Gareth Gore se sorprende al entrar en la sala de la biblioteca Iván de Vargas, en pleno centro de Madrid, donde se ha acordado la entrevista. Una enorme cristalera coloca como telón de fondo la fachada de la basílica de San Miguel, la catedral del Opus Dei en Madrid. Tanto él como su agente de prensa explican que es casualidad, pero el asunto acapara los primeros minutos de conversación. Al fin y al cabo Gore está en España para presentar Opus (Ed.Crítica), un libro que surge de desentrañar una aparente casualidad. El periodista, que ha cubierto la actualidad financiera en más de 25 países, comenzó a investigar la quiebra del Banco Popular. Pero lo que iba a ser la historia de la sorpresiva caída de una entidad financiera acabó convirtiéndose en un relato sorprendente sobre cómo el Opus utilizó el banco para financiar su expansión internacional hasta convertirse en uno de los grupos católicos más poderosos del mundo.
Y más: Gore detalla la relación del entramado económico creado por Josemaría Escrivá y sus seguidores con el trasfondo de abusos de todo tipo cometidos por la organización, desde las agresiones sexuales de religiosos como Manuel Cociña o en el colegio Gaztelueta a la explotación de mujeres que se ha denunciado en Argentina, ambas reveladas por investigaciones publicadas en elDiario.es. La publicación del libro supone un antes y un después para una organización que, a punto de cumplir el siglo de vida, está en el punto de mira del Papa Francisco. Gore habla de intenciones ocultas y verdades silenciadas, tanto en en la Iglesia católica como en los medios de comunicación, sobre todo en España.
¿Cuándo el libro que iba a hacer sobre la quiebra del Banco Popular se convirtió en un libro sobre la historia del Opus Dei?
Ningún periodista responsable se enfrenta a una historia con unas ideas prefijadas. Este libro efectivamente empezó siendo un libro sobre el banco, su auge y su caída. Y luego se convirtió en un libro sobre Luis Valls-Taberner, su presidente, porque me pareció una figura absolutamente fascinante. Pero a medida que iba descubriendo más cosas, especialmente los vínculos entre el banco y estas escuelas de sirvientas en lugares como Argentina… no podía cerrar los ojos ante esta historia.
Antes de que se publicara el libro, el Opus Dei le acusó de haberlos engañado para obtener información.
He tenido conversaciones con el Opus Dei durante los últimos dos años. He hablado con más de 200 miembros, incluyendo gente al máximo nivel. Gente que está tomando decisiones diarias acerca de cómo funciona el Opus Dei. Esta narrativa de que he intentado manipularles es completamente falsa. Desde febrero sabían que el libro iba a contener acusaciones serias acerca de trata de personas, de abuso, de manipulación. Decidieron cortar las comunicaciones por completo, cuando cualquier institución normal hubiera intentado dar su versión de la historia. Tras el silencio absoluto, lo siguiente fue la nota que sacaron en abril en la que acusaban al libro de mentiras. ¡Pero ni siquiera lo habían leído! En julio empezaron a amenazarnos con acciones legales en Estados Unidos. La realidad es que no quieren hablar de lo que dice el libro porque no tienen respuesta.
En estas semanas, algunos medios muy cercanos a la obra han vinculado su libro y el de Paula Bistagnino, el tema de los estatutos, el conflicto en Torreciudad, con una especie de estrategia orquestada de todo el mundo para intentar acabar con la obra.
Es irónico. Me acusan a mí de teorías de conspiración y son ellos los que utilizan las teorías de conspiración para explicar todo lo que está sucediendo. Es un chiste. Lo que no le gusta al Opus Dei es que la verdad está empezando a emerger. La gente se está empezando a dar cuenta de qué se trata esta organización y lo que hacen.
¿Es el momento más difícil para el Opus Dei en sus casi 100 años de historia?
Sí, el Opus Dei está atravesando lo que probablemente sea su peor momento de la historia. Estas cosas han ido ocurriendo de manera independiente, pero han salido a la vez. Era inevitable que surgieran. Además, los movimientos del Papa, los dos motu proprio que hemos visto en los últimos años, han proporcionado confianza a la gente para empezar a hablar, y a los medios de comunicación también. Está claro que el Papa piensa que algo no está bien con el Opus Dei. También mucha gente dentro de la Iglesia e incluso en el propio Opus Dei.
Es curioso que sea un Papa el que vaya contra el Opus Dei, cuando la Obra es lo que es gracias al apoyo incondicional de otro papa, Juan Pablo II. ¿Puede el mismo Vaticano que encumbró al Opus acabar con él? ¿O es demasiado tarde?
El Papa ha dado pasos pequeños y cautelosos. Parece que ni siquiera la persona más poderosa de la Iglesia católica se siente capaz de asestarle un golpe certero al Opus Dei. Y creo que eso es un reflejo del poder que el Opus ha tenido y sigue teniendo hoy.
