La España Vaciada se empeña en no perder un último tren con 10.000 millones de euros
La peor derrota para la España Vaciada se produce cuando se suma a la lista otro pueblo que se queda sin habitantes y desaparece. Antes de que esto suceda, la lenta agonía: el cierre de otro centro de salud, la falta de tiendas, de colegios, de transporte o de servicios bancarios. Evitar ese destino, el de otro municipio despoblado, es el objetivo con el que ha arrancado la III Asamblea General de la España Vaciada que se celebra en Priego (Cuenca, 896 habitantes) este fin de semana y que parte con una idea clara, la de que el último tren pasa por los 10.000 millones de euros de los fondos europeos para luchar contra la despoblación rural. El futuro de cientos de pueblos depende de en qué se invierta dicha cantidad.
“Hay muchos municipios que no pueden seguir aguantando así. Dentro de tres o cuatro años muchos van a desaparecer”, vaticina Antonio Saz, portavoz del movimiento ciudadano Teruel Existe. A la cita acudirán 160 asociaciones de más de 20 provincias. “Tenemos que exigir medidas concretas con financiación ya, no empezar a pensar en medidas y análisis”. Saz reclama pasar de la teoría a la acción cuanto antes.
“La gran derrota es perder servicios y es la dinámica que estamos viendo”, continua. “Nos estamos quedando excluidos de servicios bancarios, transporte, seguridad. Si queremos que esto se revierta tiene que ser con acciones y medidas. Somos personas con los mismos derechos independientemente de donde estemos ubicados”, añade.
Pero la coordinadora de la España Vaciada exige que las medidas que se apliquen tengan en cuenta su ‘Modelo de desarrollo’, documento que consta de 101 medidas que fue presentado en el Congreso de los Diputados el pasado mes de mayo. El texto ofrece medidas de acción concretas para invertir los 10.000 millones de euros, o al menos una parte, en su versión de la lucha contra la despoblación.
Un plan de retorno para los jóvenes; que llegar a un centro sanitario o educativo no conlleve más de media hora; realizar una transición energética justa para que la instalación de renovables genere de verdad riqueza y empleo en los municipios pequeños o que se compense de manera directa a los territorios que generen estas energías limpias son algunas de las ideas que se extraen del documento de 340 páginas.
“Llegamos a Priego con tres objetivos muy significativos”, continúa Saz. “Convencer a todo el arco político del problema de la cohesión territorial y la despoblación; lograr que todos los políticos se comprometan y que se ponga en marcha algo que es vital, el plan 100/30/30”, enumera desde el otro lado del teléfono.
El plan 100/30/30 pide que cualquier territorio cuente con una capacidad mínima de 100 MB simétricos de acceso a Internet, para conseguir así que la gente que puede trabajar a distancia se asiente en el territorio. La medida pide también que no se tarde más de 30 minutos en llegar a un centro sanitario o educativo, o que para alcanzar una vía de alta capacidad la distancia a recorrer no sea de más de 30 kilómetros.
Las plataformas reclaman asimismo una rebaja de impuestos para las empresas que ya trabajan en el territorio o para las que se quieran instalar. Arguyen que, si el Estado no da los mismos servicios, tampoco se paguen los mismos impuestos.
Una solución desde los territorios
“La parte más relevante es cómo conseguir, porque no lo hemos conseguido desde 2019 [fecha que hace referencia a la gran manifestación de la Revuelta de la España Vaciada], pasar de la teoría a la práctica”, reconoce Fernando Pulido, portavoz de Extremadura Vaciada. Pulido considera que, aunque haya un gasto anunciado de 10.000 millones, “no ven claro el horizonte ni el grado de implicación del Gobierno para la solución del problema”.
Pulido califica las 130 medidas ante el reto demográfico propuestas por el Gobierno de “apresuradas” y considera que “la filosofía en la que se basan es totalmente diferente” a las propuestas por la coordinadora. “El problema de la España Vaciada se tiene que resolver con sus habitantes”, protesta, y pone como ejemplo “la implantación de las grandes plantas eólicas” que están provocando protestas en Galicia o Teruel. “Energías renovables sí, pero no así”, apunta, en referencia a uno de sus lemas utilizados.
“El plan del Gobierno está diseñado desde la gran ciudad. Si se pasa esta oportunidad, los pueblos desaparecerán. No nos quedará otra que irnos a vivir a Madrid y Barcelona”, concluye Pulido.
Existe una distancia estratosférica entre un despacho ministerial y la gente que vive en los territorios
“Existe una distancia estratosférica entre un despacho ministerial y la gente que vive en los territorios”, reconocen fuentes de Teruel Existe, después de la experiencia de dos años trabajando en el Congreso de los Diputados de la mano de Tomás Guitarte. Hace poco más de un año, lograron que el Congreso aprobase con una amplia mayoría de apoyos una moción en la que se instaba al Gobierno a actuar poniendo en marcha un “Pacto de Reactivación de las zonas despobladas”. Después llegó el plan del Ministerio y los fondos europeos. “Aunque pongas millones en la mesa se necesita iniciativa pública que ponga grandes proyectos motor en marcha”, explican. “El problema es que ellos consideran que pequeño es un pueblo de 10.000 habitantes o de 2.000. La mayoría de nuestros pueblos tienen menos de 500 y hay muchos de 200 y 100 habitantes”.
Desde Cuenca Ahora, señalan que en esta tercera asamblea también se quiere analizar lo que se ha conseguido: que se hable de despoblación como un asunto importante. También destacan la fortaleza que tiene ahora esta gran coordinadora, que no deja de crecer y que saldrá reforzada de Priego. “Se ha logrado que la despoblación esté a la orden del día”, dice Cruz Fernández, portavoz de la asociación conquense.
“No ha habido avances considerables que esperamos que sí se materialicen con la llegada de los 10.000 millones de euros y con el pacto de Estado”, desea Fernández. Reactivar el tren convencional, que haya Internet en los pueblos, que los que se instalen no se vayan, poder ir al cine o al teatro, que se abran hospitales y no se cierren centros de salud. “Esperemos que sí. Es nuestra esperanza. La elaboración del modelo de desarrollo que ha sido fruto del trabajo. Esperemos que el Gobierno, aparte de las suyas propias que presentó [la vicepresidenta Teresa] Ribera, incorpore las más importantes de las nuestras”, concluye.
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