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Europa lleva un año analizando si las fresas 'beben' demasiada agua de Doñana

Vista del P.N. de Doñana.

Raúl Rejón

Un año lleva la Comisión Europea estudiando la respuesta de España sobre el “deterioro” que ha padecido el Parque Nacional de Doñana por el “exceso en la extracción de agua”. La defensa del Gobierno ante el proceso de infracción llegó a Bruselas en febrero de 2015, según ha contestado el Ejecutivo europeo a eldiario.es. Gran parte de esa agua se usa para regar fincas de fresas.

Mientras, algunos regantes de la zona ya piden que se amnistíen las explotaciones de cultivos que deberían desaparecer según el Plan de Ordenación de Regadíos que amparó unas 9.000 hectáreas surgidas sin control hasta 2004. Ahí se colocó el tope. Otras 1.500 quedaron fuera. Ese plan se aprobó definitivamente en diciembre de 2014, solo un mes después de que Europa abriera el expediente sancionador a España.

La Plataforma en Defensa de los Regadíos del Condado ha pedido que se revise la situación de esas fincas: “Significaría que las parcelas que hasta ahora han estado cultivándose puedan seguir haciéndolo y generando riqueza como hasta ahora”. Aseguran que entre “los errores de cartografía y la normativa desaparecerá el 30% de los regadíos”.

“No es solo que se solicite este perdón, es que la superficie de riego sigue creciendo a día de hoy”, dice Felipe Fuentelsaz, de WWF Adena, una de las organizaciones más críticas con la política de regadíos en Doñana. Fuentelsaz explica que “se colocan fincas nuevas y se abren nuevos pozos”. ¿No se clausuran? “Mientras se lleva adelante el caso, se consigue una sentencia…pasa mucho tiempo y es difícil que se apliquen medidas cautelares por robo de agua”. Según el naturalista, “parece que no se ha aceptado que el Plan de Regadío marcaba un tope de superficie y que igual que regularizaba fincas implicaba la clausura de otras”.

El cultivo de la fresa es muy rentable. Pero también muy demandante de agua. Alrededor del 90% de la producción de fresones de España se hace en Huelva. La proliferación de fincas y pozos se ha ido bebiendo el agua del acuífero que termina por alimentar la marisma de Doñana. “Le llega el 20% de lo que afluía”, han calculado en WWF. Esta situación fue la que provocó el expediente de la Comisión Europea ahora en estudio. Este ecosistema húmedo es especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático.

Aunque la regularización de muchos de los cultivos que fueron apareciendo alrededor del coto tiene poco más de un año, la presión para añadirle más se mantiene. Y desde varios puntos.

Material político

El PP de Huelva ha pedido formalmente al Gobierno de Andalucía que revise el documento y “no se discrimine a los agricultores que históricamente han regado sus campos”. A finales de diciembre pasado, el Ayuntamiento de Moguer (Huelva) aprobó por unanimidad una moción que solicitaba que “se regularicen las parcelas agrícolas que quedaron fuera de la zona regable”. Mociones iguales aguardan en los consistorios de Bullullos, Rociana, Almonte o Bonares.

Pero, además, algunos empresarios desean incrementar los campos de fresón en el propio Espacio Protegido (la zona periférica del Parque Nacional). Solo en diciembre pasado llegaron solicitudes para transformar parcelas en explotaciones de regadío y cultivos bajo plásticos que sumarían 400 nuevas hectáreas en esa área de protección.

La maquinaria del cultivo del fresón es un motor que no precisa gasolina sino mucha agua. Tanta que el acuífero no basta. “Su nivel sigue bajando. Camina hacia el colapso”, sentencia Eva Hernández, responsable de Aguas Continentales de WWF. Tanta que hay previsto un trasvase de agua superficial desde la cuenca de los río TInto-Odiel-Piedras. El 23 de enero, el Gobierno en funciones dio el último empujón a este trasvase (ya acordado) que prevé llevar 4,99 Hm3 hasta los regantes onubenses al publicar en el BOE la comisión técnica que regulará ese transporte de agua.

El Ejecutivo ha explicado que este caudal permitirá “afianzar la agricultura de primor y aliviar la presión del principal acuífero de Doñana”. Pero también se da la circunstancia de que para acceder a esa agua, las fincas deben estar incluidas en el Plan de Regadío. Si no, no tienen derecho. De ahí la presión para incluir todas las parcelas que, actualmente, no deberían obtener agua ni del acuífero subterráneo ni de los ríos.

El fresón es una potencia en Huelva

El Coto de Doñana se encuentra frente a una potencia económica de primera magnitud. La agricultura intensiva de la fresa. Este sector agrícola produce alrededor de 280.000 toneladas de fresas. La facturación de los freseros se mueve en torno a los 290 o 300 millones de euros al año, según los datos de la patronal. La Asociación de Productores y Exportadores asegura que 80.000 puestos de trabajo cuelgan de este cultivo. “El 80% del Condado onubense depende de los frutos rojos”.

Pero la marisma no es un hábitat protegido cualquiera. Además de ser el mayor humedal de Europa, está reconocido como patrimonio de la Humanidad por la Unesco. No solo eso. La pérdida de la marisma sería un golpe para la biodiversidad del planeta de la misma magnitud que si se extinguiera la selva amazónica o la barrera de coral australiana, según un estudio internacional que publicó la revista Science.

El exdirector de la Estación Biológica de Doñana, Juan José Negro, avisó cuando todavía estaba en el cargo de algunas sombras que acechaban el parque. Señalaba el proyecto de depósito subterráneo de gas planteado por Gas Natural para almacenarlo en cavidades que iría dejando la extracción del combustible. También la reapertura de la mina de Aznalcóllar. No pasó por alto “el crecimiento incontrolado de la agricultura que puede hacerse insostenible”. Negro fue destituido en septiembre de 2015.

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