La mujer de 64 años que permanecía ingresada desde el viernes en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz tras haber sido tiroteada junto a su hija, por la expareja de esta última, en plena calle en Jerez de la Frontera (Cádiz), ha fallecido en la madrugada de este lunes, según han indicado a Europa Press fuentes del hospital gaditano.
El presunto agresor, que posteriormente se suicidó, disparó contra ambas, que llevaban viviendo en la ciudad desde hacía aproximadamente un año, en la calle Molinos de Viento, en el barrio jerezano de San Miguel.
Madre e hija, naturales de Algar, al igual que el hombre, resultaron heridas muy graves, estado en el que se encuentra la segunda, de 33 años, ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Jerez.
El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, ha condenado el asesinato de la mujer y ha hecho una llamada a las instituciones y a toda la sociedad para mantener “un estado de alerta constante” ante la violencia de género.
En un comunicado explica que, al igual que la sociedad actual “se siente amenazada por el terrorismo, debería también concienciarse del terrorismo machista que amenaza a las mujeres a lo largo de toda la historia”.
La mujer asesinada no será incluida en las estadísticas oficiales sobre violencia de género que elabora el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad porque la ley solo contempla como tal aquella violencia perpetrada por parte de quien sea o haya sido su expareja.
Los datos oficiales contabilizan 27 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año. De ellas, casi la mitad, un 44,4% había denunciado. Una cifra alta en comparación con otros años, como el pasado, cuando a 31 de diciembre había denunciado solo una mujer más que las de este 2016. 2015 finalizó con 60 casos de violencia de género.
Según señalaron fuentes policiales y el Instituto Andaluz de la Mujer en el caso de la mujer tiroteada el pasado viernes no existían denuncias previas. Las expertas insisten en que los fallos del sistema contribuyen a que solo un 28,6%, según la Macroencuesta de 2015 realizada por el Ministerio, denuncien la situación de malos tratos.