La Haya, 15 jul (EFE).- La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) urgió hoy a acelerar la vacunación completa de los ciudadanos europeos y no alargar más allá del mínimo recomendado el intervalo entre la primera y segunda dosis, para frenar la “rápida propagación” de la variante delta del coronavirus en la Unión Europea (UE).
“Las cuatro vacunas autorizadas en la UE (Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen) ofrecen una alta protección contra todas las variantes que están circulando, sobre todo contra una enfermedad grave y la hospitalización. Pero datos preliminares sugieren que las dos dosis de la vacuna (excepto la monodisis Janssen) son necesarias para ofrecer una protección adecuada contra la variante delta”, advirtió Marco Cavaleri, jefe de estrategia de Vacunas de la EMA.
Esto hace “aún más importante” que los ciudadanos “completen el ciclo de su vacunación lo antes posible” y que se “acerque el intervalo entre las dosis al más corto que se ha recomendado”, aunque reiteró que “todavía es pronto para determinar la necesidad de una vacuna adaptada con una composición diferente para abordar las variantes emergentes” o de una tercera dosis de refuerzo.
Una fuente del regulador europeo señaló a Efe que en este momento “aún no hay suficientes datos de las campañas de vacunación y los estudios en curso para entender cuánto tiempo durará” realmente la protección de las vacunas disponibles contra la covid-19, lo que hace que sea “demasiado pronto” hablar de la necesidad de una tercera dosis.
Durante su última rueda de prensa virtual antes de verano para informar de sus últimas actividades en relación a la pandemia, el regulador europeo recordó también que no está evaluado la versión de la vacuna de AstraZeneca denominada Covishield, producida por el Instituto Serum de la India, porque, hasta la fecha, no ha recibido una solicitud formal de la farmacéutica para analizar los datos sobre la seguridad, eficacia y calidad de esta vacuna.
La EMA también confirmó hoy que prevé finalizar a finales de la próxima semana su análisis sobre la posible ampliación de la licencia de la vacuna de Moderna (o Spikevax, como nombre comercial) a los jóvenes de entre 12 y 17 años.
Pfizer/BioNTech logró a finales de mayo la extensión de su licencia a los adolescentes, convirtiéndose en la primera vacuna de la covid-19 en empezar a usarse en menores de edad en la Unión Europea (UE).
Cavalerí también subrayó que el comité de seguridad (PRAC) concluyó que cuadros de miocarditis o pericarditis “pueden ocurrir en casos muy raros” después de la vacunación con preparados basados en ARNm, Pfizer/BioNTech y Moderna.
La miocarditis es una inflamación del músculo cardiaco, y la pericarditis es una inflamación de la membrana alrededor del corazón, y los síntomas de estas afecciones inflamatorias pueden variar, aunque a menudo incluyen dificultades para respirar, latidos cardíacos fuertes que pueden ser irregulares (palpitaciones) y dolor de pecho.
Estos dos síntomas se incluirán a partir de ahora en la información del producto, junto a una advertencia para concienciar a los profesionales de la salud y los pacientes que reciben estas vacunas y vigilen este efecto adverso inusual.
De un total de 177 millones de dosis de Pfizer y 20 millones de Moderna administradas en el Espacio Económico Europeo (EEA) -los 27 de la UE, además de Islandia, Liechtenstein y Noruega- hasta el 31 de mayo, el PRAC analizó 145 casos de miocarditis y 138 de pericarditis en personas que recibieron Pfizer, así como 19 de miocarditis y 19 de pericarditis con Moderna.
Además, la EMA subrayó este jueves que, dado el aumento de noticias falsas con relación a las vacunas, mantendrá actualizados los informes de seguridad mensuales para todos los preparados autorizados en la UE, que “describen los presuntos efectos secundarios observados después del uso de una vacuna de la covid-19” y que pueden ser consultados por los ciudadanos en su página web.
“El hecho de que alguien haya tenido un problema médico o haya muerto después de la vacunación no significa necesariamente que la muerte haya sido causada por la vacuna. Otras razones que pudieron influir podrían ser, por ejemplo, problemas de salud subyacentes o emergentes no relacionados con la vacunación”, explicó.
Imane Rachidi