Un grupo de diez feministas vestidas con batas blancas han irrumpido este martes en un acto en el que participaba el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, al grito de “vuestra codicia nos pone enfermas”. Sánchez Martos estaba inaugurando el Encuentro Europeo de Farmacia, que se celebrará en Madrid estos días y que agrupa a laboratorios de la industria farmacéutica de Europa. Una jornada que, en el marco del Día Internacional de la Mujer, ha aprovechado el grupo de mujeres para mostrar su disconformidad con el trato médico hacia las mujeres y la industria farmacéutica que, dicen, “se lucra a nuestra costa” e impone “una visión medicalizada de nuestras vidas”.
El año pasado, un grupo de feministas irrumpió en un acto en el que participaba el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, para protestar contra las políticas del Partido Popular y la reforma de la ley del aborto. “Vuestras políticas nos matan”, gritaban. En esta ocasión, la diana de sus acusaciones ha sido la industria farmacéutica que, en su opinión, “inventa enfermedades y las convierte en patologías para controlar nuestros cuerpos”. Y para ello han desplegado una pancarta con el lema “vuestra codicia nos pone enfermas” en el contexto del encuentro de referencia sobre Farmacia.
La “viagra femenina”
El debate ya estuvo sobre la mesa el pasado mes de agosto, cuando Estados Unidos aprobó la comercialización de un fármaco que llamaba, por una cuestión de marketing,“viagra femenina”. El medicamento se circunscribe a mujeres premenopáusicas con “trastorno del deseo sexual hipoactivo”, caracterizado por la “disminución o ausencia de deseo sexual”. Muchas expertas se alzaron contra la generalización de esta píldora por considerar que enmarcaba la sexualidad femenina a un ámbito únicamente orgánico y la industria se olvidaba del ámbito psicosocial. “Hay una tendencia a medicalizar procesos humanos naturales”, decía entonces la psicóloga Vicky Sánchez.
A ejemplos como este se refiere el grupo de activistas, que ha lanzado un comunicado de forma paralela a la acción. “Pastillas, píldoras y tratamientos de todo tipo para la depresión, el postparto, la menopausia, la menstruación, la ausencia de menstruación, los nervios, el insomnio, el deseo sexual...Todo ello desde una visión que no tiene el interés real de fomentar la salud y el cuidado de la vida”, explican.
Lo cierto es que en torno a un 85% de los psicofármacos (ansiolíticos y antidepresivos) recetados en España se administran a mujeres. Un dato que varias expertas en salud y género achacan a que “existe una tendencia a tratar las dolencias que presentan las mujeres a base de pastillas”. Tal y como denuncia la endocrinóloga y experta en género y salud Carme Valls, “el malestar de la mujer, fruto de las condiciones de vida y trabajo, sometida al doble o el triple de jornada, se ha querido atribuir a la ansiedad y depresión, sin considerar los efectos que el estrés físico y mental provoca”.
Valls opina que “la salud de las mujeres aún permanece invisible para la medicina”. En este sentido, las activistas denuncian “la alianza entre la industria farmacéutica y los poderes gubernamentales para la promoción de la medicalización de la salud”. También critican que “el circuito sanitario occidental nunca nos facilita alternativas a los tratamientos farmacológicos, nos infantiliza y niega nuestra capacidad de elección al no dar a conocer todos los efectos y consecuencias de la toma continuada de medicamentos”.