El Gobierno ha aprobado en el Consejo de Ministros el Real Decreto que regulará las condiciones de las becas de enseñanzas universitarias y no universitarias del próximo curso. Con un presupuesto elaborado por el Ejecutivo del PP y ante la necesidad de que se aprobase esta normativa antes de que comience el nuevo curso escolar, el Ministerio de Educación ha mantenido el mismo proyecto de ayudas anunciado por el equipo de Mariano Rajoy.
El Ministerio ha mantenido el anunció que ya realizó hace varias semanas, una ligera modificación al texto presentado por los populares. Con este Real Decreto aumentan en 100 euros al año la ayuda que reciben las rentas más bajas, situadas en el denominado umbral uno. Desde el departamento dirigido por Isabel Celaá aseguran que estiman que ese cambio beneficiará a 250.000 alumnos. La ministra reconoce que este incremento es “es una cantidad modesta” pero que es la única de podían disponer.
Beca de excelencia
Una de las novedades incluidas para el periodo 2018-2019 consiste en que la nota de corte para tener una beca que cubra la matrícula en el primer curso universitario sea un 5,00 en lugar de 5,5 en el acceso. Cuando el exministro Íñigo Méndez de Vigo realizó este anuncio, la comunidad educativa lamentó que la nota media de 6,5 se siga manteniendo para intentar acceder a las becas que otorgan una cantidad de dinero y para acceder a las ayudas a partir de 2º curso. La calificación para optar a una ayuda en Bachillerato seguirá en el 5,5.
Además, el decreto crea una cantidad fija de hasta 200 euros para los alumnos y alumnas becados que tengan una nota media de 8,00 o superior “tanto en las enseñanzas postobligatorias universitarias como no universitarias”. Celaá ha reseñado que esta partida se aplicará exclusivamente a “los becarios, no a otras personas fuera de la bolsa de becarios”. También crearán una bolsa para ayudas para los hijos de víctimas de violencia machista. Una muestra del “trabajo por la igualdad de este Gobierno”, ha incidido la portavoz del Ejecutivo.
El requisito de tener como mínimo un 5,5 de nota y no un 5 para acceder a una beca para la matrícula de un grado fue establecido en 2012 por el entonces ministro de Educación José Ignacio Wert y causó el descontento de estudiantes, rectores y partidos políticos de la oposición, que cada curso vuelven a pedir al Ministerio que lo rebaje al 5.
El Gobierno anterior envió en mayo al Consejo Escolar del Estado el borrador de decreto de becas para el próximo curso, en el que bajaba al 5 la nota . Tras la llegada del PSOE a Moncloa, la nueva ministra de Educación paralizó su tramitación para estudiar posibles cambios. “Habrá cambios de importancia”, adelantó Celaá en una entrevista en eldiario.es.
Sin embargo, finalmente han aprobado un texto muy parecido al que ya había enviado el PP y que el PSOE había paralizado. Desde el Ministerio aseguran que de cara al curso 2019-2020 habrá mayores modificaciones. “Vamos a hacer pequeños retoques y en septiembre se va a abrir un diálogo con todas las asociaciones de la comunidad educativa para poner en marcha un nuevo modelo de becas en el curso 2019/2020”, aseguró el director general de Planificación y Gestión Educativa del Gobierno, Diego Fernandez Alberdi, tras presentar el documento ante los miembros del Consejo Escolar del Estado.
La comunidad educativa ya expresó su rechazo a esta normativa. En la reunión mantenida ante el Consejo Escolar del Estado, el pasado 5 de julio, los sindicatos CCOO, STEs y UGT, así como la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) y CANAE han presentado un voto particular porque consideran que el sistema de becas “compromete la igualdad de oportunidades en el acceso a la enseñanza”.
Con este posicionamiento exigieron la retirada del proyecto de Real Decreto. Para justificar esta decisión la comunidad educativa ha lamentado que el Gobierno de Rajoy haya mantenido en “ inactividad sistemática al Observatorio Universitario de Becas, Ayudas al Estudio y Rendimiento Académico”. Asimismo han incidido en los “efectos perversos” de la parte variable porque crea una “incertidumbre” sobre la cantidad a recibir. En relación al pago tardío, también han reseñado que el sistema “es tan ineficaz” que los becados están recibiendo la ayuda en el último mes del curso.