La educación lo es todo y, en estos tiempos de desigualdad, la mejor herramienta para la justicia social. Te contamos cada martes desde las políticas nacionales del Gobierno hasta las pequeñas historias del último rincón del país, con especial atención a la pública como garante de la igualdad de oportunidades.
¿Faltan profesores? Rebajamos requisitos para dar clase
Nunca hubo más profesores en España, y sin embargo faltan. Institutos y centros de FP, sobre todo, tienen unas carencias de personal en determinadas áreas que van más allá de la preocupación: son un problema grave, según nos cuentan trabajadores del sector. Matemáticas en la ESO y Electricidad y electrónica e Informática en la Formación Profesional están entre las especialidades más afectadas. Hacen falta tantos docentes que en algunas clases se prevé que el alumnado esté sin profesor meses, como ya sucedió el año pasado.
¿Cómo están afrontando el problema las comunidades autónomas? Pues en muchos casos “flexibilizando” –ese eufemismo– los requisitos que son obligatorios por ley para dar clase (léase el máster del profesorado). En la Comunitat Valenciana ya hay una bolsa para este perfil. Pero esta solución genera otros problemas: se está poniendo a impartir clase a gente sin formación alguna en didáctica o pedagogía. Gente que puede saber mucho de su tema, pero no necesariamente de dar clase.
A partir de ahí, el debate: ¿puede (debe) dar clase alguien que no sabe, en teoría, cómo enseñar? Luis García, director de una asociación de centros de FP, donde la escasez es mayor, tiene claro que en su caso, donde hace falta un conocimiento experto muy elevado por ejemplo en el uso de cierta maquinaria, sí. En la Secundaria, más académica, hay más dudas.
Pensando en el medio plazo, una solución más estructural que poner a dar clase a casi cualquiera que tenga una carrera es compleja. Parte de las causas que han provocado este problema son ajenas a la educación. Con los profes de Matemáticas, por ejemplo, sucede que en los últimos años el sector privado se está peleando por estos profesionales para trabajos relacionados con la IA, algoritmos, etc. Y los institutos no pueden competir en condiciones con lo que puede ofrecer una empresa, lamentan los directores. En Informática, lo mismo.
Otros profesores cuentan que tampoco ayuda que el ambiente en los centros educativos está cada vez peor. Que ya no es solo una cuestión de condiciones económicas: el profesorado huye de los centros ante los problemas de disciplina y otras malas condiciones profesionales, como las altas ratios, horas lectivas, la burocracia aplastante... La profesión no invita, vaya.
Aquí te dejo el enlace del artículo en el que hablamos de todo esto con mayor profundidad.
Esta semana también hemos hablado de...
Madrid abandona la jornada continua. Ayuso se desmarcó durante el debate del estado de la región con una propuesta como poco polémica: todos los nuevos colegios de Madrid tendrán jornada partida obligatoriamente a partir de ahora. También tratarán de llevarla al resto de centros. La decisión es polémica porque va contra la política habitual de los centros, que tienden a elegir la continua, y va contra la preferencia del profesorado. Por lo demás, el debate entre una jornada y otra es recurrente y tiende a enfocarse desde la experiencia personal: “Pues yo creo...”. Nosotros hemos intentado salir de ahí y hemos recopilado en este artículo lo que dice la investigación sobre el tema. Soy consciente de que el tema toca fibras, pero si eres partidario de la continua no te va a gustar.
La imposible conciliación durante la adaptación escolar. Los que tenéis hijos pequeños lo sabéis. Septiembre es ese complicado mes del año en el que los niños empiezan el colegio –un pequeño alivio pero hasta cierta edad lo hacen progresivamente. Un sudoku para los progenitores, que navegan esos días como pueden, en muchos casos tirando de vacaciones. Lo que muchos no saben es que existe un permiso, no remunerado, específicamente para esto. O no lo saben o no lo quieren usar precisamente porque no está remunerado. Pero eso debe cambiar pronto: la UE ha advertido de que la menos deberían abonarse la mitad de los días. Hablando del tema, The Conversation se pregunta esta semana si es necesaria esta adaptación que, recuerdo, antes no existía ni está regulada en ningún sitio. Aquí la reflexión.
Acoso LGTB en las aulas: lo habitual es que el centro lo ignore. Eso dicen los propios acosados en una encuesta de la Federación Estatal LGTBI+. Los datos son para al menos darle una vuelta al tema: una de cada cuatro personas del colectivo ha sufrido acoso y en el 64% de los casos el centro no hizo nada al respecto. Las agresiones, explican los afectados, suceden sobre todo en la ESO. Aquí puedes leer el artículo, con más datos de la encuesta y contexto para entender mejor qué está pasando.
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Caos con la lista de espera universitaria en Andalucía. El arranque del curso está siendo una pesadilla para cientos de estudiantes andaluces. En julio, fueron excluidos de las listas de espera de los grados de manera errónea, y ahora muchos de ellos ven cómo hay gente por encima con menos notas que ellos. Una estudiantes resume lo incierto de su situación: “¿Me voy a Huelva donde estoy matriculada o espero a la de Jaén, que estoy en posición 23 y parece que tengo posibilidades? Pero, ¿mi posición es real? ¿Me quedo en Granada, que es mi ciudad? No, porque estoy muy lejana, la 150. Pero, ¿esa es realmente mi posición cuando sé que hay gente con menos nota delante de mí?”.
Primeras protestas del curso en la calle. Acaba de empezar el año escolar y, como os contamos hace un par de semanas, ya hay manifestaciones en la calle. Con más o menos éxito, al menos las comunidades educativas de Madrid y Castilla-La Mancha ya han sacado las pancartas reivindicando mejores condiciones y más inversión en la escuela pública. Aragón y Galicia también anuncian movilizaciones. Se prevé un curso agitado.
Nunca hubo más profesores en España, y sin embargo faltan. Institutos y centros de FP, sobre todo, tienen unas carencias de personal en determinadas áreas que van más allá de la preocupación: son un problema grave, según nos cuentan trabajadores del sector. Matemáticas en la ESO y Electricidad y electrónica e Informática en la Formación Profesional están entre las especialidades más afectadas. Hacen falta tantos docentes que en algunas clases se prevé que el alumnado esté sin profesor meses, como ya sucedió el año pasado.
¿Cómo están afrontando el problema las comunidades autónomas? Pues en muchos casos “flexibilizando” –ese eufemismo– los requisitos que son obligatorios por ley para dar clase (léase el máster del profesorado). En la Comunitat Valenciana ya hay una bolsa para este perfil. Pero esta solución genera otros problemas: se está poniendo a impartir clase a gente sin formación alguna en didáctica o pedagogía. Gente que puede saber mucho de su tema, pero no necesariamente de dar clase.