La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España, Isabel García Tejerina, expresó hoy en Roma el compromiso del país para “erradicar el hambre e invertir la tendencia ascendente del sobrepeso y la obesidad”, así como para promover “sistemas alimentarios sostenibles”.
“Nos comprometemos a erradicar el hambre e invertir la tendencia ascendente del sobrepeso y la obesidad, a seguir promoviendo sistemas alimentarios sostenibles, a aumentar la importancia de la nutrición en las políticas nacionales y a mejorarla mediante la investigación y la innovación”, afirmó García Tejerina.
La ministra explicó las medidas que sigue España para combatir la malnutrición en la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2) que organizan conjuntamente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En España “seguimos una hoja de ruta muy completa para luchar contra este mal que, en la actualidad, nos afecta más por el lado de la obesidad que por la carencia de alimentos”, afirmó.
Una “hoja de ruta” que, dijo, se compone de cuatro pilares fundamentales.
En primer lugar, García Tejerina se refirió a la dieta mediterránea de la que dijo que “proporciona un modelo rico y variado de alimentos que aporta beneficios para la salud” y que, según recordó, “ha merecido la consideración por la UNESCO de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.
En segundo lugar, citó la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (Estrategia NAOS), que “fue creada en 2005 para prevenir la obesidad en la población mediante la alimentación saludable y la práctica continuada de actividad física”.
“En los últimos años, España ha colaborado en diversos planes de actuación impulsados por la OMS y por la Unión Europea (UE), como la Declaración de Viena de 2013 sobre nutrición y enfermedades no transmisibles en el contexto de la salud”, agregó.
En tercer lugar, continuó, España sigue la estrategia “más alimentos, menos desperdicio”, una iniciativa que “fomenta el diálogo y la coordinación entre todos los agentes de la cadena alimentaria y las administraciones públicas con el objetivo de impulsar actuaciones para limitar y reducir sensiblemente las pérdidas y los desperdicios de alimentos”.
La última medida que sigue el Gobierno de Mariano Rajoy para erradicar la malnutrición, recordó García Tejerina, es implementar “los programas de ayuda alimentaria de la UE destinados a proporcionar alimentos de forma gratuita a las personas más necesitadas”, de los que se benefician “dos millones de personas”.
Los participantes en esta CIN2 aprobaron ayer, durante la primera jornada de trabajo, la Declaración de Roma sobre Nutrición y el Marco de Acción que la acompaña, dos documentos con recomendaciones para garantizar una nutrición sostenible como instrumento para, entre otros objetivos, acabar con el hambre crónica.
España compartió “plenamente la Declaración de Roma, tanto en lo relativo a los desafíos que plantea la malnutrición como en lo relativo a los fundamentos para construir un proyecto común de acción mundial, que permita acabar con la malnutrición”.
Además, reafirmó la voluntad del Ejecutivo de llevar a la práctica estos compromisos partiendo de las opciones recomendadas en el Marco de Acción.
“Lo haremos adoptando medidas para mejorar la nutrición, medidas que sean efectivas y que estén adaptadas a las condiciones socio-económicas de nuestro país, algunas de las cuales ya están en marcha”, comentó.
Serán, aseguró, medidas destinadas a “lograr sistemas alimentarios sostenibles junto con otras relacionadas con la educación e información nutricional”.
En este punto, la ministra española insistió en la importancia de la educación como “instrumento fundamental” para lograr “un buen nivel nutricional de la población”.
Asimismo, en relación a los esfuerzos que realizará el país para garantizar la seguridad alimentaria de sus ciudadanos, García Tejerina aseveró que España seguirá “trabajando de manera muy intensa” en materia de agua, con el objetivo de “mejorar su gestión en la producción agrícola y en la producción alimentaria”.
“En particular, fomentando la mejora de la eficiencia del regadío y también en el fomento del uso múltiple de las aguas”, dijo, antes de anunciar que también se reforzarán “las medidas en el ámbito de la inocuidad de los alimentos”.