Gema Gallego, exvocal del Poder Judicial a propuesta del PP, conocida por su intento de avalar la teoría de la autoría de ETA en los atentados del 11M por el ácido bórico, ha sido propuesta por el Gobierno de Mariano Rajoy como representante española en el Grupo de Expertos en la lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica (Grevio) del Consejo de Europa.
El Gobierno lo ha hecho sin cumplir los requisitos mínimos de transparencia que solicita el artículo 66.4a del Convenio de Estambul. Los miembros “serán elegidos conforme a un procedimiento transparente de entre personalidades de alta moralidad conocidas por su competencia en materia de derechos humanos”.
Las ONG denuncian que se enteraron casualmente el día 14 y critican el “secretismo” del Gobierno, en un proceso “sin publicidad ni concurrencia”, apunta la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, entre otras organizaciones de mujeres y derechos humanos.
El Grevio es un organismo dependiente del Consejo de Europa que tiene previsto comenzar a funcionar el próximo mes de agosto para ejecutar los mandatos del Convenio de Estambul. Su composición fue regulada por una resolución de su Comité de Ministros del pasado 19 de noviembre en la que se pide a los países invitados, entre ellos España, que presentaran antes del 2 de marzo un listado de una a tres personas que destacaran por “las aptitudes, independencia, disponibilidad y conocimiento de los idiomas inglés y/o francés”.
El Grevio insiste en que los países manden varios candidatos con el objetivo de tener más diversidad y también para que la decisión final esté “compensada por género”. España solo propone uno. También pide el documento que la persona tenga una “demostrada experiencia” en el campo de la violencia contra la mujer. En este caso, Gallego ha sido vocal del Observatorio contra la Violencia del Consejo General del Poder Judicial y de otro organismo municipal de Madrid.
Otros países invitados a ese foro han actuado de diferente manera. Francia ha propuesto a una feminista con larga trayectoria en la prevención de la violencia de género y en la protección y servicios a las víctimas, Françoise Brié, que además contó con el respaldo del movimiento feminista, en todo momento informando del proceso público de candidaturas.
Gema Gallego no cuenta con tanta trayectoria en este campo, pero sí es conocida como una juez cercana al Gobierno del Partido Popular. Aunque su carrera comenzó en Badalona, su proyección pública la alcanzó estando al frente del Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid, donde instruyó el sumario conocido como caso del ácido bórico, una vertiente de la teoría de la conspiración alentada por el PP para vincular los atentados del 11M con ETA.
La jueza del ácido bórico
Llegó a sentar en el banquillo a la cúpula de la Policía Científica y a varios de sus agentes imputándoles un delito de falsedad documental por haber descartado en sus informes periciales especulaciones sobre esa vinculación con la banda terrorista relacionadas con la aparición de restos de ácido bórico en la casa de un islamista detenido en Canarias en 2004 y en un piso franco de ETA en Salamanca en 2000. La prensa de la teoría de la conspiración y los dirigentes del PP no tardaron en convertirla en su heroína.
La Audiencia Provincial de Madrid desmontó por completo la instrucción de la juez respecto al ácido bórico absolviendo a los policías, pero acto seguido Gema Gallego fue premiada en 2008 por el PP elevándola al rango de vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cargo que dejó en 2013 con la renovación del órgano. Actualmente acaba de obtener una plaza en la Audiencia Provincial de Madrid.
En el órgano de gobierno de los jueces, Gema Gallego fue considerada brazo ejecutor del PP y del Gobierno de Mariano Rajoy, tanto en encargos de relieve como en otros de perfil más bajo. Entre otras actuaciones, fue la vocal más activa contra el exmagistrado Baltasar Garzón, que la llegó a recusar por “manifiesta animadversión” durante la tramitación de su suspensión como juez previa a su expulsión de la carrera judicial. Otros jueces menos mediáticos que se han ocupado de casos de corrupción del PP también han sentido la presencia de la vocal Gallego cuando han tenido que responder ante el CGPJ por quejas con evidentes componentes políticos.