El expresidente del Gobierno Felipe González ha considerado que la lucha contra los incendios forestales no es un problema que afecte sólo a países mediterráneos como Grecia, España, Portugal o Italia, sino que precisa una “previsión europea” para comprender “esta nueva realidad”.
Así lo ha manifestado Felipe González durante su intervención este miércoles en la jornada “Megaincendios, entre el caos y la oportunidad”, organizada por la Fundación que lleva su nombre, donde ha señalado que los fuegos “ya han transcendido esas fronteras”.
A juicio de Felipe González, que ha dicho que su preocupación por los incendios viene “desde hace tiempo”, la sociedad debe “cambiar su percepción” en este asunto, para “intentar que los representantes políticos cambien su toma de decisiones”.
Los 'megaincendios' o fuegos de 'sexta generación' se caracterizan porque a “la variable natural propia hay que sumar la de cambio climático”, ha explicado a Efe la responsable de la campaña de incendios forestales de Greenpeace, Mónica Parrilla, quien especifica que se trata de fuegos con una “altísima capacidad de destrucción”.
“Si no abordamos las causas que propagan los incendios, estos episodios van a seguir agravándose en un contexto de cambio climático”, ha lamentado Parrilla, quien advierte de que llegará una “séptima generación” y, de hecho, durante los últimos diez años han evolucionado hacia “una mayor intensidad”.
Ha calificado el operativo de extinción español como “exitoso” porque durante 2017, un año “bastante malo” en cuanto a fuegos, el 65 % de los incendios quedaron en una fase de conato.
Sin embargo, durante ese mismo año se produjeron 56 grandes incendios, aquellos superiores a las 500 hectáreas, los cuales quemaron “más del 55 % de la superficie calcinada”, por lo que “cada vez menos fuegos son los responsables de más hectáreas quemadas”.
En su opinión, algunas soluciones pasan por una gestión forestal preventiva o una silvicultura adaptada al cambio climático, para que los bosque “sean más resilientes y menos vulnerables a perturbaciones como plagas, enfermedades o a los propios incendios”.
El presidente de la Asociación Extremeña de Empresas Forestales y de Medio Ambiente, Francisco Castañares, que también ha estado presente en el acto, ha afirmado que, aunque Europa posee uno de los riesgos por atentados terroristas “más altos del mundo”, aquí se producen “más muertes por incendios forestales”.
Por ello, a juicio de Castañares, la lucha contra los fuegos “no es solo un problema medioambiental”, sino también tiene que ver con una “protección civil grave”.
Asimismo, Castañares ha apuntado que los fuegos que afectaron en 2017 a la ciudad portuguesa de Pedrógão, además de “dejar muchos fallecidos y centenares de hectáreas quemadas”, demostraron “la llegada de una nueva categoría de incendios”, los cuales “nos empeñamos en afrontar con nuestros medios, pero no es posible”.
Por su parte, Marc Castellnou, jefe del grupo de actuación forestal de los bomberos de la Generalitat de Cataluña, ha afirmado que si no se crean “paisajes más seguros”, llegarán los'teraincendios', aquellos que arrasan un millón de hectáreas, los cuales “van a tener que ser tratados como si fueran huracanes”.