Tengo mis dudas de que el Vaticano sea capaz de cerrar el Opus Dei, porque eso implicaría incluso problemas casi teológicos. Por ejemplo, ¿Escrivá podría seguir siendo un santo? Creo que la Iglesia podría decidir que no merece ese estatus. Pero la Iglesia nunca le ha quitado a nadie la santidad, porque eso abriría la caja de Pandora. La Iglesia está atrapada y el Papa también. Así que sospecho que cualquier movimiento que haga contra el Opus será a medias.
¿Cree que el Opus Dei pueda ser utilizado por los sectores ultraconservadores en el Vaticano para ir contra el Papa?
Muchos católicos ultraconservadores no están contentos con Francisco y ven en el Opus Dei a un aliado. Creo que en el ala conservadora de la Iglesia les gustaría marcar esto como una batalla entre los jesuitas y el Opus Dei. Pero esto no es una batalla entre la derecha y la izquierda, o los jesuitas y el Opus. Creo que el Papa y muchas personas en el Vaticano ahora son conscientes del abuso y la manipulación que han sido llevados a cabo dentro del Opus Dei en el nombre de la Iglesia.
En su libro describe al Banco Popular como una red organizada para blanquear dinero para el Opus. ¿Ese dinero se utilizó también para ocultar secretos o posibles delitos, como en Argentina?
Es una práctica que el Opus ha estado haciendo durante décadas como un mecanismo de control y de ocultación de la realidad. Durante la investigación descubrí documentos que vinculaban al Banco Popular con iniciativas del Opus Dei por todo el mundo. Lo que estamos viendo en Argentina probablemente es la punta del iceberg. El dinero de este banco español ha sido empleado, de manera consciente, para crear una red de reclutamiento y explotación de niñas de origen desfavorecido en lugares como Nigeria, Filipinas, Australia, Francia, Bélgica...
El argumento es que se trata de entidades con las que no tienen relación directa.
Así es como opera el Opus Dei en todo el mundo. Indirectamente controla cientos de fundaciones. Oficialmente no tiene nada que ver con ellas, pero controla quién está en la junta, quién toma las decisiones. Se beneficia de ellas. Es un sistema diseñado para permitirle protegerse de cualquier golpe potencial.
En casos de abusos sexuales en España y en Argentina, por ejemplo, se han lavado las manos porque decían ‘esto ha pasado en un campamento de verano de tal o cual fundación’, cuando en realidad era una actividad montada por numerarios del Opus Dei.
Escrivá se lo dijo a Luis Valls-Taberner: “No usamos el nosotros, usamos el yo”. Los miembros protegen a la organización. Y si algo pasa, el Opus Dei recae sobre ti. Ha funcionado muy bien durante años, pero ahora estamos empezando a ver lo que es realmente.
¿Incorporar numerarias auxiliares en la estructura de la Obra fue una decisión económica, clasista y misógina?
Sí, sí y sí. Esto ocurrió en un momento en el que el Opus Dei estaba a cargo de varias residencias de estudiantes en España y estaba empezando a tener costes elevados de staff doméstico que venía a limpiar y a cocinar. Ahí Escrivá decidió abrir las puertas de la Obra a chicas jóvenes. Las llamaban numerarias sirvientas, pero luego cambiaron el nombre porque no funcionaba muy bien el marketing. Escrivá lo dijo claramente: “Esto es lo mejor que Dios ha hecho por la Obra”.
Me ha quedado claro en muchísimos ejemplos que al Opus Dei le da exactamente igual la fe individual de cada uno de sus miembros. Lo que importa es cómo esos individuos pueden ser utilizados y manipulados para beneficiar al Opus Dei.
Claro que la decisión fue completamente misógina: no abrió este camino a los hombres, aunque había muchos que trabajaban como mayordomos, jardineros o conductores. Y clasista: solo destinado a las mujeres pobres. En cualquier caso, este sistema evolucionó hasta convertirse en mano de obra gratis para el Opus Dei durante décadas.
¿Nunca hubo otro plan para esas niñas y adolescentes?
Esta subclase de miembros es solo para mujeres sin educación, pero no es un camino para llegar a la universidad y a lo mejor llegar a convertirse en médica o profesora. No creo que haya un solo ejemplo de una mujer que empezara como numeraria auxiliar y se convirtiera en una numeraria normal. El sistema se basa en que el camino en la vida de estas chicas es el de servir.
¿Cuánto ayudó Francisco Franco al éxito del Opus Dei en España? ¿Qué relevancia tuvo el Opus Dei en la dictadura?
Cuando empezó la Guerra Civil, el Opus tenía solo unos 20 miembros. Pero la relación entre Franco y Escrivá fue muy beneficiosa para ambos. Franco acudió al Opus para montar residencias de estudiantes por toda España. Era una manera de controlar los movimientos estudiantiles, y sirvió para que Escrivá utilizara sus tácticas de manipulación para reclutar a jóvenes al principio, y luego también a mujeres.
Francisco, si vive lo suficiente, tiene la intención de plantar cara al Opus. Él es muy consciente de los abusos
Hay cartas en las que el Opus Dei se ofrece a Franco como una herramienta para controlar a los trabajadores, a los campesinos. A Escrivá no le importó unirse a una dictadura brutal para mejorar sus intereses. Para el Opus, lo más importante es la proximidad al poder y al dinero, y su propia reputación. Todo lo demás es secundario.
