Un experto sostiene que el teletrabajo es una oportunidad para innovar y conciliar

El catedrático de Psicología del Trabajo y las Organizaciones de la Universidad de Valencia, Jose Manuel Peiró, sostiene que el teletrabajo visto como una molestia genera estrés e irritación, pero si se cambia el punto de vista puede ser una oportunidad para innovar en el trabajo y mejorar la conciliación.

En declaraciones a EFE, el también investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) recuerda que esta forma de trabajo “no es nueva” y muchas empresas la han propuesto como “estrategia” para la conciliación laboral y familiar por la flexibilidad temporal y espacial que proporciona y que facilita la tecnología.

Pero advierte de que el teletrabajo “nos ha sobrevenido en unas condiciones en las que se está buscando que sea una solución y se pide a un número importante de personas que estén en su casa y que trabajen desde allí, y eso sin preparación ni adecuación”.

El experto defiende que, ante unas condiciones tan exigentes de confinamiento, el teletrabajo puede ser “una de las pocas maneras que tengan muchos sectores de muchos tipos de trabajo de mantener productividad y prestación de servicios y producción necesarias”.

“Es muy importante el enfoque que las personas pongamos ante esta situación porque si lo vivimos como una molestia, una incomodidad o una inoportunidad de nuestra manera de trabajar tendremos experiencias de estrés, de irritación, de desespero y de negación de la posibilidad de hacer algo”, explica.

Sin embargo, apunta que “si cambiamos nuestro punto de vista” y se ve “como una oportunidad” de aprender otras formas de trabajar, “no sólo puede ser útil para resolver esta situación, sino también para innovar en muchas empresas y ver otras formas de trabajo que, cuando se haga con más tiempo y planificado, permitirá mejorar el rendimiento y la conciliación de la vida laboral y familiar”.

Para ello, Peiró explica que se ha de tener en cuenta que las competencias que se requieren para trabajar a distancia son diferentes a las que se usan para trabajar cara a cara y “hay que aprender”, así como reclama que “hay que ser competentes en el uso” de las tecnologías que facilita el teletrabajo.

“Ese es el reto que tenemos, ir practicando y aprendiendo en estas condiciones esa otra forma de trabajar usando las tecnologías pero siendo consciente de que hay otra manera de liderar, de dirigir, de colaborar y de coordinarnos con los compañeros”, asegura.

Y añade: “Ya no es tan importante la presencia y los tiempos frente al logro de objetivos, la producción de resultados y la dedicación honesta y leal para que el trabajo salga adelante”.

Asegura que cuando acabe el confinamiento, se “retomarán” los procesos de trabajo “pero podríamos haber sacado provecho para saber que hay otras formas de trabajar y para analizar si algunas de esas formas que hemos tenido que aprender haciendo de la necesidad virtud, son más eficaces que las que teníamos hasta ahora”.

“Podemos ver en el teletrabajo, aunque sea en unas condiciones un poco penosas y duras, como un ensayo, un análisis o una prueba que nos permite innovar en nuestro trabajo para hacerlo mas eficaz y que permita en mayor medida una conciliación del tiempo de trabajo y el tiempo de familia”, concluye.