España marca el ritmo del calentamiento marino: 2022 batió el récord de temperatura del agua

Los océanos del mundo están recalentándose. Acaba de batirse el récord de temperatura marina desde que hay registros de satélite: 21ºC. España, lógicamente, no puede escapar a esta tendencia. Más bien, está a la cabeza. Por un lado, 2022 marcó la máxima en las aguas circundantes de España. Por otro, buena parte de la costa española cae en el Mediterráneo, un foco de calentamiento acelerado. En este abril de 2023, hay zonas que están experimentando una ola de calor marina.

Los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) muestran que el Cantábrico y el Atlántico noroeste estuvieron entre los 15 y 17ºC. El sur superó los 19ºC. El Mediterráneo se fue más allá de los 20ºC. La anomalía en general respecto a la media del periodo 2010-2020 se situó en 0,7ºC de más. Pero en el Mare Nostrum la cosa se disparó a los 1,4ºC por encima de su promedio. Las aguas más cálidas desde 1940, afirma la Agencia.

“Todas las subregiones del Mediterráneo occidental sufrieron en 2022 olas de calor marinas sin precedentes”, resumía para elDiario.es la investigadora del Sistema de Observación Costera de las Islas Baleares (Socib) Mélanie Juza. “El 13 de agosto de 2022 se registró un promedio récord de temperatura de la superficie del mar de 29,2ºC en el mar Balear, lo que suponía 3,3 grados por encima de la media histórica”, según Juza.

Así que las aguas del sur y el levante español vieron cómo los termómetros subían y subían, pero no bajaban. “En las Baleares y la costa levantina, el agua del mar estuvo más cálida de lo normal el 95% de los días del año 2022”, ilustran las mediciones.

Los mares acumulan la mayoría del calor que atrapa el efecto invernadero. Más o menos el 80%. El proceso descrito por los científicos consiste en que muchas actividades humanas –con el uso de combustibles fósiles, la ganadería industrial o los incendios forestales masivos– liberan gases invernadero a la atmósfera. Allí retienen la radiación del Sol que ha rebotado en la superficie del planeta en lugar de escapar hacia el espacio exterior. Y los océanos son los que más se quedan.

El verano de 2022 fue el más caluroso en España desde que hay registros (1961). La temperatura media en la península fue de 24,7 grados. Dos más que la media histórica. Así que el agua pudo tragarse un montón de calor extra.

Y tener esas aguas a temperatura más elevada de lo normal, además de dañar los ecosistemas, “impulsa las temperaturas de la ciudades”, rematan en la Aemet. De hecho, ese mismo verano de 2022 encadenó noches tropicales –por encima de 20ºC– y noches ecuatoriales (24ºC). “El número de noches tropicales en Valencia se ha multiplicado por cuatro en las últimas décadas”, según los cálculos de la Aemet.

Sin alivio en 2023

Este ha sido el balance térmico-marino del curso pasado. Pero la cosa no ha aflojado mucho a la luz de los datos. Ahora mismo, la situación no es de alivio.

Según los datos del Socib, en el mar de Alborán se registra una ola de calor marina desde mediados de marzo y hasta este momento. Una ola de calor marina supone que la temperatura está por encima de los registros, al menos, cinco días. “En el mar Mediterráneo, las olas de calor marinas han aumentado considerablemente en intensidad, duración y frecuencia”, explica el Socib.

En el mar de Argelia (que toca España) también hay un pico térmico. En el mar Balear –que ya registró una ola de calor en enero–, las mediciones desde marzo están por encima del promedio de temperaturas más altas. En el golfo de León la ola de calor se prolongó durante buena parte de marzo para descender al inicio de abril. Es decir, en todas la regiones que componen el Mediterráneo costero español, las aguas están bastante más cálidas de lo que correspondería a esta época del año.