Hay una amenaza de amplio suspenso. 18 países están en riesgo de incumplir los objetivos respecto al reciclado de residuos. España está entre ellos respecto al objetivo europeo de preparación para la reutilización y reciclado de los residuos municipales, que está fijado en el 55 % para 2025. Frente a esa cifra, notificó que la tasa estaba en el 40,5% en 2020, es decir, a una gran distancia de cumplir con los requisitos que la UE estableció hace cinco años. En lo que España está “bien encaminada” es el objetivo del reciclaje de envases.
“España corre el riesgo de no alcanzar el objetivo de preparación para la reutilización y el reciclado de los residuos municipales fijado para 2025”, advierte la Comisión Europea en un informe de alerta temprana que analiza los datos sobre reciclaje incluidos en las directivas sobre economía circular. El aviso se suma al de 26 organizaciones que presentaron una denuncia ante la Comisión Europea para que abra un expediente sancionador a España. “Pedimos amparo a Europa para no ahogarnos en basura”, clamaron en el mes de marzo.
Los europeos generan 530 kilogramos de residuos urbanos, es decir, cada ciudadano provoca media tonelada de basura al año. Con los datos de 2020, España generó 22 millones de toneladas de residuos urbanos y la tasa de reciclaje fue del 40,5%, 14,5 puntos por debajo del objetivo al que debería llegar dentro de dos años.
También está muy lejos respecto a la cantidad de basura que debería llegar al vertedero. La tasa de vertido de residuos municipales se situó en un 52% en España ese año. Esa cifra es cinco veces superior al 10% que debería alcanzarse en 2035. La conclusión es que España está “muy por encima de la media de la UE”, según señala el análisis de Bruselas. Ese problema lo tienen también Estonia, Finlandia, Francia, Irlanda, Letonia, Portugal y Suecia, además de Bulgaria, Croacia, Chipre, Grecia, Hungría, Lituania, Malta, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, que están también en riesgo de incumplir el objetivo de la UE de reciclar todos los residuos de envases.
En el caso de España, la Comisión Europea señala el “porcentaje reducido de población a la que se le ofrece la comodidad de los servicios de recogida selectiva de biorresiduos y limitadas infraestructuras para el tratamiento de biorresiduos”. Así, apunta a que tiene “potencial para aumentar los porcentajes de captación de los materiales reciclables recogidos por separado”, que actualmente son del 30% en el caso del papel, el carón y los metales; un 20% en el del plástico; y un 11%, en el de los biorresiduos.
Entre las recomendaciones de Bruselas, que ha elaborado el informe con la colaboración de la Agencia Europea de Medio Ambiente, están la necesidad de apoyar a los municipios y a los sistemas de reutilización de envases; desarrollar infraestructuras de tratamiento de basura (especialmente la biológica); y aplicar las restricciones al vertido de todos los residuos aptos para incentivar a los consistorios a mejorar la eficacia de la recogida y el reciclado.
En el lado positivo de la balanza, el gobierno comunitario señala como buenas prácticas de España un proyecto para la promoción de sistemas de reciclado de alto rendimiento que fomenta la difusión de las mejores prácticas entre municipios para mejorar el reciclado, la recogida y los sistemas de tratamiento de los residuos así como los sistemas de pago por generación de residuos.