Nuevo capítulo en el 'culebrón Belorado'. Después del cura coctelero y el falso obispo De Rojas, y tras la llegada de otro pseudo obispo, admirador de Hitler y procedente de Brasil (Rodrigo Da Silva), las exmonjas cismáticas cuentan con un nuevo asistente espiritual. Y no uno cualquiera. Se llama Sergio Casas Vila, es argentino como Francisco (aunque considera al Papa “un modernista que debería ser excomulgado”), y entre sus dotes destaca haber sido juez de boxeo y campeón nacional en preparación de mate, la bebida nacional.
Tal y como adelantó ayer en su cuenta de 'X' Ngo Dinh Thuc y ha confirmado la revista Vida Nueva, el religioso ya comenzó a impartir los sacramentos a las religiosas una vez éstas se desembarazaron del primer falso obispo, De Rojas. De hecho, Casas entró en contacto con las ex clarisas en verano, y sirvió como nexo de unión entre el otro obispo fake, Da Silva, y un tercero en discordia hasta ahora desconocido: el obispo thucistas (un grupo sedevacantista, íntimamente ligado al Palmar de Troya), Raphael Cloquell, del que dependería. De hecho, tal y como revelan las fuentes, “una vez abandona Rojas a las monjas ellas comenzaron a recibir los sacramentos con Sergio Casas Silva”.
“Sabemos por fotos que ha puesto la cuenta de twitter @BishopsThuc que Rojas, antes de conocer las monjas participaba en eventos en una casa al lado del sitio donde funciona Raphael Cloquell”, otro obispo thucista, al parecer clave en esta historia, pues “Sergio Casas Silva depende de Raphael Cloquell”. De hecho, se destaca, “Rodrigo da Silva llega por intermedio de Cloquell y Casas a las monjas”. Ya en España, en concreto en un restaurante de la plaza Mayor de Madrid, “Rodrigo da Silva se reúne con Casas Silva y Cloquell y luego asiste a las monjas y comunican la noticia”. Finalmente, “Cloquell delega a Sergio Casas Silva y Rodrigo da Silva abandona España”.
La llegada del sacerdote argentino a Belorado ya es una realidad, pues se ha empadronado en la villa, y coincide en el tiempo con la salida de una de las lugartenientes de la abadesa, sor Paz, quien hace unos días abandonó Belorado por desavenencias con la deriva cismática de las religiosas que permanecen, acantonadas, en el convento burgalés. Al menos hasta ahora, pues una vez que los Servicios Sociales de la localidad llevaron a cabo preceptivo informe que consideró que las habitantes del convento no se encuentran en situación de vulnerabilidad, el Arzobispado de Burgos activará, en los próximos días, la denuncia por ocupación ilegal del inmueble, arrancando oficialmente así un proceso de expulsión de las monjas. A su vez, el Ministerio del Interior denegó la petición de las ex clarisas excomulgadas para convertir su congregación religiosa en una asociación civil, lo que hubiera permitido poner a su nombre los tres conventos (Belorado, Orduña y Derio) en disputa.
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