El Gobierno ha propuesto a las comunidades autónomas que restrinjan el uso del móvil tanto en colegios como en institutos, incluidos los recreos. Tras afirmar hace pocas semanas que “no se le pueden poner puertas al campo” en relación a esta misma cuestión, la ministra de Educación, Pilar Alegría, ha explicado hoy que ha acordado con los gobiernos autonómicos reunirse de nuevo en enero para acordar una regulación entre todas las partes, pero ha adelantado que el ministerio va a proponer que su uso esté prohibido en horario lectivo en Primaria –eso incluye los recreos– y solo se permita en Secundaria excepcionalmente.
La idea de Educación es que “en Educación Primaria no se utilice el móvil en horario lectivo y en Secundaria solo se utilice en clase presencial cuando así lo establezca el profesor porque su proyecto pedagógico lo requiera”, una situación esta que ha calificado de “excepcional”, según ha desgranado la ministra tras la conferencia sectorial de Educación, donde se ha abordado el tema.
“Desde el Ministerio llevamos tiempo trabajando con Save The Children o ANAR que nos han trasladado este debate (...). Hay una inquietud y una preocupación y el Gobierno quiere dar respuesta a esta preocupación”, ha defendido Alegría. Según la ministra, las comunidades han acogido la propuesta “muy positivamente” porque “la preocupación es general”. Varias comunidades (Castilla-La Mancha, Galicia, Madrid) ya tienen prohibido el uso de los móviles en los centros educativos.
La ministra ha explicado que por el momento solo es una propuesta y no tiene más detalles, pero se ha mostrado confiada en que alcanzarán un acuerdo con las comunidades autónomas. A partir de enero se empezará a trabajar en la norma y, preguntada si estaba planteando un Pacto de Estado con el móvil, ha contestado que “ojalá”.
Horas después, Alegría ha enfatizado que el objetivo es mejorar la formación de los jóvenes y que la prohibición del uso de móviles en horario lectivo no es incompatible con “mejorar la formación que reciben nuestros jóvenes en este aspecto” con el objetivo de que “nuestros jóvenes establezcan una relación saludable y un uso razonable de esos dispositivos”, según ha declarado a la Cadena SER.
La ministra ha defendido que “la educación no puede solventarlo todo, pero tiene que ser una parte importante de la solución” y se ha remitido a la pandemia, cuando “fuimos capaces de tomar decisiones coordinadas y fueron positivas”.
Este cambio de postura del Gobierno llega cuando la conversación del uso del móvil en los centros está en primera línea del debate educativo. La propia ministra había rechazado la prohibición dos semanas antes, y su número dos, José Manuel Bar Cendón, había ahondado en esta idea el pasado martes durante la rueda de prensa de presentación del informe PISA. “Debe haber un gran acuerdo social antes de que las cosas se nos vayan de las manos, pero la idea no es detenernos en el pasado sino administrar bien el futuro”, reflexionaba hace ocho días el número dos de Educación. “España está casi al inicio de un debate de calado tecnológico, educativo y social” y el ministerio no está a favor “de retardar la entrada de las nuevas tecnologías en las aulas” y sí de implementar políticas para un uso adecuado y moderado con la finalidad de aprendizaje en la escuela“.
En esa misma comparecencia, el analista de la OCDE y uno de los autores de PISA Daniel Salinas explicó que según su prueba existe una “relación positiva” entre un uso moderado del móvil en clase y unos mejores resultados.