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España llega un año tarde a la encuesta europea más importante por el retraso del Gobierno en pagar una cuota

España llega un año tarde a la encuesta europea más importante por las reticencias del CIS a pagar una cuota

Teguayco Pinto

A finales del pasado mes de octubre, se publicaron los primeros resultados de la Encuesta Social Europea (ESS, por sus siglas en inglés) y en ellos no figura España, a pesar de que el pasado año el Ministerio de Ciencia se comprometió a participar en esta encuesta. El motivo, según ha asegurado a través de redes sociales el director internacional de la ESS, el profesor de la Universidad de la City de Londres, Rory Fitzgerald, es que las autoridades españolas aún no han abonado la cuota y ha advertido de que si no lo hacen antes de que termine el año, España quedará fuera de la macroencuesta.

Tras la publicación de esta advertencia, varios investigadores españoles mostraron su preocupación en redes sociales, una situación ante la que terció la responsable del gabinete de prensa del Ministerio de Ciencia, Imma Aguilar, asegurando que el trámite para el pago de la cuota ya estaba en marcha, algo que ha ratificado hoy, 22 de noviembre, el Consejo de Ministros. Según ha anunciado la Ministra de Educación, Isabel Celaá, el Consejo ha aprobado el pago de la contribución voluntaria al Consorcio de Infraestructura de Investigación Europea para la participación de España en la 9ª edición de la Encuesta Social Europea, por importe de 270.489 euros.

En conversación con eldiario.es, Fitzgerald ha asegurado que ya han alcanzado un acuerdo con el CIS para que “los datos y toda la documentación se entreguen al archivo de la ESS a finales de enero de 2020”, por lo que los resultados de España “se incluirán en la segunda publicación, que deberá realizarse a finales de mayo de 2020, siempre y cuando –vuelve a advertir– la cuota se pague a tiempo”.

Más de un año de retraso

Los problemas de la participación de España en la ESS se dieron a conocer hace un año, cuando varios investigadores alertaron de que, por primera vez en los más de 15 años de historia de esta encuesta y tras haber participado en las ocho rondas anteriores, España no aparecía entre los países de la novena edición. Sin embargo, en diciembre del pasado año, el Ministerio de Ciencia se comprometió a pagar la cuota de los dos próximos años, a pesar de que es competencia del CIS, que ya contaba con el presupuesto asignado.

Según varios investigadores entrevistados por eldiario.es el pasado año, una de las fortalezas de este tipo de encuestas se encuentra en el hecho de que se pueden hacer comparaciones directas entre países, puesto que los datos se suelen recoger prácticamente de forma simultánea en todos ellos, por lo que el retraso de España, tanto en el pago de la cuota, como en el inicio del trabajo de campo, puede repercutir en la utilidad de los datos recogidos.

“El hecho de que la recogida de datos no se haya hecho de forma más o menos simultánea con otros países plantea una serie complicaciones metodológicas”, explica a eldiario.es el presidente del comité español de la ESS, el catedrático de la Universidad Pompeu Fabra, Mariano Torcal, “ya que algunos de los datos de España no serán comparables con el del resto de los países de nuestro entorno, porque el contexto internacional ha cambiado”.

A pesar de ello, Torcal considera que el retraso “no es grave” y recuerda que es algo que ya ha pasado en anteriores ocasiones con otros países. De hecho, según ha confirmado el director de la ESS, este año España no ha sido el único país en retrasarse, ya que Croacia, Islandia, Letonia, Lituania y Eslovaquia tampoco han presentado los datos para esta primera publicación.

Aunque para el director de la ESS el retraso es también “preocupante”, ya que “aumenta la posibilidad de un impacto derivado de un cambio de contexto”, Fitzgerald aclara que “en general, la ESS cubre temas que no están sujetos a cambios a muy corto plazo”, por lo que las posibles diferencias en la realización del trabajo de campo probablemente no sean un problema demasiado grave. “Nuestro objetivo es medir los cambios en el clima en lugar de los cambios en el tiempo”, explica Fitzgerald.

Más allá de los retrasos, Torcal asegura estar preocupado por si no se destinan suficientes recursos para desarrollar el trabajo de campo, que es “muy complejo”. “En las ediciones anteriores había una infraestructura que se ha ido desmantelando y espero que eso no suponga un problema para que el CIS pueda desarrollar el trabajo en el tiempo requerido”.

Desde el CIS, sin embargo, han asegurado a eldiario.es que disponen de “recursos humanos y tecnológicos suficientes para enviar los datos en tiempo y forma, antes del 31 de enero 2020”. Además, han asegurado que están en “permanente contacto” con los responsables de la ESS y que llevan trabajando en la preparación de la encuesta desde antes del verano, aunque el trabajo de campo no comenzó hasta el pasado 7 de noviembre.

España sin derecho a voto en la ESS

El presidente del comité español también pide que España cambie su estatus de país invitado y pase a ser miembro de pleno derecho de la formación, lo que implicaría un compromiso a medio plazo y daría más fuerza a la representación española, algo especialmente relevante en un momento en el que, según Torcal, “se están produciendo cambios importantes” dentro de la ESS. “No tiene sentido que España no solicite su entrada, ya que ahora mismo no tenemos derecho a voto”, afirma este investigador.

Torcal asegura que dentro de la colaboración se están tomando decisiones importantes de las que España no es partícipe, no solo desde el punto de vista metodológico, sino también de reparto de infraestructuras. “Haya Brexit duro o blando, la sede de la ESS no puede seguir en Londres y ahora se está estudiando la posibilidad de reubicar fondos e infraestructuras por toda Europa y si España no es miembro de pleno de derecho no podrá jugar sus bazas para que algunas de estas infraestructuras vengan aquí”.

Fitzgerald, por su parte, también se ha mostrado partidario de la inclusión de España como miembro de la ESS y ha asegurado que animará a los científicos y las agencias financiadoras españolas a que soliciten su adhesión a la Ronda 10 “tan pronto como sea posible” a lo largo del próximo año. “Ha llegado el momento de que España se convierta en miembro de la ESS y de que los académicos españoles desempeñen plenamente su papel en la infraestructura”.

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