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Las Escuelas Oficiales de Idiomas cobran un 300% más según las comunidades autónomas

Estudiar un idioma por la vía oficial se ha vuelto en España una cuestión de la voluntad (política) del regidor de turno de cada comunidad autónoma. Desde que se armonizó el espacio europeo y las autoridades regionales empezaron a hacer y deshacer en las Escuelas Oficiales de Idiomas según sus intereses, las diferencias entre regiones superan el 300%. Madrid y Cataluña —y no es novedad— más que triplican el precio de Andalucía y Canarias. Más aún: ni siquiera todas las regiones alcanzan el mismo nivel de idiomas al que es posible acceder.

Los precios por matricularse en un año de un idioma en las diferentes Escuelas Oficiales de Idiomas varían mucho según la comunidad autónoma. El arco va desde los 305 euros por curso que cuesta en los centros catalanes (incluido un complemento de 30 para “actividades pedagógicas y culturales”) o los 269 de Madrid hasta los 70 de Canariaslos 72,36 de Euskadi (ver tabla). Esto da una diferencia de precio de más del 335%. En la mayoría de las regiones las tasas caen a la mitad para familias numerosas o son gratuitas para casos especiales.

“Se cargan las EOI, que era una red que permitía potenciar el multilingüismo, una de las apuestas de la UE”, valora Alina Navas, responsable del sector de CC OO. Según esta profesora, los alumnos madrileños se van a estudiar a Segovia o Guadalajara ante la subida de tasas. “Además, no hay becas”, añade.

Hablar de educación pública y que alguien nombre la Comunidad de Madrid como ejemplo negativo es habitual. Ocurre con la universidad (el Gobierno regional ha duplicado las tasas en los últimos años), ocurre con el (no) impulso a la red pública general y ocurre también con las Escuelas Oficiales de Idiomas.

En 2006 se implementó el marco común europeo de las lenguas, por el que todos los Estados se comprometían a adoptar el modelo de niveles A-C, un sistema que establece qué competencias de un idioma se dominan en cada uno de los seis niveles de que consta, desde A-1 hasta C-2 (dominio completo). Para las EOI esto significó que el quinto curso, el último que ofrecían, equivalía a un B-2, explica Navas.

Madrid no ofrece el último nivel

“Del C-1 y el C-2 se abrió un enorme mercado privado para certificar”, expone esta profesora. Con el tiempo, las comunidades autónomas han ido implementando estos niveles en sus EOI, hasta que “ahora mismo todas ofrecen el nivel C excepto Madrid”, añade. “La razón básica es que la parte del pastel que nos arrebataron se lo han dado a las instituciones privadas”, tercia Caridad Baena, presidenta de la Asociación de Profesores de Escuelas Oficiales de Madrid (Apeoim).

La paradoja que se da es que el Gobierno de la Comunidad de Madrid presume de su sistema bilingüe en la enseñanza pública y privada concertada. Un sistema bilingüe para el que el profesorado necesita acreditar un nivel de inglés... de C-1 que sus propias escuelas no ofrecen. “Muchos de los alumnos a los que formamos son profesores, pero como la Comunidad no tiene ese desarrollo se tienen que ir centros privados”, señala Navas.

Baena explica que lo que hace el Ejecutivo regional es pagar a centros privados para que lleven a los profesores a Oxford “con la vana ilusión de que en un mes se formen y enseñen un idioma” cuando podrían recibir esa formación en las EOI. “Somos un cuerpo de calidad, estamos capacitados y queremos formar a los profesionales”, dice Baena. “Nuestro principal caballo de batalla es poder impartir y acreditar el nivel C”, asegura.

Pero no el único. La Apeoim también cree que los procesos administrativos son “propios de una institución de Secundaria del SXXI” y no es, obvio, lo que sus alumnos presentes y futuros necesitan. Por ejemplo, hay que prematricularse en abril para un curso que empieza en octubre. “Un trabajador no sabe qué va a estar haciendo en octubre, no puede someterse a los procesos de un estudiante de instituto”, señala Baena. En relación con esto también cree que las EOI deberían ser más “flexibles”. Actualmente conseguir un B-2 (nivel del examen First de inglés) cuesta seis años en una EOI. “No está justificado para un B-2, si acaso para un C-1. Nadie quiere dedicar ese tiempo, necesitamos flexibilizar los cursos”, asegura.

Pese a los años de peticiones y darse contra un muro, Baena mantiene la esperanza. “Queremos reabrir esa vía de interlocución”, asegura. Ve una puerta de esperanza en el cambio de Gobierno en la región. Tienen, asegura, el apoyo del resto de partidos de la Asamblea de Madrid. Pero falta el principal, el que manda y decide.