Diana Pérez lleva cerca de una década al frente de la escuela infantil 'Patas Arriba', pero el proyecto educativo que desde entonces dirige su equipo está ahora en peligro. Este curso acaba el contrato que concede a su cooperativa, COSMO, la gestión de esta escuela de titularidad pública, y los cambios que ha ido introduciendo la Comunidad de Madrid en los pliegos de condiciones amenazan su continuación en el centro.
Como COSMO, otras cooperativas con proyectos a la vanguardia de la innovación educativa y sin ánimo de lucro se hicieron con la concesión de escuelas infantiles con el modelo de gestión indirecta impulsado por la Consejería de Educación.
En los primeros pliegos la propuesta pedagógica se equiparaba en puntuación a la capacidad de gestión económica. Así, de los 10 puntos que se podían obtener, el 50% correspondía a la gestión organizativa y la mitad restante dependía del proyecto educativo (30%) y de la cualificación del personal (20%).
Este reparto inicial facilitó la entrada de grupos con proyectos pedagógicos sólidos que, en los últimos años, se están quedando arrinconados a favor de grandes empresas no especializadas en el campo de la educación, como Clece (del grupo ACS, de Florentino Pérez) o Eulen (inicialmenten dedicado a la limpieza), que buscan un beneficio de esta actividad. La primera, según datos de su página web, gestiona 86 escuelas (10 de ellas en Madrid) y tiene 7500 niños y niñas a su cargo.
La implantación del sistema de subastas
El motivo del relevo en la gestión es la implantación, a partir de 2008, de un sistema de subastas en el que el peso mayor en la puntuación (45%) depende de las cuotas. Esto es, por cuánto se oferta cada plaza. Antes, como explica la directora de 'Patas Arriba', “las escuelas infantiles tenían un presupuesto cerrado, es decir, todas tenían el mismo capital”.
Ahora, con el nuevo sistema, “la puntuación que obtiene cada grupo depende del precio al que ofrece la plaza el resto de empresas que compiten por la concesión”. Esto quiere decir, aclara Diana, “que la empresa o cooperativa que presenta el presupuesto más alto tiene automáticamente un 0”.
“Con la subida de tasas, de hasta un 175% en 2012-2013, el 60% de la financiación está recayendo sobre las familias, que no pueden permitirse un gasto mensual tan alto”, argumenta Pilar García, directora de una escuela, 'Las Nubes', que también está en peligro de caer en manos de una gran empresa.
El origen del cambio de condiciones en los pliegos, explica García, fue la idea de “que las escuelas infantiles, para ser un tramo no obligatorio de educación, salían muy caras a la administración”. A raíz de esto comenzó el abaratamiento de los costes y el incremento de las tasas, mientras se aumentaban las ayudas a las familias que inscriben a sus hijos en centros privados (los cheques guardería).
“Nuestro temor es que en la renovación del contrato la gestión vuelva a salir a concurso para que se lo lleve el mejor postor, aun cuando no sea una empresa con conocimientos pedagógicos”, se lamenta Diana, que tampoco tiene aún un plan para liquidar a la plantilla en el caso de quedarse con las manos vacías, pues “no hay ninguna garantía que asegure el mantenimiento del puesto de trabajo a las profesionales del centro”.
El equipo de 'Las Nubes', apoyado por las familias, ha pedido una prórroga de un año en la gestión del centro. “Los contratos son por tres años y podemos pedir tres prórrogas. Ya hemos agotados dos y estamos intentando recurrir a la restante”, expresa con preocupación la directora. “Si nuestra escuela vuelve a salir a concurso sólo podremos competir con el resto de empresas si reducimos un 13% nuestro presupuesto”, reconoce.
Fuentes de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid achacan los cambios en la baremación a la Ley de Contratos del Sector Público aprobada en 2007 por el gobierno socialista e insisten en que, aun así, “la valoración económica sigue siendo muy inferior a la media del resto de los concursos de las administraciones públicas, en los que esta parte económica tiene un peso del 60% o incluso del 70% de la puntuación total”.
Sin embargo, según los porcentajes actuales, el 45% de los puntos dependen de las cuotas y el 15% del proyecto económico y organizativo, de modo que en total suman 6 puntos sobre 10, en la línea del resto de subastas. Antes de 2008 era un punto menos.
“Gestionan escuelas infantiles como si fueran pizzerías”
Sustituir a todo el personal y, con ello, romper con un proyecto educativo que funciona puede tener, según los especialistas, consecuencias muy negativas para el desarrollo de los niños y las niñas. “Estamos hablando de la primera infancia, algo tan importante que es una aberración utilizarlo para hacer negocio”, sostiene García, que recalca el poco valor que se da a esta etapa educativa, “cada vez más maltratada”.
