Si sorprendente fue ayer, aunque obligado por la presión estudiantil, de los partidos políticos, del propio PP y de Bruselas, la rectificación del ministro José Ignacio Wert respecto al modelo para otorgar las ayudas complementarias del estado a los estudiantes de Erasmus, más inaudito ha sido hoy si cabe el encuentro por sorpresa entre el secretario de Estado de Universidades, Federico Morán, y Laura Zornoza, la joven estudiante de Periodismo que impulsó la recogida de firmas en change.org contra la orden ministerial que les dejaba sin beca.
“No ha habido manera de que me dijese que garantizaba que el año que viene iba a haber ayuda por parte del Gobierno para los no becados”, se lamentaba Laura tras la reunión con un cierto regusto de amargo. “Estoy contenta de que nos haya recibido y aunque no me esperaba que rectificase ahí mismo, es inevitable tener una pequeña decepción. No tenemos respuestas claras y las becas para los erasmus del año que viene están en el aire, y más cuando los estudiantes que quieren irse tienen que empezar ya con temas de papeleo y burocracia”, comentaba esta estudiante de 3º de Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, que en febrero se marchará a Hamburgo para cursar allí el segundo cuatrimestre.
A las 10.30 de la mañana Laura aparecía en el registro del Ministerio con 212.000 firmas recogidas desde el sábado para salvar el Erasmus, en tres cajas -simbólicas, porque en un CD iban las firmas en PDF- que llevaba. “Al llegar he hablado con el jefe de prensa del ministerio y me ha avisado de que Federico Morán iba a bajar para tener una pequeña reunión conmigo”, explica. Un encuentro improvisado, informal y para las cámaras, en unos asientos del vestíbulo bajo el simbólico cartel de Unidad de Quejas y Sugerencias, que ha durado algo menos de 20 minutos. Pero también insólito, porque es la primera vez que alguien el ministerio se reúne con un ciudadano que lleva miles de firmas sin cerrar una cita. Incluso varios movimientos educativos se han quejado de no haber recibido respuesta a sus solicitudes de reunión.
“Me ha comentado que el dinero, 20 millones de euros, ha salido el Ministerio de Hacienda”, señala Laura. Y confirma que el número tres del Ministerio de Educación ha reconocido ante ella “que ha sido la presión social lo que les ha hecho dar marcha atrás”.
Morán se ha justificado indicando que están ajustados a un presupuesto reducido. “Yo le he dicho que si hay dinero para rectificar, debe haberlo también otros años”. Entonces Morán ha esquivado el tema explicando que el año que viene cambia el programa Eramus, que pasará a ser Eramus Plus y pretende reordenar la cantidad de subprogramas de movilidad universitaria existentes, y que “cambian también los presupuestos desde Europa”.
Laura recuerda la conversación con cierta impotencia, pero se muestra tajante y asegura que el hecho de que este año hayan ganado la batalla no significa que ahora vayan a quedarse de brazos cruzados. “Vamos a seguir luchando por defender el programa Eramus y las ayudas estatales para el próximo curso”. De mantenerse los criterios que apunta el decreto de la discordia, los estudiantes que no sean este año becarios generales no recibirán ningún tipo de ayuda el año que viene en su Erasmus. “De momento, el 16 de noviembre se están organizando sentadas de los estudiantes españoles frente a las embajadas y los consulados de las ciudades más grandes de Europa”, concluía.
Los rectores piden que no se toquen las becas el próximo curso
La presidenta de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) y rectora de la Universidad de Málaga (UMA), Adelaida de la Calle, ha solicitado esta mañana al Gobierno central que no se modifiquen “las circunstancias y características actuales” de la beca Erasmus para el próximo curso, sino todo lo contrario, que sea un programa que se apoye “cada vez más”. “No podíamos a mitad de la carrera, cambiar las normas”, algo que “ha vuelto a ocurrir, pero estoy encantada de que se haya modificado”, ha afirmado.
Por su parte, Fernando Galván, presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas Madrileñas (CRUMA) y de la Universidad de Alcalá de Henares, se ha asegurado que están muy contentos “de que se haya dado marcha atrás” porque la medida “era una barbaridad”.