Las federaciones deportivas incumplen con la paridad a cuatro meses de que la ley les obligue

Paula del Toro

31 de agosto de 2023 22:21 h

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A cuatro meses de que la paridad en los órganos directivos de las federaciones deportivas sea de obligado cumplimiento, varias organizaciones de este tipo a nivel nacional no llegan a los porcentajes que marca la ley del deporte. La mayoría infringen la norma amparándose en que aún no existen mecanismos de resolución del desequilibrio en estos casos y tampoco sanciones. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no es la única que se agarra a este argumento: la de voleibol, la de hípica o la de tenis -entre otras- también se amparan en ello.

“Hoy en día asistimos al crecimiento imparable del papel de las mujeres en el deporte sin que el ordenamiento jurídico haya respondido adecuándose a este fenómeno. Esta ley permite que las distintas modalidades y especialidades deportivas, con independencia del sexo de sus deportistas, puedan ser profesionales en unas condiciones que garanticen la viabilidad y estabilidad de las competiciones en las que participen. Además, las entidades deportivas deberán equilibrar la presencia de hombres y mujeres en sus órganos directivos”, reza la Ley del Deporte aprobada por el gobierno de coalición el 30 de diciembre de 2022. 

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha sido denunciada por la formación Sumar ante el Consejo Superior de Deportes por considerar que está incumpliendo esta regla, puesto que de sus 20 miembros solo dos son mujeres. “La desproporción entre mujeres y hombres no se limita a la Junta Directiva, sino que alcanza la totalidad de los órganos federativos, reflejando una patología que no puede considerarse puntual o coyuntural sino sistémica”, asegura el partido de Yolanda Díaz. Por ejemplo, solo el 9% de su plantilla (38 de sus 411 miembros) son mujeres. 

Aunque la ley obliga a que se cumpla esa paridad en cuanto a participación de hombres y mujeres (una representación de entre el 40% y el 60%), en los distintos órganos directivos de las entidades deportivas, hasta el 1 de enero de 2024 las federaciones deportivas no están obligadas a ello.

Esta norma, al no tener desarrollada la reglamentación necesaria para llevar a cabo cualquier proceso de obligatoriedad extrajudicialmente, solamente perpetúa las endogamias del sistema federativo

Para Mar Mas, presidenta de la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP) esta situación no se va a poder solucionar a corto plazo porque, dice, “la Ley del Deporte actual no tiene las herramientas necesarias para erradicar la desigualdad en los altos cargos de las federaciones”.

“Esta norma, al no tener desarrollada la reglamentación necesaria para llevar a cabo cualquier proceso de obligatoriedad extrajudicialmente, solamente perpetúa las endogamias del sistema federativo. Los abogados de Rubiales, y del resto de federaciones, se conocen la ley mejor que el propio Gobierno, y por eso les da igual que se esté hablando de multas”, resume.

Mas considera que es necesario “dar un golpe encima de la mesa y decir basta”, ya que desde la AMDP llevan años pidiendo la creación de federaciones femeninas propias en cada deporte. Mas aporta la razón por la que las federaciones femeninas son necesarias: “Aunque [en las federaciones masculinas] haya mujeres en las juntas directivas por cumplir con los porcentajes de paridad, nos dejan con puestos de vocales en los que no tenemos ni voz ni voto”. “Dicen que no se pueden hacer, pero lo que no quieren es que haya mujeres en la toma de decisiones”, añade.

Pocas mujeres en los órganos directivos, si es que las hay

El baloncesto es el deporte en el que hay más mujeres federadas en España: en 2022 fueron 130.644. Sin embargo, no en todos los órganos directivos de la Federación Española de Baloncesto (FEB) existe paridad. Su Comisión Ejecutiva está formada por 15 personas, de las cuales seis son mujeres. Por tanto, este órgano de gobierno, que según la propia federación “gestiona los asuntos importantes junto al presidente y la Comisión Delegada, sí cumple con ese 40% de plantilla femenina para cumplir con la paridad que marca la ley”.

