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ENTREVISTA
Daniel López Codina, investigador

“Las escuelas son seguras, hay que reconocer el trabajo que están haciendo los docentes y los directores”

Daniel López Codina, investigador del grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Politècnica de Catalunya.

Daniel Sánchez Caballero

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Es pronto para lanzar conclusiones definitivas, pero con la información disponible en este momento las escuelas son lugares seguros. Así de contundente, con ese matiz, es el grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC), que ha realizado un informe sobre la cuestión (a partir de la página 9, en inglés) tras estudiar la evolución de la pandemia en cinco comunidades autónomas después de que se abrieran los centros educativos. Daniel López Codina, uno de los investigadores del grupo, ensalza en esta entrevista la labor de directores y docentes, asegura que los centros “son seguros tal y como se están gestionando” y relativiza la importancia del tamaño de los grupos. “Es más importante el espacio” en el que se desarrollen, explica.

El informe se ha realizado a partir de observar la evolución de los contagios en Catalunya, Andalucía, Castilla y León y la Comunidad Valenciana, las únicas regiones que ofrecen datos desagregados por edad. Siguiendo la información de las últimas semanas y en especial a partir de las fecha de apertura de los centros, y cruzando esta información por los contagiados por edades, el BIOCOMSC concluye que las escuelas no son generadoras de focos. A grandes rasgos, en Andalucía y Catalunya ha habido una pequeña subida de los casos y en la Comunidad Valenciana un ligero descenso, siempre hablando de la población en edad escolar. Esta limitación del acceso a ciertos datos sirve a López Codina para dar un tirón de orejas a los gestores públicos exigiendo transparencia: “Tiene mucho interés que los datos sean públicos y accesibles, esconderlos en una pandemia solo sirve para crear inquietud”

¿Cuáles son las principales conclusiones del informe?

Hemos evaluado las primeras semanas de clase y por tanto las conclusiones las podemos considerar provisionales, pero la principal conclusión es que las escuelas no son focos de contagios, son seguras tal y como las están gestionando.

El mensaje que debemos dar es que debemos hablar menos de las escuelas con el objetivo de dejarlas realizar su trabajo más tranquilas. No es el punto más peligroso porque lo están haciendo bien, porque los niños además la mayoría son asintomáticos y no preocupantes en este sentido, y la escuela es muy importante para ellos. Hay mucha gente catastrofista diciendo que no debían abrir las escuelas o que hay que cerrarlas, y está claro que no. No debemos castigar a esta generación de jóvenes y niños dejándoles sin una de las instituciones que más valor tienen para su formación. Hay que dar las gracias a los profesores, docentes y las direcciones por su trabajo y fijar menos la atención en ellos porque eso acaba siendo tensión.

¿No es un poco pronto para hacer estos estudios?

Somos conscientes de las limitaciones, son pocas semanas. Pero está claro que en estas semanas no hemos tenido ningún gran brote explosivo. En las escuelas se están haciendo bien las cosas. Si hay contagios, son pocos y poco importantes. De hecho, con los datos de Catalunya más detallados que aparecen en el informe, casi en el 90% de los casos detectados no ha habido contagios internos, y en el resto de comunidades ha sido parecido. Las escuelas son seguras, hay que facilitar que puedan trabajar con calma y hay que reconocer el trabajo que están haciendo los docentes y los directores; trabajar en la escuela con adolescentes no es fácil.

¿Podemos decir entonces que los grupos burbuja están funcionando?

Incluso si en un grupo se detectan contagios tampoco tienes la garantía de que hayan sido dentro de la escuela. Puede haber sido en una actividad extraescolar en la que se juntan los niños. La escuela está funcionando bien, los grupos burbuja están funcionando bien. Una cosa que no sale en el estudio, pero sí en otros sitios, es que debemos tranquilizarnos respecto al número de personas del grupo. Un grupo de 20 o 25 alumnos es igualmente seguro si el espacio es el adecuado. Ha habido mucha psicosis con el número de alumnos en los grupos y hay que bajar esta tensión. Es más importante el espacio, la ventilación, el uso de la mascarilla, del gel, la distancia... estas cuestiones son las realmente importantes. Mejor un grupo de 15 que de 25, esto es evidente, pero si el espacio lo permite, no es grave.

¿Cuánto limita realizar estudios, ver patrones, etc. la gran variabilidad que se da entre comunidades autónomas en cuanto a quién se hace PCR, quién no, con qué frecuencia...?

Es muy difícil trabajar así. Los datos son heterogéneos y cuesta entender los detalles más particulares de cada caso, es un trabajo duro. Hay que ser muy prudentes extrayendo conclusiones porque la diversidad de datos es muy importante. Un mensaje que debe ser claro es que tiene mucho interés que los datos sean públicos y accesibles, porque esto puede también tranquilizar a la población. Esconder los datos en una pandemia no sirve para nada, solo para crear inquietud.

“Esconder los datos”. ¿Se está haciendo?

No es esconder, pero hay que hacer un esfuerzo activo para ponerlos a disposición de los investigadores. En Catalunya, por ejemplo, tienen una web con los datos públicos y accesibles. Otras comunidades también lo están haciendo. La gente debe tener facilidad para acceder a la información, y para eso debe tener acceso a los datos y esto requiere un esfuerzo activo. Las comunidades incluidas en el informe son esas de las que hemos podido obtener los datos. Pero es que en Catalunya han mejorado la web de información hace poco y es más detallada. Tiene mucho sentido hacer un trabajo activo para facilitar el acceso a la información. Esto debe ser un aprendizaje que debemos hacer de gestión de pandemias, porque seguro que esta no es la última que vivimos.

Castilla y León os ha sorprendido un poco para mal. ¿Cómo explicáis su situación diferente?

En la franja 0-9 años sale un porcentaje de infección más elevado de lo que sería esperable. Pero no nos atrevemos a ofrecer ninguna conclusión porque no conocemos el detalle de la situación en Castilla y León. Es posible que sea a raíz de que haya un cribado más intenso a estas edades. Si buscas más, vas a encontrar más. Hay un punto diferente, algo a entender, pero no sabemos qué es aún.

Catalunya parece la comunidad que mejor información ofrece. Allí, un 87% de los casos índice (los primeros contagios en un grupo) no generaron ningún contagio. ¿Es una buena cifra? ¿A cuál aspiramos?

Esta cifra es inferior a la de barrio o ciudad, claramente. La hipótesis razonable es que los contagios que puede haber dentro de la escuela proporcionalmente deberían ser los mismos que los de fuera en relación al tiempo que están. Lo importante es intentar reducir la incidencia en el barrio o en la ciudad. Si lo conseguimos, en las escuelas tendremos menos incidencia también. Es lo importante y lo difícil, claro.

¿Habéis mirado la situación en otros países?

Hay diferentes modelos de escuela y diferentes situaciones. Si es difícil en España, igual de difícil es en otros países. Pero no tenemos constancia de que haya algún brote importante asociados a escuelas. No como los de, por ejemplo, empresas alimentarias en Alemania o España, en Aragón o Catalunya, o asociados a fiestas como han salido recientemente.

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