Las donaciones y trasplantes de órganos se redujeron en 2020 por la crisis epidemiológica y la pandemia de la COVID-19. A pesar de esto, España siguió siendo líder mundial de donación de órganos, según el informe del Registro Mundial de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) en colaboración con la OMS, cuyos datos se recogen todos los años en la 'Newsletter Transplant' del Consejo de Europa.
En general, el porcentaje de actividad mundial de trasplantes se redujo un 18% con respecto a 2019, siendo el trasplante de corazón el que mejor se mantuvo, con un 8% de descenso. Asimismo, el número de donantes fallecidos disminuyó un 13%, mientras que el de donantes vivos lo hizo en un 32%.
Como recoge el texto de la ONT, en 2020 se efectuaron 122.341 trasplantes en los 82 países que han participado en esta edición de la 'Newsletter Transplant'. De ellos, 76.397 fueron trasplantes de riñón, lo que supone el 30% de donante vivo, 30.275 de hígado, el 18% de donante vivo, 7.840 de corazón, 5.765 de pulmón, 1.910 de páncreas y 151 de intestino. Estos trasplantes fueron posibles gracias a 34.739 donantes fallecidos, a los que se suman 28.635 donantes vivos.
Respecto a las donaciones, la Unión Europea registró en 2020 una tasa de 18,4 donantes por millón de población (p.m.p), mientras que España contó con una tasa de 38 donantes p.m.p, el 19% del total de donantes de la Unión Europea y el 5% de los registrados en el mundo, aunque el país apenas representa el 9% de la población europea y el 0,6% de la mundial. Esto sitúa a España a la cabeza como líder mundial en donación un año más, después de 29 años consecutivos. Por otro lado, en 2020 se alcanzó una tasa de 94,6 trasplantes p.m.p, una cifra solo superada a nivel mundial por Estados Unidos, con 120,6 trasplantes p.m.p.
A pesar de la disminución de la actividad por la pandemia, la donación en parada cardíaca o asistolia se ha mantenido activa en los 22 países que cuentan con este programa, según el documento de la ONT. En este sentido, España el país del mundo con la tasa más elevada de donantes en asistolia, que representan el 37% del total de donantes en parada cardíaca de la Unión Europea. Esta práctica se considera una estrategia imprescindible para asegurar la disponibilidad de órganos para trasplante.
Las cifras del Registro Mundial de Trasplantes muestran las consecuencias que ha tenido la pandemia de la COVID-19 en la paralización de trasplantes y donaciones. Esto se explica por el colapso de los sistemas sanitarios y la saturación de las unidades de cuidados intensivos. También por la incertidumbre sobre el impacto de la infección por coronavirus en el paciente trasplantado al comienzo de la pandemia, que llevó a cierta reticencia inicial a trasplantar en un entorno de transmisión comunitaria sostenida. En general, la disminución global de la actividad se produjo durante la primera ola de la pandemia, y posteriormente los países fueron retomando sus programas de manera progresiva.
Sin embargo, pese a esta situación epidemiológica, los datos de donación española registrados en 2020 superan los de cualquier otro país del mundo durante los años previos a la crisis sanitaria. En total, el año pasado se registraron en España 1.777 donantes fallecidos y 270 donantes vivos, lo que permitió realizar más de 4.400 trasplantes: más de la mitad renales, 1.034 hepáticos, 336 pulmonares, 278 cardíacos, 73 de páncreas y cuatro intestinales.