Una epidemia de gripe aviar muy infecciosa se ha acelerado en Europa. Desde el verano pasado se ha detectado “un incremento notable del virus”, explica el Ministerio de Agricultura. España, por su situación geográfica y su gran cantidad de humedales, es especialmente vulnerable. Solo en enero se han confirmado cinco brotes en la península ibérica. El miedo es que la enfermedad salte a las granjas avícolas del país.
La laguna de El Oso (Ávila). 16 de enero de 2022. Una cámara de la organización Directo Natura enseña un águila imperial que se mueve de manera errática y antinatural por el terreno. Sospechan que se ha infectado de gripe aviar al comer un ganso muerto con el virus, aunque, con el pasar de los días, parece recuperada. Este espacio está catalogado como Zona Húmeda de Interés Especial. Un día después, pudo verse la evolución de una garza real desde que se queda parada sobre el agua, se agita y termina muerta y semihundida. Agricultura fecha oficialmente el brote el 14 de enero de 2022. El segundo del año.
“Vimos unos ánsares que estaban muriendo a finales de diciembre de 2021 y pensamos que, igual, estaban envenenados. Luego se confirmó que era gripe aviar”, relata Alfonso Garcia Ávila, biólogo y uno de los miembros de la ONG. “Ahora han muerto muchos más. Nosotros hemos contabilizado más de 20, pero en esta laguna solía haber entre 500 y 800 cada invierno y hoy no hay más de cien”.
“Aunque es un fenómeno que suele repetirse en Europa y España, en este caso ha sido impresionante poder ver lo que ocurre cuando hay un brote como ha ocurrido en El Oso”, explica Roberto González, de la Sociedad Española de Ornitología (SEO-Birdlife).
González relata que “este virus está en la naturaleza, pero hay que estar alerta y vigilar, ya que siempre hay un elemento de azar. Imagina que salta un brote en un humedal donde estuviera ahora concentrada una alta población como, por ejemplo, los millares de grullas que invernan en Gallocanta”.
El responsable del programa de aguas de la sociedad cuenta que esta enfermedad “afecta sobre todo a las aves acuáticas como patos o gansos, pero si en un humedal entra el virus y aparecen ejemplares de estas especies muertos, eso es comida para otras especies”. García Ávila dice que han visto, “una fiesta de las rapaces que se acercaban a comer los gansos muertos: buitres, ratoneros, aguiluchos, imperiales...”. Ahora los técnicos de la Junta de Castilla y León retiran los cadáveres.
El virus de la gripe aviar de alta patogenicidad, en sus diferentes variantes, parece que se ha ido desplazando de este a oeste. En la temporada 2020-2021 se detectaron más de 2.400 focos en aves silvestres. Más de la mitad fueron en Alemania. También se confirmaron otros 1.200 brotes en explotaciones: 490 en Francia, 350 en Polonia y 235 en Alemania.
Aceleración
Y la epidemia se ha acelerado. Del julio pasado hasta el 19 de enero de 2022 se han comunicado otros 1.250 focos de gripe aviar en variedades silvestres más otros 780 en especies de corral. Una treintena de estados europeos han reportado brotes de la enfermedad que, finalmente, ha aterrizado en España con cinco brotes, todos ellos concentrados oficialmente este enero. Incluido uno en una granja de pavos.
Todos los focos españoles son de la variante H5N1. El primero, el 4 de enero, se confirmó en la localidad leridana de Soses. Afectó a cisnes y una cigüeña. Luego vino el brote de El Oso. El 17 de enero se declaró un tercer foco en la Laguna de la Nava de Fuentes (Palencia). El 20 de enero aparecieron muertos cinco gansos en la Laguna El Bohondón (Ávila), a pocos kilómetros del foco de El Oso. “Debe haber conexión entre estas dos”, aventura Roberto González.
Porque las especies que suelen padecer más esta gripe son acuáticas y migratorias. “En España ahora mismo hay cerca de dos millones de aves que han llegado a pasar el invierno”, calcula este miembro de la SEO. En estos meses se vive el clímax invernante. España ocupa un lugar clave en las rutas migratorias de invierno desde el centro y el norte de Europa. Un brote en esas latitudes puede viajar a los humedales ibéricos.
Ante el peligro que conlleva la influenza aviar, no han parado de incrementarse las áreas en riesgo y vigilancia decretadas por el Gobierno. La última actualización, de 2021, añadió 14 humedales, lagos o riberas a los 41 espacios naturales ya en aviso. Casi un tercio más de golpe. España es el tercer país del mundo con más humedales declarados de importancia internacional. Estos ecosistemas son auténticas estaciones de servicio para las aves en sus migraciones o representan sus refugios de invierno o verano.
Las zonas de especial riesgo son aquellas que presentan una densidad media elevada de aves migratorias en los humedales, las que tienen un número alto de explotaciones de aves de corral próximas a áreas donde se reúnen las especies migratorias acuáticas y donde sea difícil evitar el contacto entre variedades cautivas y silvestres, según la normativa del Ministerio de Agricultura.
De hecho, el brote en aves domésticas localizado el 18 de enero en una granja de engorde pavos en Fuenterrebollo (Segovia) estaba dentro de una zona de especial vigilancia. Allí se concentraban más de 18.000 pavos de 10 semanas de edad, según ha informado Agricultura, que insiste en que deben reforzarse las medidas “para evitar el contacto con aves silvestres” en las granjas.
“Protocolo desde hace meses”
Con todo, en el Ministerio afirman que “el protocolo [de control] se está aplicando desde hace meses”. El ministro Luis Planas ha dicho que “estamos hablando de aves silvestres que se desplazan; que son migratorias y, por lo tanto, el riesgo está ahí. De momento, afortunadamente, solo ha habido un foco en una explotación avícola, pero, a pesar de ello, debemos mantener toda la tensión y vigilancia en coordinación con las comunidades autónomas y la Comisión Europea”.
¿Por qué el temor? “Al final, es casi imposible evitar el contacto entre el mundo salvaje y el doméstico”, relata Roberto González. “En los mismos estanques de las ciudades hay variedades silvestres y no silvestres que pueden contagiarse”. Y luego están las explotaciones avícolas, que son el miedo que reflejan las palabras del ministro Planas.
“Cuando entra el virus en una granja, la situación es peor porque esos animales tienen el sistema inmunológico menos desarrollado al ser variedades concebidas para la producción masiva y, además, tienen condiciones de vida concentrada. Eso las hace más susceptibles de contraer nuevas enfermedades”, aclara el técnico de la SEO.
De momento, Francia ha optado ya por aplicar medidas de confinamiento en las explotaciones de aves de su territorio, detallan en el Ministerio de Agricultura. Catalunya también ha prohibido la cría de aves de corral al aire libre. “Creemos que debe limitarse el crecimiento de grandes granjas porque constituyen el terreno abonado para la aparición de nuevas variantes del virus más patogénicas”, piden desde la SEO.