No es Hamsterdam, pero el catálogo de oferta no está a su altura. Hamsterdam era un invento de The Wire, allá donde los adictos podían drogarse con el visto bueno de la policía: ayudaba a circunscribir el tráfico y el consumo, pero también tenía un punto de oasis de la droga. El experimento duró poco, pero ya sería spoiler.
La UE no es Hamsterdam ni es un capítulo de The Wire, pero, según los cálculos difundidos este martes en el Informe sobre los mercados de drogas de la UE de 2019 por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) y Europol, los europeos gastan al menos 30.000 millones al año en consumo de drogas. Es decir, si la población europea son 512 millones, de los cuales el 85% tiene más de 14 años, la media de consumo en personas que tienen acceso a las drogas es de 68,9 euros: aproximadamente dos quintas partes (39%) se destina al cannabis, el 31% a la cocaína, el 25% a la heroína, el 5% a las anfetaminas y a la MDMA.
Los últimos datos, informa el Observatorio, “ponen de manifiesto que la disponibilidad general de las drogas en Europa sigue siendo muy alta y que los consumidores tienen acceso a una gran variedad de productos de gran pureza y alta potencia a precios que se mantienen constantes o que están a la baja”.
En el anterior Informe Europeo sobre Drogas 2019: Tendencias y novedades, publicado en junio por el Observatorio Europeo de las Drogas y las ToxicomaniÌas (EMCDDA) en Lisboa, destacaba que en el mercado de la cocaiÌna, el emprendimiento se hace patente en los innovadores meÌtodos de distribucioÌn. Como ejemplo, el informe cita “los servicios telefoÌnicos (call centers) para la obtencioÌn de esta droga, que disponen de mensajeros para poder ofrecer una entrega raÌpida y flexible. Tales meÌtodos, que reflejan una posible uberizacioÌn del comercio de la cocaiÌna, indican que hay un mercado competitivo en el que los vendedores compiten por ofrecer servicios que van maÌs allaÌ del propio producto”.