La marea multicolor en la que se ha convertido en Madrid la unión de las marchas de la dignidad no ha querido olvidar a los fallecidos en la tragedia de Ceuta. Además del habitual “ningún ser humano es ilegal”, colectivos de migrantes y ciudadanos que han participado en la manifestación también han coreado el lema “no fueron muertes, fue un asesinato” en referencia a las 15 muertes registradas en Ceuta el pasado 6 de febrero.
Un nutrido grupo de personas ha formado parte de la llamada 'columna del exterior', que ha partido a las dos de la tarde del madrileño barrio de Lavapiés. Sus integrantes portaban pancartas reclamando el cierre de los centros de internamiento de extranjeros y un cambio en las políticas migratorias. “Ser migrante es un derecho, la hospitalidad es un deber”, podía leerse en una de ellas.