España se estanca en PISA en una prueba lastrada por su exclusión del examen de Lectura debido a las irregularidades

España está estancada en PISA. Aunque los resultados de la última edición de la prueba se han quedado cojos para nuestro país por el problema con los exámenes de la prueba de lectura, los datos que sí se han publicado dibujan un panorama básicamente estable respecto a anteriores ediciones. El paciente ni mejora ni empeora: “No se observa una tendencia alcista o bajista a lo largo de los años”, explica la OCDE, responsable de la prueba.

Las principales conclusiones hablan de un país que está ligeramente por debajo de la media de la OCDE en Ciencias y Matemáticas, con diferencias de entidad respecto a los países punteros (todos asiáticos), con comunidades autónomas que rinden a muy diferentes niveles, con pocos alumnos excelentes y sin diferencias significativas entre hombres y mujeres.

Y todo eso si se considera que los datos son válidos. El Gobierno de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, cree que no lo son. Que las pruebas erróneas de Lectura han contaminado toda la prueba y que los resultados ni siquiera tendrían que haberse publicado. La OCDE sostiene que los resultados de Matemáticas y Ciencias “se han visto menos afectados por estas respuestas anómalas”, según constata en el mismo informe.

En cifras brutas, España ha sacado 481 puntos en Matemáticas y 483 en Ciencias, cuando la media de la OCDE está en 489 en ambas pruebas. Ambos datos suponen un retroceso respecto a la anterior edición, en 2015, aunque ambas caídas están por debajo de los 10 puntos. Los expertos consideran que diferencias inferiores a 10 puntos no son significativas en PISA, por lo que podría decirse que España sigue igual.

Este resultado tiene dos lecturas posibles: una es que pese a la crisis, que se cebó con el sector educativo, el país ha aguantado el tirón y sus resultados no han caído significativamente. La otra es que cuando la inversión estaba más cerca de la media europea tampoco rendíamos mejor. Además, aunque los plazos en educación se miden más en décadas que en lustros, el efecto de la nueva ley educativa (la LOMCE) tampoco parece haber sido destacable.

Estos resultados sitúan a España al nivel de Hungría, Lituania, Portugal o Estados Unidos y en la posición 30 de los más de 70 países que se presentan a PISA, aunque los expertos recuerdan en este sentido que en este tipo de prueba es más importante el resultado obtenido que la posición que se ocupa.

Los países que mejores resultados obtienen (siempre hablando solo de Matemáticas y Ciencias) son todos del sureste asiático: China (y sus satélites, Macao, Hong Kong y Taipei), Singapur y Japón y Corea del Sur, todos ellos por encima de los 520 puntos. China, en lo más alto de la tabla, alcanza los 590 puntos. A nivel europeo, Estonia pasa a ser el país con mejores resultados, con 530 puntos.

En el sistema de puntuación de PISA se calcula que un curso completo equivale a 40 puntos. Bajo esta premisa, los escolares españoles de 15 años que han hecho el examen estarían hasta dos cursos por debajo de sus colegas chinos y todo un año por detrás de los estonios.

Menos alumnos excelentes

Además, y esto también es una constante en PISA, España tiene menos alumnos excelentes que la media. En Matemáticas, el 75% de los alumnos quedaron por encima del nivel 2 (hay 6) y solo un 7% alcanzó o superó el 5. Las medias europeas para estos apartados fueron del 76% y 11%, respectivamente. En Ciencias se da una circunstancia muy parecida: cuatro de cada cinco alumnos de 15 años superaron el nivel 2 (79%) y un 4% llegó al 5, datos que de media fueron el 78% y el 7%.

PISA también incluye esta edición resultados sobre la vida de los alumnos en los centros. Según la OCDE, el 17% de los alumnos afirma sufrir episodios de acoso escolar “varias veces al mes”, frente a una media del 23%.

La OCDE también señala que la diferencia entre los resultados de chicos y chicas es pequeña en España (estadísticamente insignificante, siguiendo con la regla de que por debajo de 10 puntos es prácticamente como si no existiera). Ellos rinden mejor en Matemáticas (seis puntos) y ellas en Ciencias (dos puntos).

El examen también constata una realidad largamente observada. Los chicos muestran más interés por las ciencias que las chicas. Entre los que mejor rendimiento académico obtienen, el 33% de los alumnos quiere trabajar como ingeniero o científico, porcentaje que cae hasta el 20% para las alumnas. Ellas, sin embargo, aspiran a ocuparse en el campo de la salud (30%) más que ellos (12,5%).

Pero el análisis de los resultados españoles se va a quedar cojo. La exclusión de los resultados españoles de la prueba de Lectura va más allá de que no se publique ese resultado concreto. Lectura es la materia principal de esta edición, lo que quiere decir que se ha puesto más empeño en analizar sus resultados y se han observado muchas variables en torno a los mismos.

Por ejemplo, PISA evalúa la relación entre inversión económica por alumno y el resultado obtenido en Lectura. También hace lo mismo con las horas de clase y estudio o con el nivel socioeconómico de los estudiantes o el rendimiento por género. De todo esto, España también se ha quedado fuera.

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