La caída de la natalidad de los últimos años es una realidad que afecta ya a las escuelas, sobre todo en Primaria. Pero es una realidad diferente según qué escuelas se observen. Aunque tanto la red pública como la privada concertada están sufriendo una caída similar de alumnos, son los centros estatales los que están cerrando; los privados sostenidos con fondos públicos aguantan el tirón.
Así lo refleja la estadística del Ministerio de Educación. Desde el curso 2017-18, los centros públicos tienen un 7,06% menos de estudiantes en Primaria, mientras la privada concertada se ha dejado un 7,45%, según datos recogidos por CCOO en el informa anual en el que analiza el principio de curso escolar. Sin embargo, esta pérdida de alumnado se ha traducido en que las escuelas públicas han cerrado un 2,51% unidades (aulas), mientras la privada concertada apenas un 0,13%.
En datos absolutos, la escuela pública tiene hoy 202.094 estudiantes menos que hace seis años entre el segundo ciclo de Infantil y la Primaria, mientras en la privada concertada son 102.265. Las cifras son equivalentes dado que, grosso modo, hay el doble de alumnado en la pública que en la privada. Pero en número de clases cerradas la diferencia se dispara: 3.490 aulas clausuradas en los colegios públicos, 72 en los privados.
Cuando se desglosa por etapas la situación es aún más dispar mirando solo la Primaria. El escenario respecto al alumnado es el mismo en las dos redes, una pérdida de algo más del 5%. Pero mientras la pública ha perdido dos de cada cien aulas que existían, la privada ha sumado clases nuevas. Apenas un 0,5%, pero suma en un contexto de cierres. “Los datos son muy llamativos, es desproporcionado”, ha valorado Héctor Adsuar, responsable de escuela pública de CCOO.
Tres comunidades destacan en este “sesgo privatizador”, en palabras de Francisco García, secretario general de Educación de CCOO: Andalucía (un 5,9% menos aulas públicas), Asturias (-5,73%) y Extremadura (-6,63%). Las que mejor comportamiento han tenido en este sentido son La Rioja (4,9% más clases públicas), Baleares (4,3%) y Castilla-La Mancha (3,4%).
Según Héctor Adsuar, la mayoría de los cierres se dan en la escuela rural, donde no llegan los centros concertados porque estos colegios son muy caros (poco alumnado) y no son rentables. Así, Adsuar ha explicado que este diferente comportamiento se debe “al ”blindaje“ de los conciertos educativos. ”La escuela pública, en cuanto tiene una bajada de alumnado o una previsión de bajada, cierra aulas. Pero en la privada concertada, si tiene el concierto vigente, pase lo que pase no le recortan nada. No tiene nada que ver con la libre elección de las familias“, ha asegurado.
“No es de recibo que se esté aprovechando esta circunstancia como oportunidad para desmantelar la red pública”, ha valorado García. “Debería aprovecharse como oportunidad para reducir las ratios, mejorar la atención al a diversidad, mejorar las aquellas cuestiones relacionadas con las condiciones laborales del profesorado que tienen un mayor impacto en la calidad, como las horas lectivas semanales”, ha añadido. García ha insistido en CCOO no plantea esta cuestión como “una red contra la otra. Solo pedimos que no se cierren unidades de la pública”.
Un tercio de los refuerzos COVID perdidos
CCOO también analiza en su informe la evolución del profesorado en la escuela pública en los últimos años y cómo han ido los diferentes procesos de oposiciones que se han dado este curso, con resultados desiguales.
Según CCOO, las comunidades han perdido 11.027 de los docentes que se contrataron para desdoblar clases por la pandemia, cifra que supone aproximadamente un tercio de las 33.323 contrataciones que se realizaron. “Una oportunidad perdida para convertir ese refuerzo en estructural”, lamenta el sindicato. En este apartado destaca la Comunidad de Madrid, responsable de la pérdida de casi la mitad de ese profesorado (5.634 docentes).
CCOO cree que la caída de la natalidad y por tanto del alumnado puede aprovecharse en favor del sistema. Su propuesta al respecto pasa por reducir las ratios de manera dirigida (contando el alumnado con necesidades educativas especiales como dos a la hora de establecer las ratios en sus grupos), mejorar la atención a la diversidad mediante la contratación de más especialistas en Pedagogía Terapéutica (PT), orientadores y personal para mejorar el bienestar y la convivencia. En total, según la organización, haría falta incorporar mediante un plan plurianual 84.915 docentes en el sistema.
Tres oposiciones, tres resultados
Además, el informe desgrana las oposiciones de este año, en el que han coincidido tres programas paralelos: el de reposición de los jubilados ordinario, el de estabilización extraordinario y el concurso también extraordinario de méritos, estos dos últimos para avanzar hacia el 8% de interinidad en el sistema pactado con Europa (antes de las oposiciones de este 2023 superaba el 20%).
Según CCOO, en total se han convocado entre estabilización y reposición 16.158 plazas nuevas, pero aún faltarían por convocar otras 18.360 plazas para llegar a ese 8%. Además, han explicado García y Adsuar, los tres procesos han tenido diferentes comportamientos, derivado de que cada uno tenía su propio sistema.
La convocatoria de reposición ordinaria, realizada según el método tradicional, ha dejado un 15,93% de plazas sin cubrir, la de estabilización extraordinaria apenas un 0,75% y el concurso de méritos un 1,21%. Dejando aparte el concurso de méritos (que solo es presentar el currículo), la diferencia entre los dos procesos de oposición es básicamente que para el extraordinario se quitó el carácter eliminatorio de la primera prueba, que sí tiene el método tradicional. El resultado: las plazas sin adjudicar cayeron a prácticamente cero, unos resultados que a ojos de CCOO justificarían quitar esa prueba eliminatoria de estos procesos.