Dentro de esta Comisión Ejecutiva no se distinguen los cargos, por lo que todos deberían tener la mismas competencias. A pesar de ello, en la Junta Directiva solamente encontramos tres mujeres entre sus 15 componentes. Fuentes de la FEB aseguran que “al tratarse de un órgano administrativo”, el Consejo Superior de Deportes les “ha reconocido la paridad” por cumplirla en la Comisión Ejecutiva. 

Entre los deportes con más licencias femeninas están, tras el baloncesto, los deportes de montaña, que sí cuentan con paridad en los órganos de gobierno de su federación. Después van el fútbol, el golf, el voleibol y la hípica, en orden de mayor a menor número de mujeres federadas. En los dos últimos (voleibol e hípica), las mujeres superan con creces a los hombres con licencia federativa. No obstante, en ninguno de los cuatro mencionados existe paridad ni equilibrio de cargos dentro de las Juntas Directivas de sus federaciones. 

Un caso que puede resultar llamativo es el de la Real Federación Española de Golf (RFEG). En 2022 se contabilizaron hasta 81.500 mujeres federadas en este deporte, situándose el cuarto en el ranking de práctica femenina. Sin embargo, su principal órgano directivo está formado por 43 personas y, de ellas, solamente 7 son mujeres: una es vicepresidenta tercera y las demás son vocales. Es decir, faltarían 15 mujeres más en la Junta Directiva de la RFEG para llegar a la igualdad de cargos.

Su presidente, Gonzaga Escauriaza asegura en conversación con elDiario.es que no hay ni una mujer como responsable autonómica y solamente una entre los 70 clubes nacionales “porque no hay mujeres que se quieran presentar a estos cargos”. Dice que es una situación “desesperante” y que las seis que están dentro de la Junta Directiva es porque “se les ha convencido, como se está intentando hacer con muchas otras para que se presenten a las elecciones del próximo año”. Lo cierto es que la paridad en los órganos de gestión de la RFEG no llega al 14%, lejos de la plena equidad e incluso del 40% de mujeres que requiere la paridad. 

Mar Mas pone en tela de juicio las afirmaciones de Escauriaza ya que, dice, son “la misma excusa de siempre”. “Dicen que las llaman pero que no quieren ejercer, y lo que no quieren realmente es hacer de floreros. Quieren participar y tener las mismas competencias y sueldo que los hombres. Pero eso no lo permiten ni lo permitirán los presidentes de muchas federaciones por ser patriarcales, misóginas y machistas”, opina.

Deportes con más licencias femeninas que masculinas

La Real Federación Española de Voleibol (RFEVB) suma hasta 66.196 mujeres con licencia federativa según los últimos datos, situándose así como el quinto deporte más practicado por mujeres y el primero que supera con creces al número de hombres federados (29.242). Sin embargo, la situación en sus órganos de gobierno es parecida a la de la federación de golf.

Si su Junta Directiva está formada por 36 personas, de ellas únicamente 7 son mujeres y todas son vocales, por lo que tienen cargo pero no tienen ninguna competencia dentro del órgano directivo. Es decir, esta federación necesita nombrar a más del doble de mujeres con cargo de las que hay actualmente para cumplir con la ley.

En este caso, la federación de voleibol no pone excusas. La RFEVB asegura que “actualmente cumple de forma escrupulosa las disposiciones vigentes y los porcentajes establecidos por el Consejo Superior de Deporte hasta la publicación de la nueva Ley del Deporte”. Es decir, esperarán hasta el 1 de enero de 2024 para incluir a más mujeres en los altos cargos de su organización: “La RFEVB se adaptará estrictamente a la nueva disposición antes de que finalice este plazo, cumpliendo la legislación vigente”, añaden.

Que les hayan dado carta blanca hasta enero del año que viene es solo una muestra más de que nadie nos puede garantizar una igualdad de condiciones laborales y en toma de decisiones. El resto es humo, y nos estamos dando cuenta con esta ley

“En cuatro meses no van a arreglar lo que llevan construyendo durante 30 años”, denuncia Mar Mas. “Que les hayan dado carta blanca hasta enero del año que viene es solo una muestra más de que nadie nos puede garantizar una igualdad de condiciones laborales y en toma de decisiones. El resto es humo, y nos estamos dando cuenta con esta ley”, concluye la presidenta de AMDP.

