Una variante del coronavirus probablemente originada y con seguridad extendida entre trabajadores agrícolas en Aragón y Catalunya en junio se ha propagado rápidamente por gran parte de Europa desde el verano y ahora representa la mayoría de los nuevos casos de COVID-19 en varios países, según un estudio de un equipo internacional de científicos que ha estado rastreando el virus a través de sus mutaciones genéticas y que ha publicado este jueves el periódico británico Financial Times.
La investigación muestra que la nueva variante representa más del 80% de los casos en España y Reino Unido, el 60% en Irlanda y hasta el 40% en Suiza y Francia. Debido a que cada variante tiene su propia firma genética, se puede rastrear hasta el lugar donde se originó. El estudio aún no se ha publicado en una revista revisada por pares (por otros científicos que garanticen su rigurosidad).
Este verano, los brotes de COVID entre trabajadores temporeros de la fruta, muchos de los cuales se alojan en condiciones penosas durante las campañas, constituyeron una de las principales preocupaciones de las autoridades sanitarias. A principios de agosto, el 60% de los nuevos positivos desde el inicio de la “nueva normalidad” se concentraban en Catalunya y Aragón, donde se estaba desarrollando la campaña de recogida de la fruta de hueso.
El estudio, que describe la extraordinaria propagación de la variante, llamada 20A.EU1, sugiere que las personas que regresaron de sus vacaciones en España desempeñaron un papel clave en la transmisión del virus por toda Europa.
“A partir de la propagación de 20A.EU1, parece claro que las medidas [de prevención de virus] implementadas a menudo no fueron suficientes para detener la transmisión de variantes introducidas este verano”, ha afirmado Emma Hodcroft, genetista evolutiva de la Universidad de Basilea y líder del estudio.
Según Hodcroft no hay evidencia de que la propagación [rápida] de la variante se deba a una mutación que aumente la transmisión o impacte en el resultado clínico. Pero sí enfatiza que 20A.EU1 es diferente a cualquier versión de SARS-CoV–2, el virus que causa la COVID-19, con el que se había encontrado anteriormente. “No he visto ninguna variante con este tipo de dinámica desde que he estado observando las secuencias genómicas del coronavirus en Europa”, dijo.
La nueva variante, que tiene seis mutaciones genéticas distintivas, habría surgido, o al menos se habría extendido por primera vez, entre los trabajadores agrícolas en el noreste de España en junio y se movió rápidamente entre la población local, según el estudio. Uno de los coautores de la investigación es Iñaki Comas, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV-CSIC), y director del consorcio SeqCovid–España que está estudiando la propagación del virus.
Según ha explicado este jueves Comas en Twitter, “tenemos constancia de que los casos de Aragón están ligados a un brote entre trabajadores de la fruta que fue compartido entre Aragón y Cataluña. Este evento superdispersor permitió al genotipo crecer rápidamente, primero localmente, luego en el resto de España”.
Según Comas, “una vez más vemos un patrón que se repite. Parecido a lo que vimos en la primera ola”, es decir que “un genotipo incrementa su frecuencia gracias a eventos de superdispersión y en muy poco tiempo, apoyado en la alta movilidad, domina a nivel local o nacional”.
A su juicio, la investigación “demuestra la importancia de contener los brotes tempranamente” y que “hemos fallado en proteger a los más vulnerables y esto nos ha hecho más vulnerables”. Además, enfatiza que “lo que ha pasado no es algo exclusivo de España y se ha descrito otro genotipo a vigilar en Francia.
Tanja Stadler, profesora de evolución computacional en ETH Zurich que forma parte del proyecto, explica que el análisis de muestras de virus tomadas de toda Europa en las últimas semanas mostró que se derivaron de esta misma variante. “Podemos ver que el virus se ha introducido varias veces en varios países y muchas de estas introducciones se han extendido por la población”, dijo.
Los investigadores concluyen que el “comportamiento de riesgo” de los turistas en España, como ignorar las pautas de distanciamiento social, y continuar teniendo ese comportamiento en sus lugares de origen ayudó a la propagación de la nueva variante.