“El 18 de julio de 1936 más de media España se alzó en armas para defender la integridad de nuestra Patria y las raíces cristianas de nuestra nación ante la inminente revolución comunista que amenazaba la propia existencia de España (…). Hoy, llamo a un nuevo alzamiento, al alzamiento de nuestras familias, de ser siervo del que nos rodea, del que nos necesita, alzamiento a la lucha por el encuentro de la verdad, la verdad que nos hace libres y nos hará felices”. El presidente de la Fundación Nacional Francisco Franco, Juan Chicharro, ha hecho este llamamiento, 82 años después del golpe de Estado que provocó una sangrienta Guerra Civil y cuatro décadas de dictadura en España.
En un editorial titulado “¡18 de julio!” Chicharro, sin tapujos, denuncia que “la exhumación del Generalísimo Franco como punto de partida para con posterioridad desacralizar el Valle y si pueden volar o dinamitar la propia Cruz como último objetivo”. “No nos engañemos. Este es el plan”, advierte el presidente de la Fundación Francisco Franco (una fundación que, como informó eldiario.es, recibió fondos públicos del Gobierno de Aznar para digitalizar documentos y mejorar su sede).
En plena polémica por la oposición de la familia del dictador, y del prior de la Abadía del Valle, Santiago Cantera, a la exhumación de los restos de Franco, Chicharro lanza una advertencia a la Iglesia católica, que en su opinión “tiene mucho que decir en este abyecto plan”. Así, insta a la Conferencia Episcopal a que “lo impida, entre otras muchas razones por el recuerdo debido a quien fue su benefactor y a quien deben su existencia, amén de que no querrá contribuir a la desafección de millones de españoles vaciando aún más las iglesias de lo que ya están”.
“España se juega en estos momentos, una vez más, su existencia como nación cristiana”, concluye el escrito, quien califica al Ejecutivo de Pedro Sánchez de “Gobierno seudo marxista” que “pretende gobernar contra una inmensa mayoría de españoles a los que desprecia y a los que pretende herir profundamente en sus sentimientos”. Unos “gobernantes sectarios y totalitarios” que “una vez logrado el enfrentamiento social que están propiciando, volverán a sus 'dachas' de verano en sus buenos coches y disfrutando de la buena vida de la que gozan gracias al sistema que pretenden destruir y al que le deben todo”.
No es la primera vez que, en los últimos días, la Fundación Franco lanza admoniciones contra el Gobierno, y también contra la Iglesia católica. Así, en una 'Carta abierta a la jerarquía de la Iglesia católica', los guardianes del recuerdo del dictador muestran su perplejidad ante la postura de la Conferencia Episcopal, que anunció que no pondrá pegas a la salida del dictador del Valle.
“Nos negamos a creer que la Iglesia Católica Universal no proteja a quién fue su salvador y protector en los momentos más críticos para esta en toda su historia. ¿Será necesario recordarlos? ¿acaso la defensa de la Cruz - siguiente objetivo - no merece un acto de valentía?”, afirma la misiva, que se dirige directamente al Papa para pedir a Dios “que ilumine a la más alta Jerarquía de la Iglesia Católica en su decisión y que no contribuya por dejación u omisión a la desafección de millones de católicos de todo el mundo en un acto que sería de colosal ingratitud y vejación no sólo con el Fundador de ese monumento sino con los miles de españoles que reposan en la Basílica construida como símbolo de reconciliación bajo el amparo de los brazos de la Cruz”.
“Ignoramos cual será el desenlace de esta intención sectaria, llena de odio, revanchista y alejada de cualquier tipo de reconciliación del Gobierno, pero sí tenemos claro que la historia colocará en su sitio a justos y pecadores”, concluye la 'Carta abierta'.