Si hablamos de jinetes, tampoco encontramos igualdad. En el órgano directivo de la Real Federación de Hípica Española solamente hay cinco mujeres entre los 14 miembros que lo forman. Y la historia se repite: las cinco mujeres son vocales. En este caso solamente les falta una mujer en la Junta Directiva para cumplir con la norma.

La propia federación se apoya, al igual que la de voleibol, en la disposición adicional novena de la nueva Ley del Deporte: “Nos ofrece un plazo hasta el 1 de enero de 2024 para completar la junta con una mujer más. Así lo haremos, por supuesto. Actuamos en coordinación con la administración en todo lo que se refiere a la constitución de los órganos federativos”, sostienen en conversación con este diario.

Las Reales Federaciones de judo, natación y tenis, lejos de la paridad

Las licencias federativas femeninas en los deportes de natación, judo y tenis, apenas superan las 30.000 mujeres en cada uno. Es decir, se sitúan a la cola de los deportes practicados por personas del género femenino y esto se refleja también en sus órganos directivos.

El Comité Director de la Real Federación Española de Judo y Deportes Asociados (RFEJYDA) está compuesto por diez personas. De ellas, dos son mujeres: la directora deportiva y la secretaria general. Por otro lado, su Junta Directiva cuenta con 35 personas, de las que únicamente 9 son mujeres (un 26%).

Esta federación se ampara en el Programa de Mujer y Deporte del Consejo Superior de Deporte (CSD) que establece las obligaciones generales que deberán cumplir los beneficiarios de subvenciones concedidas por este organismo y dicen que “superan el requisito mínimo establecido en el apartado segundo, que marca en un 40% el mínimo de representación femenina en la Junta Directiva u órgano similar, o 4 mujeres en aquellas Juntas Directivas con más de 10 personas, 5 para las de más de 15, 6 para las de más de 20 o 7 para las de más de 30 personas”. 

La incorporación se está realizando tal como marca la ley, teniendo de plazo para alcanzar el equilibrio el 30 de diciembre de 2023. No se tiene conocimiento que haya habido quejas en cuanto a falta de incorporación de las mujeres

Por su parte, en el principal órgano directivo de la Real Federación Española de Tenis (RFET) hay tres mujeres (una de ellas vicepresidenta tercera y dos vocales) de las 14 personas que lo componen. Al igual que las federaciones de voleibol e hípica, aseguran que son “muy conscientes de esta norma” y que “están trabajando para llegar al equilibrio marcado por la ley cuanto antes”.

Aún así, también dicen que van a esperar hasta que finalice el plazo para incluir a las mujeres que faltan para que la Junta Directiva sea paritaria: “La incorporación a la Junta Directiva se está realizando tal como marca la ley en su disposición adicional, teniendo de plazo para alcanzar el equilibrio el 30 de diciembre de 2023. No se tiene conocimiento que haya habido quejas en cuanto incorporación o falta de incorporación de las mujeres a la Junta Directiva, pues el proceso debe ser finalizado a finales de diciembre”, concluye la RFET.

Por último, en la Real Federación Española de Natación (RFEN), de 28 miembros de su junta directiva siete son mujeres, todas ellas vocales. El organismo ha respondido a las preguntas sobre posibles medidas para revertir la situación con distintas palabras que las otras federaciones, pero con el mismo significado: “La nueva Ley del Deporte ha entrado en vigor el 1 de enero de 2023 y nos han dado un plazo de 1 año a las Federaciones para adaptarnos. En nuestro proyecto de Estatutos contemplamos que en los órganos de designación haya al menos un 40% de cada uno de los géneros”. En conclusión, todos dicen esperar llegar a la paridad en sus órganos de gobierno, pero no antes de que les obliguen.