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Los fondos de inversión hacen su gran desembarco en la FP, el nuevo filón de la educación privatizada

La Formación Profesional crece y crece. Empujada por una creciente reputación, por la alta empleabilidad de muchos de sus ciclos y la mayor flexibilidad que ofrece, la FP tiene hoy un 73% más de alumnado que hace 12 años. Un total de 1.174.800 personas se ha matriculado este curso en alguna de las etapas de esta vía. Pero las administraciones no están pudiendo (o queriendo) dar respuesta a esta demanda y buena parte de este crecimiento se está haciendo a beneficio del sector privado, que se multiplica por toda España mientras decenas de miles de jóvenes se quedan sin plaza en la red pública.

En la década que va del curso 2012-13 al 2022-23, último del que hay estadística detallada, el sistema ha ganado casi 350.000 estudiantes, excluida la FP Básica (en 2012 no existía y forma parte del periodo de educación obligatoria). Pero estos nuevos estudiantes no se han repartido por las dos redes por igual: lo privado se ha triplicado (crece un 140%), lo público apenas gana un 26% en conjunto. Observando por etapas, el crecimiento es más destacado en la FP Superior (equivalente a la universidad), donde los centros de iniciativa particular se han triplicado. Si la FP privada suponía en 2012 un 21% y un 23% en los grados medio y superior, respectivamente, una década después su trozo del pastel ha subido hasta el 32% y el 37%.

Esta batería de datos se materializa con toda su crudeza cuando Natalia, de 20 años, se queda sin plaza en la pública y tiene trabajar de camarera a tiempo parcial por las tardes para pagarse el grado que quiere hacer en un centro privado. O cuando a Pablo le cierran la puertas en Asturias y tiene que renunciar –al menos de momento y luego ya se verá– a seguir estudiando. Pasará quizá a engrosar las listas de personas que no siguieron estudiando después de la Secundaria, uno de los indicadores que más sacan los colores a España.

La situación se da por todo el país, pero no con la misma intensidad. En Madrid o Catalunya la presencia de lo privado se ha multiplicado por cuatro. En la región que gobierna Isabel Díaz Ayuso se fomenta de manera directa desde el Ejecutivo que los jóvenes vayan a centros privados con las ínclitas becas para que familias con ingresos de hasta 100.000 euros al año paguen la FP privada. Se limita la oferta pública, especialmente en algunos de los grados con más demanda (de las familias sanitarias o informáticas) y se deja esa parte del pastel para lo privado.

En Canarias lo particular se multiplica por tres en diez años y en muchas otras regiones por dos. Solo en tres de las 17 comunidades autónomas ha crecido más el sector público que el privado, como se puede observar en el siguiente mapa. Correlación o causalidad, estas tres regiones (Cantabria, Euskadi y Navarra) están entre las que mejor rendimiento académico suelen presentar.

Los fondos de inversión resolvieron la ecuación hace tiempo. Una demanda desbocada más una oferta pública que no la satisface dan como resultado una necesidad, un hueco de mercado. Con un caramelo extra: España, sobre todo Madrid, es puerta de entrada a Latinoamérica y un mercado aún mayor y con más necesidades formativas. Y se han tirado al sector.

Lo explicó el que ahora es el principal proveedor de FP privada de España cuando adquirió una empresa de FP: el país tiene “uno de los déficits de empleo y cualificación más importantes de Europa, lo que ha hecho que la educación y la formación profesional hayan adquirido una importancia creciente y se espere que aumente en los próximos años”.

Hace tiempo que estas firmas miran a la Educación como un sector en continuo crecimiento, con clientela garantizada en un mundo cada vez más competitivo y que exige más formación. Las familias se gastaron en 2022 un total de 10.046 millones de euros en la educación de sus hijos e hijas, una partida que solo crece año tras año.

La oferta de FP privada en España es variada, con decenas (¿cientos?) de empresas ofreciendo módulos tanto presenciales como a distancia. Pero un análisis de las principales firmas revela que muchas de ellas tienen diferente nombre, pero el mismo dueño.

El gigante KKR

A la cabeza de los fondos que desembarcan en España destaca el estadounidense KKR, que compra a compra se ha forjado un imperio educativo en el país con el que facturó 174,5 millones de euros en 2022, según sus cuentas, depositadas en el Registro Mercantil y accesibles a través de Insight View. Educa Holdco, la sociedad con la que opera KKR en España a través de una empresa luxemburguesa (Educa Lux), tiene 17 firmas en su cartera, incluyendo el grupo Pef 1 Mediterráneo Activo Holding, a su vez propietaria de más empresas educativas e incluso de la Universidad Tecnológica Atlántico-Mediterráneo, aprobada por la Junta de Andalucía pese a tener tres informes en contra.

El fondo aterrizó en el sector con la compra de Master D, un gigante de la formación de todo tipo (oposiciones, cursos, FP, etc.) que ha más que duplicado su facturación entre 2018 y 2023 hasta los 105 millones el pasado año, con 25 de beneficio. En los seis ejercicios que van de 2018 a 2023, ambos incluidos, esta empresa ha ingresado 452 millones de euros y ganado 87,90.

