El Gobierno deja a España fuera de un convenio internacional de protección medioambiental por ahorrarse 32.000 euros
Casi el 40% de todas las especies de mamíferos amenazados en España son murciélagos. De los 33 tipos de animales en estado vulnerable o en peligro, el listado del Ministerio de Medio Ambiente incluye 13 variedades de quirópteros. Es el grupo mayoritario junto a los cetáceos.
Sin embargo, a pesar de esto y de que algunas poblaciones han perdido hasta el 40% de sus ejemplares, el Gobierno español se olvida de ellos. Y es un asunto de dinero. El Ejecutivo ha sido incapaz de incorporar a España al Convenio Europeo de Conservación de los Murciélagos (Eurobats). Su secretario ejecutivo, Andreas Streit, ha confirmado a eldiario.es que “España ha preparado su adhesión al acuerdo desde hace años pero el proceso fue temporalmente detenido debido a la crisis económica”.
No se trata un compromiso muy gravoso: la incorporación costaría unos 32.000 euros al año, según los cálculos de Eurobats. 128.000 para la financiación prevista entre 2014 y 2018. Solo la presencia de colonias de murciélagos en zonas agrícolas devuelve unos 165 euros por hectárea cultivada al hacer innecesarios muchos litros de insecticida. Los murciélagos, simplemente, se comen los insectos.
Eurobats está ratificado por 36 estados europeos, desde Albania a Ucrania. En el listado, Reino Unido aporta 258.000 euros, Alemania 267.00, Francia 240.000 e Italia 195.000 euros. En Europa, solo Austria, Grecia, Bosnia-Herzegovina y Serbia (además de España) no pertenecen a este convenio.
El presidente de la Sociedad Española para el Estudio de los Murciélagos (Secemu), Juan Tomás Alcalde, considera que esta ausencia “es una vergüenza. El Gobierno lleva poniendo la excusa del presupuesto durante años, con y sin crisis”. El Ministerio de Medio Ambiente no ha contestado acerca de cuál sería la obligación presupuestaria o si prevé una futura adhesión al convenio. “Estos animales están incorporados al listado porque, aunque hay algunas especies muy comunes, muchas poblaciones han decaído en las últimas décadas” dice la Secemu que ha sido la encargada por el Ministerio de evaluar el estado de las colonias en España.
Alcalde explica que es paradójico que el país “con las poblaciones más valiosas se quede fuera del foro donde se crean los planes globales de conservación”. Esta sociedad participa en los análisis técnicos pero España “no tiene ni voz ni voto en las decisiones políticas”.
Carvernícolas y forestales, los más perjudicados
Los murciélagos padecen sobre todo la acción humana. Los que peor situación presentan son los que habitan en cuevas. De hecho, uno de los seis mamíferos oficialmente “en peligro de extinción” en España es uno de estos cavernícolas: el murciélago patudo (Myotis capaccinii).
Este quiróptero acompaña en esa zona de emergencia a los emblemáticos lince, oso, visón, foca monje, ballena vasca y desmán ibérico. Todos con mayor fama y popularidad. Del patudo puede que queden menos de 7.000 ejemplares (no pesan más de 15 gramos) con solo seis colonias donde se reproducen.
Las poblaciones española en general han caído. El conteo de 2013 de estas variedades ha concluido que “las colonias se mantienen o caen ligeramente pero a partir de los niveles de 2006 que constataron los descensos más acusados”, según el presidente de la sociedad española. Para estas variedades “la pérdida de refugios y las molestias humanas (...) son las principales causas de desaparición de colonias”, dice el profesor Jesús de Lucas en un análisis para el Ministerio.
La deforestación también se los está llevando por delante. En el análisis del Ministerio se asume que “la estrecha relación con los bosques caducifolios en Europa sugiere que su desaparición y alteración hayan promovido la extinción de muchas poblaciones” como el murciélago ratonero forestal. “Las masas forestales, sobre todo las más antiguas”, son las que ofrecen zonas de cría.
El murciélago hace que el arroz sea más limpio
Más allá de la biodiversidad que aportan (y la protección legal de la que disfrutan), estos animales ofrecen un alto valor económico. Los murciélagos ahorran miles de millones en insecticidas a los agricultores.
Son depredadores de insectos. Muchas de sus presas son plagas que arruinan cultivos de maíz o arroz. El último cálculo, aparecido en septiembre en la revista PNAS de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU, asegura que ese ahorro es, como mínimo, de 900 millones de euros solo en los cultivos de maíz en todo el mundo. “Como insectívoros nocturnos ocupan un nicho ecológico único y ofrece servicios valiosos a la humanidad”, explican los autores.
En un país de extensísimas planicies dedicadas a la agricultura como EE UU, ya en 2011, un estudio conjunto de las universidades de Boston, Tennessee y Pretoria (Suráfrica) estimó que los vuelos de caza que estos mamíferos hacen sobre los cultivos suponía una aportación media de 165,9 euros por cada hectárea: “3.370 millones de euros al año”.
En España, los murciélagos contribuyen a un arroz más limpio de químicos. La reintroducción del murciélago de Cabrera (P. pygmaeus) en el Delta del Ebro ha demostrado que ataca con fuerza la plaga del barrenador del arroz. Un estudio de Carles Flaquer, biólogo del Museo de Ciencias Naturales de Granollers, ha probado que cada ejemplar de pygmaeus puede depredar 132 de estas mariposas cada noche y por lo tanto “la población puede cazar 580.564 de estos insectos” en una jornada. Queda acreditado que los murciélagos representan un control natural de las plagas. Cuanto menos colonias, mejor para los insectos que estropean los cultivos y mayores cantidades de químicos para combatirlos. Los quirópteros se han revelado como un negocio rentable.