“En Madrid se gestionan las escuelas infantiles como si fueran pizzerías”, se indigna Milena. Su hija lleva un año en 'Las Nubes' y ahora teme que los que hablan de excelencia educativa pongan en peligro la calidad de uno de los mejores centros de la capital para el tramo 0-3 según un ránking del diario El Mundo. “Cuando las familias hagan la inscripción para el año que viene probablemente no sabrán en manos de quién están dejando el cuidado y la educación de sus hijos”, alerta esta madre.
Ana vivió esta misma situación en 2009, cuando la escuela en la que estaban inscritos sus dos hijos, 'El bosque', empezó a ser gestionada por la empresa Clece. “Mi experiencia en esta guardería era estupenda hasta este momento. El proyecto educativo, a cargo de la cooperativa de educadoras que hoy están al frente de 'Las Nubes', era magnífico y las familias estábamos encantadas”, cuenta esta madre, que relata cómo a partir de la entrada de Clece, las quejas de padres y madres “eran constantes”.
“La escuela -sostiene Ana- se convirtió en una guardería para guardar niños, con una educación meramente asistencial. Los más pequeños se dedicaban todo el tiempo al juego libre y los mayores a hacer fichas”. Una educadora del centro llegó a denunciar la falta de atención a los niños, y después de que el juzgado desestimara sus acusaciones, fue despedida por Clece. Las familias también empezaron a moverse y consiguieron que unos técnicos de la Junta de Distrito de Arganzuela (Madrid) pasaran a hacer una inspección al centro.
“Lo único que queríamos era sacar a nuestros hijos de allí inmediatamente, pero no todos teníamos recursos para hacerlo. Las clases estaban cada vez más cerradas a nosotros. Llegaron a tapar los ojos de buey que había en las puertas para que nadie viera lo que pasaba dentro. Yo aguanté así hasta junio, tres meses antes de que despidieran a todo el equipo, empezando por la directora de la escuela, que nunca atendió a nuestras quejas”, relata esta madre. Clece ha declinado atender a eldiario.es para referirse al caso de este centro y a su gestión educativa.
Maniobras para privatizar el tramo 0-3
Asociaciones y plataformas por la defensa de la Educación Infantil pública llevan años advirtiendo de las “maniobras” de la Consejería de Educación para “privatizar el servicio”. Los cheques guardería, las ayudas públicas que se conceden a las familias que inscriben a sus hijos o hijas en una guardería privada, son para estas organizaciones una clara muestra de este objetivo. Su cuantía, que para este curso alcanza los 34 millones de euros, se ha multiplicado desde 2002-2003 casi por seis.
En esta coyuntura, algunos centros privados comienzan a publicitarse como “más económicos que las escuelas públicas” ya que, con el descuento mensual, el precio de la plaza privada se vuelve más asequible. “Los cheques guardería forman parte del juego de la Comunidad para cargarse lo público”, denuncia la Plataforma de Madrid por la defensa del 0-6. El endurecimiento económico de las condiciones para entrar en las centros públicos lleva a algunas familias a decantarse por una opción privada cada vez más accesible. “Todo está trazado y perfectamente estudiado. La jugada es redonda”.
Aunque este curso y también el próximo las tarifas se han congelado, tras una subida de hasta un 175% en 2012-2013, muchas familias no tienen recursos para asumir las mensualidades (de entre 176 y 416 euros) e intentan buscar alternativas adaptadas a su bolsillo. Algunos padres y madres han perdido su empleo y ahora se dedican exclusivamente al cuidado de sus hijos. Las listas de espera de las públicas, antes desbordadas, están ahora agotadas y ya son más de 30 las aulas que han tenido que echar en cierre por falta de ocupación. Según CCOO, solo en ese curso 2012-2013 hubo 15.000 alumnos menos en el tramo 0-3.
“Madrid se ha anticipado a las políticas educativas del Estado. Está siendo la punta de lanza”, advierte Isabel Galvín, de la Federación de Educación de CCOO. En 2008, además de modificar las condiciones para adjudicar las escuelas infantiles, la Comunidad aprobó un decreto de mínimos que, como explica Galvín, “redujo el numero de metros cuadrados por alumno y aumentó la ratio de niños por educador”.
Ese mismo año también propuso un nuevo currículo para la etapa de infantil que “primarizó” este tramo, es decir, favoreció el desarrollo de aspectos propios de la educación primaria. Todos estos cambios, aseguran desde CCOO, “rompieron con una trayectoria del 0-3 reconocida por su calidad a nivel europeo”.
En medio de este panorama, para los equipos de 'Las Nubes' y 'Patas Arriba' todo es incertidumbre. “La Comunidad no tiene obligación de avisarnos de si la escuela sale o no a concurso. Nuestro contrato cumple el 31 de agosto y en abril salen los nuevos pliegos. La concesión se resuelve a finales de julio, por lo que no tenemos margen para planificar nada”, expresa Diana Pérez, que espera con impaciencia la llegada de un solo mensaje: “Renováis”.