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La principal medida del plan del Gobierno contra el acoso escolar es un teléfono de atención gratuito

Más de medio año después de anunciarlo, el Gobierno parece tener listo su plan estratégico de convivencia escolar, con el que pretende, entre otras cosas, luchar contra el acoso escolar. Varios meses de trabajo entre el Ejecutivo central y las Comunidades Autónomas han dado de sí para crear un plan de 70 actuaciones que tiene como medida estrella un teléfono de atención gratuito para las posibles víctimas que estará operativo 365 días al año.

A eso se añaden la creación de un protocolo de actuación para prevenir los casos de acoso escolar, una guía de padres para que las familias sean capaces de identificar posibles signos de acoso, formar a profesores y equipos directivos en “actuaciones educativas de éxito”, una web, la difusión de materiales informativos sobre buenas prácticas y una “mejora de la seguridad en los centros educativos”, entre otras medidas, todas ellas igual de poco detalladas. El ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, ha presentado este viernes el plan al Consejo de Ministros y ha explicado después que “no puede haber proceso de enseñanza-aprendizaje sin convivencia”.

Quienes trabajan contra el acoso piensan que es, cuando menos, insuficiente. “Si el ministro cree que con un teléfono va a arreglar el problema está equivocado”, resume María José Fernández, presidenta de la Asociación Madrileña contra el Acoso Escolar (Amacae). “Para una víctima de violencia de género le resulta difícil llamar al 016, un niño de 8, 10 o 12 años, ¿va a llamar? Hay que hacer un Plan Nacional, hay que tomar las medidas donde ocurren las cosas, en el colegio. Mientras tanto, nada”, se indigna.

Un fenómeno que no para

Once años han pasado desde que Jokin, un adolescente de Hondarribia (Gipuzkoa), se suicidara por no aguantar más el acoso al que le sometían sus compañeros, hecho que puso en el mapa la problemática de un fenómeno que no ha parado. Uno de los últimos casos ha sido el de Diego, un alumno madrileño de 11 años que en octubre tomó la misma decisión que Jokin. Ayer el diario El Mundo publicaba la carta que le dejó a sus padres, en la que les decía: “Ya no aguanto ir al colegio y no hay otra manera para no ir”.

La problemática no ha ido a menos. Aunque las cifras bailan y son difíciles de ajustar, diversos estudios y encuestas señalan que entre el 5% y el 10% de los menores sufren el acoso en su variante más grave. El porcentaje sube sin escalas, según los informes más optimistas, hasta el 25% para el fenómeno global. Solo en Madrid en las dos semanas de clase de 2016 Amacae tiene cinco casos registrados.

Y en los últimos años va a más en su variante virtual. El ciberacoso, el que se realiza desde el teléfono móvil o el ordenador utilizando principalmente las redes sociales, es más fácil de realizar (basta sacar el 'smartphone' del bolsillo). También es más difícil de detectar por profesores o adultos y omnipresente: ocurre siete días por semana y no acaba cuando la víctima se va a casa. Sólo entre 2008 y 2012 se denunciaron en España 1.705 casos de ciberacoso.

Contra esto y en pos de la convivencia en general en los centros quiere luchar el Gobierno, que comenzó a hablar de su Plan estratégico en abril a raíz del asesinato en Barcelona de un maestro a causa del ataque de un alumno de 14 años. En fechas parecidas una joven se había quitado la vida en Madrid, supuestamente también tras haber sido acosada. Pero no fue hasta el miércoles, el mismo día que se conocía la carta de Diego, cuando se anunció que el plan llegaría por fin al Consejo de Ministros.

Diez patas para un plan

El proyecto, que incluye a varios ministerios, incluye 70 medidas, de las que Méndez de Vigo ha destacado diez. La iniciativa con más peso que plantea el Gobierno, según ha señalado el ministro, es la implantación del mencionado teléfono gratuito y activo todo el año para la asistencia a víctimas, familias o cualquiera que necesite información. Estará operativo a partir de junio. “Igual que existe uno contra la violencia de género, queremos crear lo mismo para evitar el acoso escolar”, afirmó el ministro. Méndez de Vigo admitió que se hace “por este caso [en relación al de Diego] y por otros. Queremos que los niños tengan a alguien en quien puedan confiar y evitar estos casos”, añadió.

El ciberacoso es otra de las preocupaciones del Gobierno, que pretende combatirlo mediante un convenio, ya firmado, con la Agencia Española de Protección de Datos para elaborar materiales divulgativos para “formar a los menores en el uso correcto de internet y las redes sociales”. Igualmente, se formará a los docentes en buenas prácticas, se realizará un congreso anual de convivencia y se realizará una guía para padres. También se creará un portal web de convivencia escolar para divulgar buenas prácticas.

Además, Educación recuerda que se va a crear un registro de delincuentes sexuales para evitar que cualquier persona con antecedentes en este ámbito pueda trabajar con menores o en su entorno (y que conlleva que todos los profesores, incluso estando en activo, tengan que acreditar no tenerlos). Por último se informará a la sociedad a través de diferentes acciones de difusión, campañas en los medios incluidas. El ministro ha llegado a destacar la creación de un sello sobre el asunto.

Los expertos coinciden en que hace falta el plan. Fernández sostiene que, de lo contrario, “de aquí a nada vamos a tener una generación de niños con secuelas psicológicas graves y otra de maltratadores (en el trabajo, con su familia)”. La presidenta de la Asociación Contra el Acoso Escolar, Encarna García, coincide, y explicó a Efe que el acoso escolar puede provocar que vaya a haber generaciones “tocadas” para el futuro. Otra cuestión es si este plan es el que hace falta.