Barcelona, 22 nov (EFE).- Los expertos españoles, con el aval del Ministerio de Sanidad, han rebajado a la mitad el nivel de consumo de alcohol considerado de “bajo riesgo”, pasando de 40 g/día a 20 en hombres y de 24 g/día a 10 en mujeres, al tiempo que aclaran que “no hay riesgo cero” en la ingesta de un producto que es cancerígeno.
“A nivel práctico, lo que concluimos es que un hombre puede tomar hasta un máximo de dos cañas o dos copas de vino diarias, y una mujer una, en lo que es una mortalidad no significativa de menos de uno sobre mil”, explica a Efe uno de esos expertos que ha participado en el estudio, el doctor Rodrigo Córdoba.
Estas conclusiones se consideran un “cambio de inflexión” en el mundo sanitario en un país como España, en el que la industria del alcohol, especialmente del vino, ejercen una influencia importante en las políticas públicas.
En todo caso, el objetivo de los expertos y del Ministerio no es imponer pautas a los ciudadanos, sino darles información para que los españoles tomen decisiones bien informadas.
La revisión sistemática de estos datos, publicada en la Revista de Salud Pública del Ministerio de Sanidad bajo el título “Límites para el consumo de bajo riesgo de alcohol en función de la mortalidad”, establece una cantidad máxima de consumo que viene a ser la de una copa de vino o una caña de cerveza diaria para las mujeres y dos para los hombres.
“Si tenemos en cuenta el principio de precaución y tomamos aquellos niveles más conservadores de consumo promedio de alcohol a partir de los cuales se ha observado un aumento de la mortalidad, los consumos de bajo riesgo deberían situarse en 20 g/día en hombres y 10 g/día en mujeres, asumiendo que no hay un riesgo cero”, concluye el estudio realizado durante los dos últimos años por Rodrigo Córdoba (Facultad de Medicina de Zaragoza), Antoni Gual (Unidad de Conductas Adictivas del Clínic), Luis Sordo (Departamento de Salud Pública de la Universidad Complutense) y Xisca Sureda (Salud Pública-Universidad de Alcalá).
Las conclusiones de estos cuatro expertos se han elaborado en base a la revisión sistemática de estudios de cohortes publicados desde 2014 que establecieron una relación entre la mortalidad general y cantidades consumidas de alcohol en población general, todo ello teniendo en cuenta que el alcohol está relacionado con un aumento de la mortalidad por todas las causas, si bien no estaba clara la cantidad a partir de la cual se produce este incremento.
Así, el objetivo de este estudio fue establecer los niveles de consumo de alcohol que pueden ser considerados de “bajo riesgo de mortalidad general”.
Entre 2010 y 2017 se produjeron en España 15.489 muertes al año atribuibles al consumo de alcohol, siendo un 73,8 % hombres y un 55,7 % consideradas “muertes prematuras”.
Hay que tener en cuenta que el alcohol sigue siendo una carga importante de morbilidad y mortalidad. Una parte se debe a los accidentes de tráfico relacionados con el consumo agudo, pero existe otra parte mayor vinculada al consumo crónico, que impacta en enfermedades oncológicas y cardiovasculares. En España, el 7,4 % de la población adulta consume diariamente bebidas alcohólicas.
Una de las conclusiones más importantes de este estudio es que aunque en términos absolutos el riesgo poblacional es bajo, el alcohol es cancerígeno y, por tanto, el efecto protector global no existe. Se ha analizado un efecto positivo en dosis bajas de consumo en cardiopatías isquémicas e ictus trombótico, pero eso es a cambio de que se incremente el riesgo de cáncer en un 51 %, recuerda este estudio.