Jartum, 17 jul (EFE).- Cientos de personas afines a grupos religiosos musulmanes de Sudán salieron hoy a las calles de la capital para protestar por la eliminación por parte del Gobierno sudanés de una serie de artículos de carácter islamista de sus leyes, como la descriminalización de la apostasía o permitir el consumo de alcohol a aquellos que no profesen el islam.
Con cánticos como “No se puede enmendar la Ley de Dios”, “Ni alcohol ni prostitución y castigo para el apóstata” y “El Corán es la Constitución de la nación”, centenares de manifestantes afines a grupos islamistas, que convocaron las marchas, salieron hoy a las calles de Jartum y las vecinas Um Durman y Jartum Norte.
“Anular los artículos (de el Código Penal) sobre la apostasía y permitir que los no musulmanes beban alcohol se considera una clara violación de la ley islámica”, dijo a Efe uno de los organizadores de las manifestaciones en Jartum, Hussein Abdelqader.
Asimismo, aseguró que la “resistencia” continuará hasta que “el Gobierno caiga por implementar una agenda maliciosa que contradice las creencias de la mayoría de los sudaneses”.
Durante las protestas, los manifestantes levantaron pancartas con la fotografía del ministro de Justicia, Nasredeen Albdulbari, mientras cantában al unísono “Caerá el destructor de la religión”, en referencia al titular sudanés, que la semana pasada anunció que el Gobierno tomaría una serie de pasos para acabar con décadas de leyes islamistas en el país.
Uno de los manifestantes, Amin Abdelaziz, dijo a Efe que “el Gobierno quiere abolir leyes que duraron más de 40 años, desde la era del difunto presidente Yafar al Nimeiri y que no fueron tocadas Omar al Bashir”, el presidente islamista derrocado en abril de 2019 tras 30 años en el poder.
Las manifestaciones transcurrieron sin incidentes y las autoridades sudanesas cerraron los puentes que unen a las tres ciudades horas antes de que empezaran las marchas.
El Gobierno de Sudán anunció el pasado día 11 la despenalización de la apostasía, que era considerada un delito que podía conllevar la pena de muerte, y elevó la edad de responsabilidad penal a los 18 años, ya que antes se podía procesar a menores de hasta 15 años que hubiesen llegado a la “pubertad”.
Así, bajo la Ley de Enmiendas Misceláneas, que permite realizar cambios en algunas legislaciones relacionadas con las libertades y los derechos humanos, también se ha criminalizado la mutilación genital femenina, se permite el consumo de alcohol para los no musulmanes y se elimina la pena de muerte para los homosexuales.
La mayoría de la población de Sudán es musulmana, aunque existe también una minoría significativa de cristianos, muchos de ellos originarios de Etiopía o del vecino Sudán del Sur, país que obtuvo su independencia hace apenas 9 años.
El país africano se encuentra inmerso en un proceso de transición democrática desde la deposición en abril de Al Bashir y el posterior pacto entre los militares que le derrocaron y la oposición civil.