Francia reducirá el IVA a los productos de protección sanitaria femenina al 5,5%, según informaba el medio francés Le Monde. Un impuesto que actualmente está en el 20% en el país vecino y en un 10% en España, donde se aplica a las compresas y tampones la tasa de impuesto reducido. Una carga que las asociaciones de consumidores consideran muy elevada y sobre la que exigen una reducción al tipo superreducido del 4%.
La medida ha sido aprobada a pesar de la negativa inicial del Gobierno. Según el medio francés, el primer ministro Manuel Valls ha defendido que si “el parlamento quiere bajar el impuesto, el Gobierno no se va oponer” y ha asegurado que han “encontrado el dinero para financiar la medida”.
Así, Francia se acercará a la tasa de países como Inglaterra -que impone un IVA del 5% y donde las protestas por su abolición total son continuas-. Aunque todavía queda muy lejos de Canadá, donde el pasado 1 de julio se eliminó por completo este tipo de impuesto.
La reducción costará 55 millones de euros al año
Esta bajada en el impuesto de productos sanitarios femeninos en Francia tendrá una repercusión de 55 millones de euros al año para las arcas del estado francés. Una reducción que ha sido interpretada como una “victoria” por grupos feministas como el Colectivo Georgette Sand, que había iniciado una campaña con este objetivo en Change.org y desde el que se han mostrado “orgullosas de haber acabado con esta injusticia”.
En la Cámara, la diputada socialista Monique Rabin afirmaba que era “responsabilidad” de los parlamentarios “controlar esta tasa”, y advirtió de que los franceses tienen “viejos recuerdos del IVA en el sector de la restauración”. Rabin recordó que la reducción del IVA que se produjo en dicho sector en 2009 fue verdaderamente difícil.
El secretario de presupuesto del Estado, Christian Eckert había emitido una opinión desfavorable sobre la reducción del impuesto de compresas y tampones, ya que según él podía afectar al presupuesto del que el mismo es “garante”. A pesar de ello, y de la inicial negativa del Gobierno, los senadores franceses ya habían tomado esta decisión a finales de noviembre.