llevar a alguien a caer en esa situación y pone la carga sobre esa persona, como si fuera siempre su decisión. Hubo un tiempo en el que éramos campeones en esa estadística, cuando estalló la burbuja del ladrillo y todos esos jóvenes que dejaron los estudios porque había dinero fácil en la obra se quedaron de un día para otro sin obra y posibilidad de estudiar porque no tenían ni la secundaria.
El caso es que les pedimos a nuestros jóvenes que estudien, que se formen, pero luego no les dejamos. Ni les damos la oportunidad. Todo esto pensaba la semana pasada mientras escribía que unas 50.000 personas se han quedado sin plaza en la red pública de Formación Profesional de la Comunidad de Madrid, y después cuando hablamos con algunos de ellos y nos explicaron su frustración.
Cuando te quedas sin plaza en la pública básicamente tienes tres opciones: te vas a la privada, te quedas en tu casa o te buscas un trabajo. La privada ni siquiera es una opción para muchas familias: son entre 2.000 y 4.000 euros anuales, según el centro, en un país donde el salario más habitual son 14.586 euros anuales. Ya solo quedan dos: quedarte en casa o buscar un trabajo, opción esta última que para alguien con la Secundaria como mucho, el lugar habitual desde el que se va a la FP, no parece la panacea.
Son pocas las comunidades autónomas que satisfacen la demanda de plazas en la red pública. Aunque las reinas (un año más) son Madrid y Catalunya, en este reportaje incluimos gente que se ha quedado fuera en Asturias, Zaragoza o Jaén. La consecuencia normal de que no haya oferta pública es, por supuesto, que la privada se tire al negocio. En el artículo puedes consultar cuánto ha subido la oferta privada en tu comunidad y cuánto (menos) lo ha hecho en la pública.
También los hay que precisamente por no quedarse un año parados se apuntan a un Bachillerato, como nos contaba Andrea. En esos casos es casi peor (no por Andrea, claro, que hace lo que puede): hay alguien ocupando una plaza de algo que no quería estudiar y otra persona que no puede acceder tampoco a ese hueco en el Bachillerato.
El problema está más que detectado por las comunidades, se sucede desde hace unos años sin que haya visos de que se arregle. Lo que no se entiende tanto es que luego cuando salen los informes nos echemos las manos a la cabeza porque España sea cabeza europea en abandono temprano o ninis. Prácticamente les estamos empujando a ello.
Esta semana también hemos hablado de...
El profesor que mandaba mensajes homófobos y acabó necesitando escolta. Ha ocurrido en la universidad pública vasca. Trascendieron mensajes suyos en redes sociales enalteciendo el franquismo y con contenido sexista y homófobo, y el profesor tuvo que pedir escolta después de que un grupo de personas no le permitiera salir del aula.
Universidad gratis en Asturias. Pero para quien no pueda pagarla, según anunció el presidente Barbón. Falta determinar hasta qué nivel de renta no se pagará. Un anticipo: para los estudiantes de Ciencias que aprueben un 65% de los créditos, el siguiente curso saldrá a cero euros.
Las 'guerras de la lengua' en la escuela. Ya sabéis, estas batallas entre grupos ideológicos por el uso o no de las lenguas cooficiales en clase. Con doble capítulo esta vez. La semana empezó con el Consejo de Europa advirtiendo del “deterioro” que padecen el valenciano y el catalán debido a las políticas de los gobiernos del PP en Comunitat Valenciana y Balears. "Es preocupante" que se imponga un 25% de catalán en la escuela, sostiene este organismo.
En Galicia, la Real Academia Galega ha exigido a la Xunta que levante las limitaciones a la enseñanza en lengua gallega que estableció en 2010 Feijóo, recortando la presencia de la lengua gallega en la escuela por primera vez desde el franquismo.
Vuelven las mareas. Recordaréis que a principios de curso hablamos de que se venía un otoño de protestas. Pues ya están en marcha en Andalucía, la Comunitat Valenciana, Navarra y Madrid.
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¿Habemus nueva Selectividad? Quizá hayas leído que la nueva Ebau será de tal manera o incluso que ya hay fechas para que se celebre. No hay nada definitivo aún. Lo que ha trascendido es una propuesta de la CRUE, la conferencia de rectores, que son solo una parte interesada en el proceso. Una parte importante, claro, pero solo una. Las decisiones finales las toman las comunidades autónomas y de momento solo Galicia ha filtrado algún documento oficial.
¿A por las tablets? Lograda –guste más o menos– la prohibición de los móviles en las escuelas, hay familias que suben la apuesta. El objetivo ahora son las tablets. ¡Muera la tecnología en la escuela!, parecen decir. Así, sin matices.
Cambiarle el nombre al colegio para seguir haciendo trampas. El colegio privado Gaztelueta de Leioa –el más conocido de los del Opus Dei en Euskadi por el caso de agresión sexual a un estudiante– se ha valido de un subterfugio jurídico para mantener el veto a mujeres en sus aulas y, a la vez, no perder las ayudas públicas del concierto educativo en Infantil y Primaria, prohibidas por ley para los centros que segregan. Y lo hace con la aquiescencia del Gobierno vasco. Aquí los detalles.
Como sabéis quienes estáis interesados en este mundillo, cada cierto tiempo salen informes llenos de estadísticas sobre el sistema educativo español. Y entre los elementos que antes vamos a mirar los periodistas están el número de jóvenes sin la secundaria o los ninis que hay en el país, dos aspectos en los que España destaca para mal históricamente.
Antes de seguir: los llamados ninis, ya sabéis, son esos jóvenes que ni estudian ni trabajan. Es un término que os animo a no usar por despectivo, porque obvia los motivos que pueden llevar a alguien a caer en esa situación y pone la carga sobre esa persona, como si fuera siempre su decisión. Hubo un tiempo en el que éramos campeones en esa estadística, cuando estalló la burbuja del ladrillo y todos esos jóvenes que dejaron los estudios porque había dinero fácil en la obra se quedaron de un día para otro sin obra y posibilidad de estudiar porque no tenían ni la secundaria.