La Fiscalía Provincial de Madrid pedirá el ingreso en la cárcel comunicada y sin fianza para los tres hombres condenados a 15 años de prisión dos de ellos y 14 el tercero por agresión sexual en Collado Villalba (Madrid). El Ministerio Público ha remitido un escrito a la sección 29 de la Audiencia Provincial de Madrid, que dictó la sentencia esta misma semana, en el que pide que convoque a las partes y celebre la comparecencia prevista ante “la gravedad” de las penas impuestas.
La Fiscalía recuerda que el fallo aún no es firme y, por ello, solicita el ingreso en la cárcel con “la finalidad de evitar el riesgo de fuga de los condenados por no poderse gozar de los beneficios de la suspensión de la condena”. La sentencia condena a los tres hombres por un delito continuado de agresión sexual ante los hechos ocurridos en marzo de 2015, cuando Ricardo A. M., Miguel Ángel C. O. y Martín A. F. llevaron a una joven a un piso en el municipio madrileño y la forzaron bajo coacción y amenazas.
Para la Fiscalía, concurren todos los requisitos que deben darse para dictar prisión preventiva: una pena superior a dos años, “existencia de motivos para creer al encausado responsable del delito y evitar que que el encausado pueda sustraerse a la acción de la justicia”, señala el comunicado.
El fallo dictado hace dos días por la Audiencia Provincial de Madrid estima que existió “intimidación ambiental” para calificar el delito como agresión sexual y no como abuso. Considera que esto fue así desde el momento en que los acusados llevaron a la chica “a un piso y de manera premeditada la sitúan en uno de los dormitorios con el único propósito de satisfacer sus deseos, fuera con el consentimiento de ella o sin él”.
La resolución agrega que la presencia de varias personas durante la agresión “puede producir en la persona agredida un estado de intimidación ambiental a la vez que provocar un efecto de reforzamiento psicológico de quien se ve rodeado de otras personas que lo animan”. La víctima, prosigue la sentencia, “se negó de forma reiterada ante la insistencia de los acusados” y “se vio acorralada ante la presencia de los tres individuos, en un sitio cerrado, una habitación con baño”. Ante ello, “actuó ante el temor de que pudiera pasarle algo y en la creencia de que no iba a salir indemne de allí sin haber satisfecho los deseos sexuales de los procesados”, concluye.