Uno son muchos, pero están mal pagados. Las otras son pocas, pero están (comparativamente) mejor pagadas. España es uno de los países europeos que más médicos tiene en relación con la población, aunque peor remunerados, mientras está entre los que tienen menos enfermeras, que sin embargo cobran por encima de la media, según el informe Panorama de la Salud, que acaba de publicar la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con datos de 2020, informa Efe.
El estudio de la OCDE, que se realiza con carácter bianual, también defiende un aumento de la inversión en Sanidad de un 1,4% del PIB de media con el fin de atender las necesidades “urgentes” para proteger la salud de la gente, para forzar las bases de esos sistemas sanitarios y para reforzar a los profesionales de la primera línea.
4,6 médicos por mil habitantes
El informe de la organización internacional expone que en 2020 en España había 4,6 médicos por cada 1.000 habitantes, la cuarta mayor proporción de la UE, únicamente inferior a la de Grecia (6,2), Portugal (5,5) y Austria (5,4), y por encima de la media de 4 en toda la UE. Más aún, el estudio hace notar que los datos de Grecia y Portugal están sobre-estimados, ya que allí las estadísticas incluyen a todos los doctores autorizados a ejercer aunque algunos estén ya retirados y otros han emigrado al extranjero pero han querido mantener la autorización para trabajar en su propio país.
La OCDE sostiene que la remuneración de los médicos generalistas con estatuto de asalariados en España es el equivalente de 2,6 veces el salario medio del país, una cifra (en principio) alta, pero inferior comparativamente a la de otros países. Así, y aunque no hay una media europea, los galenos alemanes cobran 4,4 veces el salario medio, en el Reino Unido 3,4 veces, en Francia y en Suiza tres veces más. Por debajo quedan Países Bajos (2,2), Portugal (2,4) y buena parte de los países del centro y del este de la UE.
Faltan 95.000 enfermeras
El documento publicado este lunes repasa también la situación de las enfermeras. Dice el estudio que en 2020 (último año con datos comparables) había en España 6,1 enfermeras en ejercicio por cada 1.000 habitantes. Esta relación de profesionales es la séptima más baja de los Veintisiete y está netamente por debajo de las 8,3 de la media comunitaria, y por debajo de la mitad que los países con más enfermeras, como Francia (11,3), Alemania (12,1), Irlanda (12,8) y Finlandia (13,6). El informe puntualiza, sin embargo, que “en algunos países con un número relativamente bajo de enfermeras, como Italia y España, existe un gran número de auxiliares sanitarios (o auxiliares de enfermería) que prestan asistencia a las enfermeras”.
Un cálculo reciente del Consejo General de Enfermería cifraba en unas 95.000 profesionales el déficit del país en enfermeras.
Además, dice la OCDE, se espera que la demanda de enfermeras siga subiendo en los próximos años por el envejecimiento de la población y también porque una parte de las profesionales van a llegar pronto a la edad de retiro. En este contexto, razona el informe, mantener a las que están en activo es uno de los principales retos, para lo que se uno de los aspectos examinados es su remuneración.
Sotiene el Panorama de la Salud que las enfermeras de los hospitales españoles ganan el equivalente de 1,5 veces el salario medio del país. Este dato las sitúa –siempre comparativamente– entre las mejor remuneradas de la UE: solo le supera Bélgica con 1,6 veces y la media es 1,2.
También su remuneración es relativamente elevada si la comparación se hace en euros de poder adquisitivo equivalente, es decir, teniendo en cuenta el nivel de precios de cada país. Con ese artificio contable de la OCDE, el sueldo anual de una enfermera española, 40.700 euros, es el sexto más alto, por debajo de los de Luxemburgo, Bélgica, los Países Bajos, Dinamarca y Alemania, pero por encima de la media de 35.300.
Hace falta más inversión
Además, la OCDE repasa el gasto sanitario de los países. Esta partida se sitúa en España en un porcentaje del producto interior bruto (PIB) del 10,7%, ligeramente por debajo de la media comunitaria (10,9%) e inferior a la de otros países más ricos como Alemania (12,8%), Francia (12,2%), Suecia (11,5%) o Austria (11,5%).
A la atención primaria se dedicaba en España un 13% del dinero de la sanidad en 2020, el mismo porcentaje de la media de los 22 países para los que había datos.
Una de las partidas que más ha aumentado es la dedicada a la prevención. España estaba en este apartado en 2019 con un 2,1% del PIB, por debajo del 2,5% de la media de la UE. Pero en 2020, con el inicio de la pandemia, se priorizó esta partida y su cuota subió hasta el 3,2%, como en el conjunto de la Unión.
España fue en 2021, con 83,3 años, el país de la Unión Europea con la esperanza de vida más alta por delante de Suecia (83,2) y eso pese al fuerte aumento de la mortalidad en el primer año de la epidemia del coronavirus que no se pudo corregir en su totalidad en el siguiente, según refleja el Panorama de la Salud de la OCDE.
Este estudio cifra en 0,7 años la pérdida de esperanza de vida en España entre 2019 y 2021, una evolución peor que la de países nórdicos o de Europa occidental como Suecia, Dinamarca, Finlandia o Alemania, donde las estadísticas casi no se han movido en esos dos años.
España, como Italia o Bélgica, sufrió un serio incremento de la mortalidad en los primeros meses de la pandemia, pero la situación ha mejorado después, con un impacto atenuado en la mortalidad.
Sus mujeres en 2021 tenían, con 86,2 años, la mayor esperanza de vida en los veintisiete países miembros de la UE, seguidas de lejos por las francesas (85,5), las italianas (85,1), las suecas (85), las luxemburguesas (84,9) y las finlandesas (84,7).
En el caso de los hombres, entre los que hubo muchos más fallecimientos por COVID, la esperanza de vida de los españoles (80,3 años) la superaban en 2021 los suecos (81,4), pero también los malteses (81,3), los irlandeses (80,8), los luxemburgueses (80,7) y los italianos (80,6).
Fuera de la UE, solo un país europeo tenía una esperanza de vida superior a la de España, Suiza con 84 años. Su estadística de los hombres es la más alta de todas las del Viejo Continente con diferencia (81,9 años), pero la de las mujeres es inferior a la de España (85,9).