El Fiscal Nacional de Chile, Jorge Abbott, y los enviados papales Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, coincidieron hoy en la “necesidad absoluta” de la cooperación entre la Iglesia y el Estado de Chile para la investigación de presuntos abusos de menores por parte del clero.
“Hemos compartido con Monseñor Scicluna la necesidad absoluta de la cooperación entre la Iglesia y el Estado de Chile para los efectos de poder hacer avanzar en este tipo de investigaciones”, recalcó Abbott tras reunirse con ambos religiosos en la Nunciatura Apostólica en Santiago.
“Fundamentalmente esa colaboración es para las investigaciones que nosotros estamos llevando adelante y que dicen relación con abusos que han sufrido menores por parte de personas ligadas a la Iglesia”, apostilló.
El Fiscal Nacional subrayó que la idea finalmente “es poder restablecer quiénes son los responsables y fijar el castigo de los mismos”.
Abbott señaló a la prensa que en la cita se habló básicamente de la necesidad tanto para a Iglesia y como para el Ministerio Público de la cooperación para establecer la existencia de los hechos y la responsabilidad que les corresponde a las personas en los abusos de menores.
Anunció que la Iglesia va a abrir una oficina para las personas que tengan necesidad de hacer una denuncia y que el Ministerio Público se encargará de establecer un sistema de protección para las víctimas.
Respecto de los registros que las dependencias de la Iglesia sufrieron tanto en Santiago como en O'Higgins durante esta jornada, en las que los fiscales incautaron importante documentación, Abbott señaló “que éstos son parte de un procedimiento que se está llevando adelante y es una diligencia de un procedimiento como cualquier otro”.
Tras señalar que en los próximos días se hará un requerimiento oficial al Vaticano con el fin de solicitar información relacionada con sacerdotes y funcionarios de la Iglesia que se encuentran denunciados por abusos sexuales en Chile, el Fiscal Nacional aseguró que los curas imputados “podrían ser procesados por la Justicia ordinaria”.
La Fiscalía chilena registró este miércoles la sede del Tribunal Eclesiástico de Santiago y el obispado de la ciudad de Rancagua, capital de la región de O'Higgins, donde son investigados al menos 14 sacerdotes por presuntos abusos sexuales contra menores de edad y jóvenes.
Las diligencias de hoy, según fuentes de la Fiscalía, buscan recolectar todo el material, incluidos expedientes canónicos, investigaciones previas y antecedentes vinculados a abusos sexuales sufridos por menores de edad de parte de miembros del clero.
Los dos enviados del papa llegaron este martes a Chile para realizar una misión pastoral y seguir indagando los casos de abusos sexuales en los que está involucrado el clero chileno.
Mañana jueves viajarán a Osorno, 942 kilómetros al sur de Santiago, donde permanecerán hasta el domingo, cuando regresarán a la capital.