Buena parte de España atraviesa otra ola de calor que apunta a los 44ºC por el día y noches tórridas que no bajan de 25ºC. Este nuevo pico térmico llega después de cerrar el junio más cálido a nivel planetario y de que el pasado 7 de julio se batiera el récord de temperatura global medido en la Tierra. El calentamiento global “está fuera de control”, en palabras de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El calor extremo se está registrando en la temperatura del aire y la del mar. Especialmente del Atlántico norte donde se han medido “anomalías excepcionalmente altas”, según el servicio de observación por satélite Copernicus.
“Las temperaturas del Atlántico están incluso por encima de lo que habían previsto los modelos”, ha explicado este lunes el jefe del Programa de Investigación Climática de la OMM, Michael Sparrow. “Son cambios increíbles los que estamos viendo. Y muy preocupantes”.
El pasado junio fue el más cálido a nivel planetario desde que hay mediciones con una temperatura media más de medio grado por encima del promedio 1991-2020. Supera, por “un margen sustancial” el anterior junio más caluroso –que se midió en 2019– cuya diferencia con la media fue de 0,34ºC, analiza Copernicus.
Este mes de junio en España también fue bastante caluroso y superó los valores esperables. La temperatura media del país llegó a 21,1ºC, que es un grado más que el promedio. “Destacaron especialmente las mínimas”, ha detallado el meteorólogo portavoz de la AEMET, Rubén del Campo. Esas mínimas, en general, han sido 1,8ºC más altas que la media. “Fue el tercer junio con mínimas más altas tras 2017 y 2005”, cuenta Del Campo.
“Estas temperaturas de récord tanto en el océano como en el mar continúan en julio”, ha advertido la OMM. De hecho, al comienzo del mes se ha roto el tope de temperatura global. El 7 de julio se midieron, a escala planetaria, 17,24ºC de temperatura media, lo que batió el anterior pico que se había medido un 16 de agosto de 2016 con 16,94ºC.
Los datos “llegan al comienzo del fenómeno de El Niño y en medio del contexto de cambio climático” , ha querido enfatizar este lunes el jefe de Vigilancia Climática de la OMM, Omar Baddur.
Al tiempo que el aire se ha recalentado, la superficie del mar también ha llegado a valores extraordinariamente altos. Los investigadores han puesto el acento en el Atlántico del hemisferio norte. “Se han observado olas de calor marino muy severas alrededor de Gran Bretaña y los países bálticos”, ha reseñado Baddur.
“El calor externo en el océano tiene muchas implicaciones en el tiempo. Acaba por producir esas olas de calor marinas que afectan a los ecosistemas y a la pesca, pero también a los eventos meteorológicos extremos como los huracanes, las precipitaciones torrenciales o las sequías”, ha detallado Baddur. “Cuando decimos que se trata de cambios severos significa también cambios severos en la probabilidad de que ocurran esos fenómenos de tiempo extremo”, ha abundado el climatólogo.
En España, además de el Atlántico, el mar Mediterráneo lleva semanas soportando temperaturas mucho más altas de lo normal. El Mediterráneo occidental atraviesa una ola de calor marina desde comienzos de junio, según los datos del Sistema de Observación y Predicción Costero de las Islas Baleares (SOCIB).
Si se mira más concretamente, el mar de Alborán está ahora a 25ºC, más de tres grados por encima de su promedio, y en una ola de calor que se remonta a abril pasado. En el mar de las Islas Baleares han llegado a 27ºC cuando su promedio para este momento del año está un poco por encima de los 23ºC . Todo el Mediterráneo español está en situación de “calor extremo”, de acuerdo con el SOCIB.
Hay que tener en cuenta, además, “que estas subidas de temperatura se están produciendo cuando el fenómeno de El Niño –que libera calor del Pacífico a la atmósfera– todavía está en su fase inicial y no ha desplegado sus efectos completamente”, ha recordado Michael Sparrow.