¿Hasta la fe?
Creo que la fe es secundaria. Todo tiene que ver con el beneficio a la organización. Me ha quedado claro en muchísimos ejemplos que al Opus Dei le da exactamente igual la fe individual de cada uno de sus miembros. Lo que importa es cómo esos individuos pueden ser utilizados y manipulados para beneficiar al Opus Dei.
¿Cuánto tiene que ver el dinero en la historia de Josemaría Escrivá? Usted cuenta que su familia se arruinó y que el entorno eclesiástico supuso para él una salida vital.
Creo que Escrivá tenía una relación muy compleja con la Iglesia. Su madre le había inculcado que era especial, que ocurrió un milagro cuando él era un bebé. También era el hijo mayor. Así que cuando su padre quebró Escrivá sintió la necesidad de proporcionarles un futuro. Su fe, su ambición y el deseo de llevar a su familia a un estatus más elevado produjo lo que produjo.
El Opus Dei es un culto abusivo, por las tácticas que utilizan para captar y controlar a sus miembros
¿Una secta? ¿Eso es lo que creó Escrivá?
El Opus Dei es un culto abusivo, por las tácticas que utilizan para captar y controlar a sus miembros. Escrivá era un hombre adelantado a su tiempo en muchos sentidos. Él identificó que la mejor manera de reclutar nuevos miembros era apartarlos de sus amigos y de su familia, acumulando información acerca de cada persona para poder manejarlas.
Estas instrucciones de Escrivá, ese supuesto santo, se han mantenido ocultas durante años. Muchos miembros del Opus Dei ni siquiera sabían de su existencia y no conocían lo oscuras que eran estas técnicas. Y ese sistema se sigue utilizando hoy en todo el mundo.
Hay estudiantes de un colegio del Opus en Sidney que descubrieron informes sobre ellos con detalles personales y lo cerca o lejos que estaban de unirse a la organización. El Opus dice que no tienen a niños como objetivo, pero eso es completamente falso.
En el libro habla de los vínculos entre el Opus Dei y la derecha católica estadounidense de Donald Trump. ¿El triunfo de Trump en las elecciones de EEUU podría darle un nuevo impulso a la Obra?
El Opus Dei se ha alineado en Estados Unidos con católicos abiertamente hostiles al Papa. Por dos motivos. Uno, estas personas son extremadamente ricas. Y por otro, tienen posiciones de poder. En la primera administración de Trump había varios miembros del gabinete muy cercanos al Opus Dei.
La misión del Opus Dei es recristianizar el mundo entero infiltrándose en la sociedad a los niveles más altos. Desde su fundación, desde sus cimientos, ha sido una organización política
En Estados Unidos –y también en España– el Opus Dei se ha aliado con fuerzas antiprogresistas para alentar divisiones en la sociedad y alimentar guerras culturales.
Y sin embargo sostienen que su actividad es apolítica.
Según los documentos del propio Escrivá, la misión del Opus Dei es recristianizar el mundo entero infiltrándose en la sociedad a los niveles más altos. Entonces tienen como objetivo a la élite, personas dentro de los gobiernos, en los medios de comunicación, intelectuales. Desde su fundación, desde sus cimientos, el Opus Dei siempre ha sido una organización política.
¿Cuánto cree que sigue infiltrado en los estamentos de poder y en la derecha española?
Publicar un libro en España ha sido muy interesante. Me ha abierto los ojos al control del Opus Dei en los medios, en el sector editorial, en la sociedad. Creo que ha habido un cierto tabú a la hora de hablar de este tema durante los últimos años, y que la gente ha tenido miedo a enfrentarse al Opus. Creo que las cosas van a cambiar y que la gente va a poder sentir confianza para poder examinar los tentáculos del Opus Dei en España.
¿La obra será capaz de darle la vuelta a esta situación de crisis?
Creo que el Opus Dei está atrapado, que es casi imposible que pueda seguir diciendo que la organización fue inspirada por una visión divina. Hoy sabemos que se separaba a los niños de su familia, que los supernumerarios se infiltran en la sociedad. Todo está documentado. El desafío del Opus tendría que pasar por plantarle cara a sus documentos reales, a si su Obra vino o no de Dios.
O quizá esperar a un papa más alineado con sus posiciones.
Muchas personas en los niveles altos del Opus creen que el sucesor de Francisco será más favorable a la Obra. No digo que estén deseando que muera, pero sí tienen la esperanza de que el siguiente sea más amistoso. Yo creo que Francisco, si vive lo suficiente, tiene la intención de plantar cara al Opus. Él es muy consciente de los abusos y quiere hacer algo al respecto. ¿Cómo? Con una posible intervención, como con los Legionarios de Cristo. Otra opción sería pedirle al Opus nuevos líderes dispuestos a colaborar. Sospecho que la Iglesia puede querer optar por una solución de compromiso. Esperaremos a ver qué pasa.