Cada vez peor financiada por el estado, cada vez más cara para los estudiantes, cada vez más lejos de los modelos europeos. La Universidad española se desangra por las decisiones políticas tomadas durante la crisis, según el retrato que realiza el Observatorio del Sistema Universitario catalán, presentado el martes en Madrid.
El trazo grueso del informe ¿Quién financia la universidad? Comparación entre comunidades autónomas en España, Europa y la OCDE, que se presentó ayer en la Universidad Complutense de Madrid, dibuja una universidad española que ha visto cómo disminuían sus ingresos totales un 20% entre 2008 y 2015 (último año del que hay datos oficiales) porque la subida de los precios públicos (un 31%) no compensó el desplome de la financiación de las administraciones (-27%). Aunque la caída de una partida y el aumento de la otra se manejan en porcentajes similares, el montante total de la financiación pública es mucho mayor que lo que reciben las universidades por las tasas, de ahí el descenso.
La radiografía del sector también revela que nunca fue más cierto el dicho de que hay 17 sistemas universitarios en España, según demuestra la disparidad de comportamientos —y resultados— que ha habido durante los años de crisis según la Comunidad Autónoma (quienes tienen la competencias en educación). Al menos en cuanto a la estructura de ingresos, hay 17 Españas, sostienen los autores del informe.
Así, por citar algunos indicadores, tras ocho años de vaivenes, las universidades riojanas ingresan 10.000 euros por estudiante, un 54% más que Islas Baleares (6.479); los centros vascos reciben casi el doble de financiación pública por alumno que los madrileños (8.429 euros frente a 4.730); Andalucía gasta casi el cuádruple en relación al PIB que Islas Baleares (0,87% frente al 0,23%) y el precio de las tasas en Cataluña más que duplica el gallego (2.123 euros frente a 832). Son solo algunos ejemplos.
Desde el Observatori, Vera Sacristán, profesora de la Universidad Politécnica de Catalunya y autora del estudio, destacó que estas variaciones tanto en la financiación como en el valor de las tasas no responde ni a la evolución de la riqueza de las comunidades autónomas ni a cómo ha variado el número de estudiantes. O sea, son decisiones políticas. “La Universidad pública española tienen un problema estructural de financiación”, zanjó Carlos Andradas, rector de la UCM y anfitrión del evento.
Las que más recortan son más caras
Bajando al detalle, se observa una tónica común en cuanto a la evolución de los ingresos de las universidades: cae la financiación de las administraciones públicas (las comunidades autónomas aportan el 95% de estas partidas) mientras suben las tasas universitarias, el dinero que aportan los estudiantes. Dicho de otro modo, los gobiernos regionales han cargado a las familias sus recortes.
Así, de media las universidades reciben un 27,7% de fondos menos hoy que hace seis años. Destacan en este apartado Castilla-La Mancha (-38,2%), la Comunidad Valenciana (-35,3%) y Madrid (-33,7%). Las que menos han recortado son Navarra (-18,4%), La Rioja (17,5%) y Aragón (17%).
Estos datos se entienden mejor cuando se cruzan con las subidas en el precio de las tasas aplicadas en estos años. Con algún pequeño cambio, las regiones que más recortaron son las que más han elevado sus precios públicos. Cataluña (un 67,6% más cara), Comunidad Valenciana (59,4%) y Madrid (40,7%) lideran esta tabla, que cierran País Vasco (2,2%), La Rioja y Galicia (que los han rebajado un 7,2% y un 15,7%, respectivamente).
Esto, a nivel nacional. El informe también evalúa la universidad en relación al resto de Europa y a la OCDE. Y el sistema español sufre en la comparativa.
Cada vez más lejos de Europa
El estudio del Observatorio recoge un informe elaborado por la European University Association que divide los países del continente en cinco grupos según el comportamiento que hayan tenido con sus universidades respecto a la crisis. Según los datos, España, Grecia y Chipre componen la categoría de naciones que han rebajado la financiación universitaria más de lo que ha caído su PIB. Los otros grupos reúnen a países que han subido la financiación bien sea por encima del PIB o por debajo o que la han bajado menos de lo que ha caído el PIB o lo han hecho pese a que ha subido el PIB, caso este último de las naciones del Reino Unido, Letonia, Lituania, Hungría y Suecia.
Por último, Sacristán explicó que la crisis está alejando a España cada vez más de sus vecinos europeos en el sector universitario. Así, nuestro país invertía 14.191 dólares constantes por estudiante en 2009, por encima de la media tanto de la UE de los 21 como de la OCDE. Cinco años después, España se ha pasado al otro lado de la tabla: gasta 13.464 dólares por alumno y está por debajo tanto de la UE como de la OCDE.
Esta circunstancia se repite en todos los indicadores. En el gasto en universidad respecto al PIB, España ha pasado del 1,11% al 1,08% (y con un PIB en retroceso, lo que quiere decir que si el gasto no se hubiera tocado el porcentaje habría subido). En este apartado, España es el sexto país de la UE que menos gasta y cinco comunidades autónomas (Baleares, Navarra, La Rioja, Cataluña y Castilla-La Mancha) están por debajo de todos los países europeos en inversión en educación terciaria.