La Fiscalía ha recurrido el archivo de una denuncia contra 'El Jueves' por un chiste sobre la Guardia Civil. El 14 de marzo el juzgado de instrucción número 27 de Barcelona sobreseyó una denuncia del Ministerio Público contra la editora de la revista El Jueves, RBA Holding, y los creadores de un chiste sobre la Guardia Civil. La viñeta, titulada Los juguetes de la Guardia Civil, fue escrita por el exteniente Luis Gonzalo Segura, dibujada por Juan José Cuerda y publicada en mayo de 2017.
El magistrado decidió archivar este procedimiento amparándose en la reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que condenó a España y que determinó que quemar fotos de los reyes es libertad de expresión.
Sobre estos hechos el magistrado recordó en el auto que “un acto de este tipo debe interpretarse como la expresión simbólica de insatisfacción y protesta”. Sin embargo, la Fiscalía no está de acuerdo con esta decisión y el 26 de marzo presentó un recurso para que se revoque esta actuación y se siga adelante con el procedimiento.
Expresiones “descalificativas sin más”
“Entendemos que decir que la cúpula de la Guardia Civil está compuesta de gran cantidad de psicópatas y fascistas no está amparado en la libertad de expresión ni en el derecho a la información por tratarse de expresiones claramente atentarorias y descalificativas sin más, totalmente gratuitas y que nada aportan a la información que se pretende dar, por lo que merecen un reproche penal”, suscribe el fiscal en la providencia a la que ha tenido acceso eldiario.es.
En la viñeta se parodiaba a un alto cargo de la Guardia Civil comiéndose el cerebro de un agente raso. Le acompañaba un texto, del que la Fiscalía ha extraído unos párrafos en los que Segura calificó a los agentes como psicópatas y fascistas, aludió al elevado número de suicidios en la Benemérita y aseguró que si fuese por los altos mandos de la Guardia Civil azotarían a un agente “hasta que la Pasión de Mel Gibson quedase al nivel de una canción de Karina”.
El Ministerio Público considera que tanto estas expresiones como las imágenes que le acompañan son constitutivas de un delito de contra las instituciones del Estado “aunque sea de carácter satírico como lo es la revista El Jueves”. La Fiscalía mantiene esta postura a diferencia del magistrado que archivó la denuncia recordando que esta publicación “se define a si misma como satírica y crítica”.
Enmarcadas en la “denuncia social”
El magistrado defendió el sobreseimiento reseñando que “los diversos relatos hayan de entenderse en el contexto de denuncia social” y que el mensaje lanzado estaba “enmarcado en los derechos constitucionales de libertad de expresión e información”.
“No obstante, existen dos expresiones pronunciadas en el escrito a las que no puede dotarse de la anterior protección”, continuó indicando en el auto sobre la calificación a los agentes de “psicópatas y fascistas”. En el auto destacó la intencionalidad de “denuncia social” de estos descalificativos para reseñar que debido a esa actitud no constituye un delito de injurias.
El autor del texto, Luis Gonzalo Segura, ha respondido al recurso de la Fiscalía indicando que resulta “muy excesiva” la interpretación que ha realizado sobre el artículo publicado en mayo. Y que los párrafos citados han sido sacados de cotexto. Además, recuerda que los comentarios recogidos en el texto no son una primicia – apunta su defensa – “ya se han vertido en libros”, televisión y programas de radio.
En noviembre, según la documentación a la que ha tenido acceso eldiario.es, la Fiscalía presentó una denuncia por un delito contra las instituciones del Estado, en su modalidad de injurias graves a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
En julio el gabinete técnico de la Guardia Civil envió a la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid esta viñeta al considerar que era “ofensiva” para esa institución y que podía incurrir en un presunto delito contra las instituciones del Estado
“Expresión de insatisfacción”
En el auto, emitido un día después del fallo europeo, el magistrado se refiere a la quema de la foto de los reyes y recuerda que “un acto de este tipo debe interpretarse como la expresión simbólica de insatisfacción y protesta”. “La inclusión en el delito de odio de un acto que, como como el alegado en este caso a los solicitantes, es la expresión simbólica del rechazo y la crítica política de una institución”, indica el juzgado de instrucción catalán, “implicaría una interpretación demasiado amplia de la excepción permitida por la jurisprudencia del tribunal, que podría socavar el pluralismo, la tolerancia”.