El anuncio de condones que aplauden los expertos en infecciones de transmisión sexual
“Deportista, carismático, seguro de sí mismo... y tiene clamidia, pero no lo sabe”. Es la descripción que una conocida marca de preservativos hace de Pablo, un joven que lleva unas semanas apareciendo en televisión. También tienen la versión del anuncio con Clara, Hugo y Julia; todos cumplen con los cánones de belleza, no aparentan estar enfermos... y todos tienen una infección de transmisión sexual que desconocen.
Enfermedades como la clamidia, la gonorrea o la sífilis han experimentado un repunte continuo en la última década que los expertos atribuyen a diversos factores, entre los que se encuentra un uso más relajado del preservativo.
Las marcas han notado ese descenso y, como reconoce Ana Oller, responsable de marketing de Durex, esto les ha llevado a cambiar su estrategia de comunicación, que “ha pasado a estar 100% enfocada en comunicar que el preservativo es el único método que previene el contagio de ETS” y no, como ocurría tradicionalmente, a prevenir embarazos no deseados. La médica internista María Jesús Barberá, coordinadora de la unidad de Infecciones de Transmisión Sexual de Vall d’Hebrón-Drassaness de Barcelona, comenta esta campaña en positivo: “Me parece excelente que se haya puesto ahí el acento. A veces solo se habla de anticoncepción y se olvida que el preservativo es el único método que, además, protege de ITS”.
Según la primera encuesta sobre anticoncepción a nivel estatal, elaborada por la Sociedad Española de Contracepción en 2014, un 72,7% de mujeres utiliza algún método anticonceptivo. Aunque el preservativo era el más utilizado (31,3%), los métodos hormonales, como la píldora (16,2%) o los DIU (6,1%), también alcanzan una cifra importante. Estos métodos, explica la doctora Barberá hacen que las mujeres tengan “una falsa percepción de seguridad”.
Ellos, sífilis y gonorrea; ellas, clamidia
Los hombres experimentan el mayor aumento de diagnósticos de estas infecciones. Por poner algún ejemplo, en 2015 (los últimos datos disponibles), el Instituto de Salud Carlos III identificó 5.170 nuevos casos de infección gonocócica. De los 2.869 de los que se obtuvo información individualizada, el 88% eran varones. En el caso de la sífilis, de los 2.146 casos de los que se dispuso del dato, de un total de 3.886, el 87% fueron hombres. Entre ellos, el colectivo de hombres que tienen sexo con hombres es el más vulnerable, aunque sus datos pueden deberse a un híper-registro. Es decir, se diagnostican más casos porque se hacen más pruebas, explica el director del Centro Joven del Ayuntamiento de Madrid, Juan Madrid.
Ellas superan en infección en clamidia –57,1% de los 3.563 casos–, con el inconveniente añadido de que la mayoría son asintomáticas. Es decir, no identifican que la tienen si no se realizan la prueba específica, lo que puede generar otros trastornos. “Puede subir al canal genital, a las trompas y provocar pequeñas cicatrices que son causas de futuras esterilidades. Además, las ITS se complementan: siempre es más fácil que tengas una a medida que tienes o has tenido otras”, indica el doctor Madrid. Por eso, la comunidad médica insiste en hablar de infecciones de transmisión sexual (cuando no hay síntomas, pero pueden transmitirse) en lugar de enfermedades (cuando hay síntomas).
Sin amenaza de enfermedad mortal
Los expertos consultados coinciden en señalar que la causa en el aumento de ITS es multifactorial, pero hay argumentos que se repiten en sus respuestas, como el aumento y la facilidad para tener diversas parejas sexuales, realizar sexo oral sin protección, el chemsex y el consumo de alcohol o la perdida del miedo al VIH. Sobre esto último se pronuncia el director del Centro Sandoval, Jorge del Romero: “El tratamiento es muy efectivo no solamente para la salud, sino para evitar la transmisión sexual. Esto ha generado un optimismo estupendo, porque tomando medicación pueden tener carga viral indetectable (y por tanto intransmisible). El punto negativo es que hace que la gente se relaje, porque el resto de ITS tienen una importancia menor”.
“Ha desaparecido la amenaza de una enfermedad mortal”, recalca Barberá. Con los datos en la mano se contrasta esta afirmación. Desde que en 1995 se produjera el mayor número de muertes por sida en España (5.857 personas), la cifra no ha parado de disminuir, hasta las 498 defunciones de 2016, según un informe del ministerio de Sanidad. La tendencia en los nuevos diagnósticos de VIH en el periodo 2009-2015 es descendente en el caso de heterosexuales y personas que se inyectan drogas y se ha mantenido estable en hombres que tienen sexo con hombres. En total, en 2015 hubo 3.428 nuevos diagnósticos, lo que se traduce en 7,39 personas por cada 100.000 habitantes.
Para la coordinadora del grupo de ETS y VIH de la Academia Española de Dermatología y Venereología, Alicia Comunión, otro de los factores a tener en cuenta es que “la gente joven desconoce las infecciones de transmisión sexual”. Por eso, señala que las nuevas campañas de Durex son positivas porque “cualquier concienciación es buena”, pero lamenta que “incluso los que nos dedicamos a esto no sabemos qué hacer para disminuir las infecciones. Hemos visto que las charlas, los anuncios, las campañas del ministerio no están valiendo de mucho en la teoría”.
Según el barómetro 2017 del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, el 45% de los jóvenes ha practicado sexo sin condón, el 25% lo hace de forma habitual y el 14% reconoce que le compensan los riesgos. Comunión apuesta por tomar medidas a nivel educativo: “Aunque en los coles se dan charlas, la educación sexual es insuficiente y se aborda de forma aséptica. Es importante que los chicos vayan a centros donde puedan acceder al personal sanitario, normalizar y conocer los recursos a los que pueden recurrir si tienen dudas o quieren hacerse las pruebas”. Para Oller es importante que “los Gobiernos, responsables de la prevención de la salud, y educadores actúen con programas y campañas para que se tome conciencia respecto a este tema”. El Ministerio de Sanidad también lanza anualmente campañas para prevenir las ITS.
Madrid hace hincapié en el acceso a estos recursos. “Las ITS se mueven en un sector semiclandestino, por lo que debemos generar dispositivos más accesibles, con horarios de tarde o de fin de semana, y fuera del entorno donde hay más control, porque a lo mejor no me siento seguro yendo al médico que atiende a mi familia”. Preguntado por las campañas de publicidad, las considera “muy positivas, no asociadas a bajos fondos” y con protagonistas “guapos que no piensas que puedan tener una ITS”, lo que “manifiesta una realidad”. Eso sí, “lo mejoraría si además lo vinculasen a unos recursos asistenciales, porque este tipo de situaciones requieren de un tratamiento”.