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La Federación de Fútbol mantiene la liga masculina y cancela la femenina: “Merecemos que se nos trate como profesionales”

La selección femenina de fútbol.

Nuria Garrido

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Ellos sí, ellas no. El fútbol femenino está acostumbrado a recibir más noes que síes. A tener menos oportunidades. A tener una situación, en definitiva, muy diferente de la que goza el futbol masculino. Ahora, la crisis del coronavirus ha vuelto a poner de manifiesto esta latente desigualdad. Así, mientras que los jugadores de futbol (de Primera y Segunda División) ya han empezado a entrenar y retomarán la liga -según se prevé en el mes de junio- ellas ya no volverán a pisar el césped esta temporada. La Federación Española de Fútbol (RFEF) ha dado por finalizada la Liga Iberdrola (la máxima categoría femenina), pese a que todavía quedaban ocho partidos por disputar.

Esta decisión supone un golpe duro para el fútbol femenino, que empezaba a vislumbrar un poco de luz al final del túnel tras conseguir el pasado mes de febrero su primer convenio colectivo. Desde la RFEF explican a eldiario.es que han seguido las directrices marcadas por el Gobierno y el Consejo Superior del Deporte: “No se ha decidido dejar a las deportistas fuera, se ha decidido hacer una división entre el deporte profesional y el no profesional. Y esto ha venido indicado por la situación actual y los riesgos que puede suponer para la salud retomar las competiciones”.

Es precisamente esta no consideración como deporte profesional lo que ha provocado que el futbol femenino se encuentre en una situación precaria. “El futbol femenino está a la par que una liga juvenil. Las condiciones que tenemos son las de un amateur y no las de una liga federada”, lamenta la futbolista Verónica Boquete, considerada como una de las mejores futbolistas españolas y que ahora sigue jugando al fútbol al otro lado del charco con el equipo estadounidense Utha Royals FC.

A Boquete la no reanudación de la liga femenina no le ha sorprendido puesto que “el futbol femenino no dispone de los recursos para hacer frente a esta situación”. Por ello, considera urgente cambiar el sistema porque “este en el fondo sigue siendo machista al no tratar igual al hombre que a la mujer”. La deportista recuerda que, si no se cambia la Ley del Deporte de 1990, el fútbol femenino seguirá sin considerarse como profesional. Primero, porque esta legislación no reconoce a las mujeres como profesionales del deporte, y segundo porque únicamente contempla como ligas profesionales la del fútbol y baloncesto masculino. Esto ha provocado que la liga de baloncesto femenina tampoco se haya podido reanudar.

La futbolista gallega, a diferencia de las jugadoras españolas, ha empezado a entrenar de manera individual ya que en Estados Unidos sí que está previsto que se reanude la competición – la national Women’s Soccer League- a principios de junio, al igual que ha ocurrido en otros países europeos, como en la liga femenina de Alemania.

Ana González, jugadora del Real Betis, tiene que conformarse de momento con entrenar desde casa a través del plan que le traslada su cuerpo técnico. “Yo tenía en mente que el trabajo hecho en casa iba a servir para algo. Esperaba que, por lo menos, hubiéramos podido entrenar en grupos reducidos”, añade la jugadora. La decisión de la RFEF la califica de “decepcionante” puesto que asegura que la mayoría de clubes querían continuar. “La federación siempre dice que nos va ayudar, que va a proyectar el futbol femenino, pero a la hora de la verdad esa mano nunca llega”, denuncia González.

Asimismo, la jugadora verdiblanca considera que la RFEF “no les toma en serio” y que todavía el fútbol femenino no “tiene su hueco”. “¿Por qué siempre tienen que esperar a que protestemos? Somos profesionales y merecemos que se nos trate así. Creo que la Federación podría haber hecho mucho más”. Pese a todo, se siente afortunada de poder vivir del fútbol a día de hoy: “Mi club no ha hecho ningún ERTE y ha mantenido nuestras nóminas al día. Somos como una familia

Aunque ahora se dedica a informar de él, Andrea Segura también lleva el fútbol en la sangre. Hace tres años ya que dejó su último equipo, el Hércules, pero conoce la situación de este deporte como la palma de su mano. Reconoce que la suspensión de la Primera Iberdrola no le ha sorprendido porque no se podrían llevar a cabo algunas de las medidas de seguridad, por ejemplo, como la realización de test. No obstante, admite que la Federación española “si hubiera querido” habría podido buscar alguna alternativa. “Quizás se tendría que haber intentado más, las jugadoras lo merecían. La sensación que siempre queda es que el fútbol femenino no es rentable”, señala Segura.

Para la periodista valenciana la suspensión de la liga femenina demuestra, una vez más, “que queda mucho por hacer” pese al “avance tremendo” que ha supuesto la firma del convenio, el cual, recuerda, todavía no ha entrado en vigor. “Que se regulen cosas básicas para las jugadoras como el salario mínimo o temas de embarazo, es importante”, explica la exjugadora.

“No han querido negociar”

El anuncio de la suspensión de la Primera Iberdrola disgustó a la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF), pero todavía más el hecho de que la RFEF no haya querido negociar con ellos. “No ha habido ninguna negociación por desgracia. Nosotros siempre hemos sido partidos de intentar terminar la competición. Igual que se ha buscado soluciones en la liga masculina con unos protocolos, nos hubiera gustado al menos tener la oportunidad de intentarlo”, explican desde la ACFF.

La ACFF también asegura que ha mandado en dos ocasiones una carta a la RFEF que sigue sin respuesta. “Lo que no entendíamos es que se tomara la decisión de anular la liga, sin al menos explorar la posibilidad de terminarla. Eso sí, sin poner en riesgo la salud de ninguna persona que trabaje para los clubes.

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