Ha quedado visto para sentencia el juicio contra el fotógrafo Raúl Capín, acusado de un delito de atentado contra la autoridad por “obstaculizar” presuntamente “la función policial” agrediendo a una agente -a la que no lesionó- y facilitando la huida de una manifestante que iba a ser detenida.
Durante el interrogatorio Capín ha defendido su inocencia, ante las preguntas de la jueza ha negado que intentase impedir la actuación de los agentes. “Durante el transcurso de los hechos me resultaba imposible utilizar la fuerza para agredir”, ha señalado, “solo estaba sacando fotos”.
Por su parte, la Fiscalía ha mantenido la petición de dos años de cárcel al considerar que una de las imágenes aportadas por la Policía demuestra “con nitidez” que el acusado puso la mano en la espalda de una de las agentes y le clavó la rodilla.
Estos hechos sucedieron durante los disturbios de la manifestación del 23 de febrero del 2013, convocada bajo el título Marea Ciudadana. Varios policías de paisano estaban tratando de esposar a una de las manifestantes “por haber lanzado piedras contra ellos”, según ha declarado uno de los agentes en el juicio, cuando comenzaron a llegar fotógrafos. “Enseguida se formó un corrillo de periodistas y había empujones porque los últimos cámaras que se acercaban querían sacar buenos planos. Cuando los policías vieron que estaban rodeados decidieron marcharse y la mujer huyó”, ha recordado el imputado.
La defensa del fotógrafo se ha centrado en señalar que la identificación de Capín se ha basado en seis imágenes aportadas a posteriori por la Policía. Por un lado, el letrado ha indicado que esas pruebas no demuestran que Capín haya empujado a ningún agente. “La policía agredida asegura que fue atacada en varias ocasiones, pero no hay parte de lesiones”, ha reseñado.
Por otro, durante el interrogatorio a los agentes, que han comparecido por videoconferencia para preservar su intimidad, el abogado ha incidido en varias ocasiones en el origen de las fotos aportadas, sin que ninguno de ellos haya podido asegurar con exactitud la procedencia de estas imágenes. “Por lo tanto, no se puede acreditar la verosimilitud de las pruebas”, ha indicado el letrado.
Los agentes han coincidido en señalar que no se identificaron como policías cuando comenzaron a ser rodeados por periodistas y manifestantes mientras estaban procediendo a la detención. “No sabíamos quiénes era, estaban encapuchados y nunca se identificaron. En esos momentos de tensión no lo tienes todo controlado y no reconoces a quién estás fotografiando”, ha añadido el acusado. Sin embargo, tras la visualización de uno de los vídeos grabados esa noche, el Ministerio Público ha considerado probado que los manifestantes sabían que eran agentes al ser increpados al grito de “inspector” y “policía maricón”.
Queja ante la Comisión Europea
La Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI) ha presentado esta mañana una queja ante la Comisión Europea al considerar que el juicio contra Capín no es un caso aislado ya que, según aseguran, los periodistas en España son denunciados de “forma de frecuente”.
“Junto con las recientes reformas legales que el gobierno ha aprobado el pasado año, conocidas como ”leyes mordaza“, nos encontramos con procedimientos judiciales dirigidos contra periodistas, con peticiones incluso de pena de cárcel”, han explicado en un escrito que han remitido a los comisarios de Derechos Humanos y de Economía y Sociedad digital.
Sobre la argumentación que aparece en el atestado en el que la Policía reseña que Capín “se hace pasar por periodista”, la fiscal y la jueza han señalado que el proceso judicial “no pone en duda la cualificación profesional del acusado”. Además, la defensa ha presentado la afiliación del acusado al Sindicato de periodistas de Madrid y al Colegio de Cataluña de periodistas. Por su parte, el Secretario policial que ha emitido este escrito ha justificado esa argumentación al indicar que no está “demostrado materialmente” que sea periodista, a pesar de colaborar con portales de “extrema izquierda radical”.