El fondo KKR es probablemente el mayor proveedor privado de ciclos de FP de España. En los últimos años ha comprado Máster D, Medac, Itep Formación, el Instituto de Formación Profesional en Rescate y Salvamento Marítimo, el grupo Implika Educación, UDS Formación Integral en el Deporte y la Salud, el Centro de Formación Profesional en el Deporte y la Salud de Málaga, Obicex Formación SL, el Centro de Estudios Tecnológicos de Alcobendas o el Centro de Formación Seguirilla

KKR continuó su expansión y se hizo con Medac, una empresa andaluza de Formación Profesional en la que estuvo el fallecido exconsejero de Educación de la Junta de Andalucía Javier Imbroda. Además, ha adquirido Itep Formación, el Instituto de Formación Profesional en Rescate y Salvamento Marítimo, el grupo Implika Educación, UDS Formación Integral en el Deporte y la Saludel Centro de Formación Profesional en el Deporte y la Salud de Málaga, Obicex Formación SL, el Centro de Estudios Tecnológicos de Alcobendas o el Centro de Formación Seguirilla, además de tres firmas italianas y la versión portuguesa de Master D.

No es el único fondo que ha entrado en el sector en los últimos años. El suizo Crescendo compró el conocido grupo de formación CCC como parte de una maniobra para integrarlo con Cenedi, otra empresa de formación participada por este fondo y que a su vez forma parte de la firma Mobile Marketing Services, radicada en Uruguay y con la que el fondo pretende dar el salto a América Latina.

E-magister es otro de los gigantes de la formación –que no se limita a la FP– en manos de un fondo de inversión. Esta firma, especializada en formación online y que ofrece cientos de cursos diferentes que le permitieron facturar 14 millones de euros en 2022, pertenece a Educaedu Group, una sociedad que además de E-magister posee otras empresas dedicadas a la formación en Brasil, México y Argentina. Educaedu Group a su vez es propiedad de Edutech Investment Holding, una firma intermediaria de gestión propiedad de varios fondos de inversión entre los que destaca Miura Fund III con un 54% de la compañía.

Este fondo explica con detalle en su página web el amplio mercado que manejan este tipo de empresas. “El directorio educativo de Educaedu es una referencia en el mercado, con más de 2.000 universidades y centros de formación a nivel global. En 2021 más de 120 millones de usuarios consultaron sus portales, cuatro millones solicitaron información para cursar estudios y más de un millón terminaron matriculándose en algún centro”, explicita. Educagroup no presenta resultados en la información disponible en InsightView, pero factura unos 35 millones al año solo con e-magister (15 millones de euros) y el grupo Educaedu Business, dueño formal de las empresas latinoamericanas y otras dedicadas a servicios múltiples, que presenta unos ingresos de casi 20 millones de euros en 2023.

De la tradición al fondo

Son muchas las empresas con décadas de tradición adquiridas recientemente por un fondo de inversión. En 2021, Investindustrial anunció que compraba al grupo Planeta las firmas CEAC, Deusto Formación y Deusto Salud, en una operación que la prensa especializada fijó en unos 60 millones de euros. En este caso el fondo, opera a través de la compañía gallega Training Business Network, compañía de la que cuelgan las inversiones educativas de Investindustrial y que posee nueve empresas dedicadas a la formación –no solo en FP– de forma mayoritaria o en solitario.

El fondo se apunta al también creciente modelo de la formación online, que está disparado y ha pasado de 45.000 alumnos en el curso 2012-13 a 220.000 en este que empieza. La formación a distancia se está convirtiendo en un gran nicho para el sector privado. En aquel curso de referencia 2012 –es el primero que aparece con detalle en las estadísticas del Ministerio de Educación– había en toda España poco más de 3.000 estudiantes cursando algún ciclo formativo privado (303 en el grado medio y 1.843 en el superior). Hoy son 125.639 alumnos, a razón de entre 2.000 y 4.000 euros el curso.

Otro ejemplo es Linkia Talentia, una compañía que también ofrece ciclos online, además de enseñanza presencial en Madrid y Asturias, con 15.000 estudiantes graduados, según su página web. Esta compañía, siempre según la información disponible en Insight View, tiene como accionista mayoritario a Q Impact, una sociedad inversora que posee el 33% de la firma de enseñanza. También tienen participaciones algo menores Itineris Magister, que pese a lo que su nombre podría apuntar su actividad está dedicada al sector inmobiliario, y Orientis Business Services, una constructora.

Ilerna, con más de 50 años de actividad en España y especializada, aunque no limitada, a la formación a distancia, fue adquirida por el grupo francés de formación Skill & You, propiedad a su vez del fondo IK Partners, a través de la sociedad Eskyllandyou (es el mismo nombre, algo españolizado), un holding ad hoc para la empresa. Ofrece sus servicios en Catalunya, Madrid, Andalucía y Valladolid –además de sus ciclos online– y facturó 40 millones de euros en 2022 –más del doble que solo dos años antes–, con 14 de beneficio, un margen de ganancia del 35%. Según El Economista, la compañía está explorando un nuevo cambio de manos asesorada por el banco de inversión AZ Capital.

El fondo español Magnum Industrial Partners también se ha apuntado al sector. En este caso, lo hace a través de la empresa Metrodora, que controla varios centros de FP por toda España y otras compañías dedicadas también a la formación de todo tipo, reglada o no.