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Hablar e invertir más para detectar antes: las claves de una estrategia “transversal” ante la salud mental

Ignacio Escolar entrevista a la ministra de Ciencia Diana Morant en la primera jornada de elDiario.es sobre salud mental.

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Más inversión en prevención y detección temprana, más formación de los profesionales y avanzar hacia una mirada colectiva que promueva los hábitos saludables. Y, todo ello, sin perder de vista los efectos que pueden tener las redes sociales y la importancia de mantener vivo el debate público para derribar los estereotipos y el estigma que aún persiste en torno a los trastornos mentales que sufre casi un tercio de la población española, según datos del Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2020-2021

Son algunas de las conclusiones de la jornada Hablemos de salud y bienestar mental organizada por elDiario.es que se celebró este jueves en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. La cita contó, entre otros, con la presencia de los ministros de Sanidad en funciones, José Miñones, y la ministra de Ciencia e Innovación en funciones, Diana Morant. También participaron expertas y expertos en la materia, profesionales del sector y líderes de opinión destacados en el campo de la salud mental. 

La titular de Ciencia inauguró la jornada en un diálogo con Ignacio Escolar, director de elDiario.es. Durante esa conversación, Morant destacó la investigación en salud mental como uno de los focos prioritarios y defendió la necesidad de “ampliar la cultura” en este ámbito y de normalizar la visita al psicólogo, de la misma forma que sucedió con la visita al dentista en las anteriores generaciones. La ministra puso el acento en la necesidad de comprender mejor los efectos que tienen las tecnologías y, en particular, las redes sociales en la salud mental de los jóvenes, al tiempo que recordó la importancia de las políticas sociales para contribuir a este bienestar mental. “Las condiciones sociopolíticas de una familia pueden ser fundamentales (...). El refuerzo en la política de becas es también una política de prevención de problemas de salud mental”, afirmó. 

En el cierre, el responsable de la cartera de Sanidad afirmó que priorizar la salud mental es cuestión de voluntad política. José Miñones reivindicó que España es “un país pionero” en poner en la agenda estos asuntos, que requieren un “abordaje integral”. En este sentido, insistió en el compromiso del Gobierno de “seguir implementando las acciones en salud mental a través de un nuevo plan” y defendió el impulso para que sea una “política prioritaria” en la Unión Europea. 

Derribar los prejuicios y tabúes

Entre tanto, la primera de las mesas versó sobre la importancia de hablar de la salud mental “sin prejuicios ni tabúes”. Los expertos coincidieron en que durante demasiado tiempo las enfermedades mentales han sido tratadas como un tema tabú, algo que se quedaba en el ámbito privado. Y situaron la pandemia como un punto de inflexión con una importante “repercusión” sobre la salud mental de la población —como consecuencia del confinamiento o la incertidumbre—, pero que también contribuyó a situar este tipo de dolencias en el debate público. 

“Hay una mayor preocupación y mayor visibilidad”, celebró Enrique Baca, jefe de Servicio de Psiquiatría y Psicología Clínica del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, si bien afirmó que problemas más graves como la esquizofrenia o el trastorno bipolar “siguen generando rechazo” vinculado a una potencial “peligrosidad” que no se justifica con la evidencia científica. De hecho, Baca afirmó que las personas con estas dolencias tienen un mayor riesgo de convertirse en víctimas de abusos u otro tipo de delitos e insistió en la importancia de “educar y concienciar sin alarmar”.  

Precisamente tras la pandemia, en mayo de 2022, se puso en marcha el 024, un teléfono gratuito contra la conducta suicida. Su coordinadora, Fátima Cabello, subdirectora de Salud de Cruz Roja Española, puso en valor la importancia de este instrumento de “escucha activa” donde “hablar del suicido sin tapujos” y que ha recibido más de 173.000 llamadas desde que empezó a funcionar. Esta experta reclamó también “no perder de vista el enfoque comunitario” sobre la sensibilización en materia de salud mental. 

Dolors López, autora de Te nombro, un libro en el que relata el proceso de duelo y de supervivencia tras el suicidio de su hija hace una década, celebró la existencia de un recurso que tiene “la misma consideración” que el 016 [que atiende a las víctimas de la violencia machista]. Pero reclamó una actuación “transversal”, con recursos en atención primaria, donde los profesionales tengan “tiempo para atender a los pacientes, formación y protocolos”; y también en el ámbito educativo. “Hablar adecuadamente del suicido salva vidas”, aseveró. 

Por su parte, Marta Villanueva, directora general Fundación IDIS, aludió también a la importancia de que todo el ámbito vinculado a salud mental sea “completamente transversal” e hizo hincapié en la necesidad de avanzar en la colaboración público-privada en esta materia con el objetivo de dar una mayor cobertura a la población e incrementar la accesibilidad y la equidad. A este respecto, hizo alusión a la interoperabilidad de la historia clínica, algo que, dijo, permite tanto “el entorno tecnológico”, como la Unión Europea. 

La salud mental de los jóvenes

La segunda de las mesas trató sobre la preocupación por la salud mental de los más jóvenes y las estrategias para mejorar el bienestar de niños y adolescentes. Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña, recordó que según un uniforme hecho por esta organización en el último año un 59,3% de jóvenes manifestó haber tenido algún problema de salud mental en el último año mientras que, en 2017, cuando se hizo el primer barómetro, el porcentaje era del 28,4%.

Parte del debate estuvo centrado en cómo detectar las señales de alarma, con atención especial a los síntomas que persisten en el tiempo. Mara Parellada, presidenta de la Comisión Nacional de la Especialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, afirmó que la “disfuncionalidad” es un signo de alarma muy importante. Y citó elementos como el descuido de las dinámicas de aseo personal o la baja en el rendimiento académico. No obstante, insistió en que las intervenciones tempranas son fundamentales, incluso desde las escuelas infantiles. 

A este respecto, Santiago Pérez Hernández, director de la Unidad de Psicología del Hospital HLA Montpellier y psicólogo en el Hospital HLA Moncloa, afirmó que la mayoría de las patologías de los adultos empiezan en la infancia e incidió en la importancia de que la actuación desde el hogar —con la formación a las personas de referencia de los menores, especialmente los progenitores—. Asimismo, insistió en que ante la existencia de signos de alarma “hay que derivar a los especialistas para que se haga evaluación exhaustiva siguiendo los protocolos específicos de actuación”. 

“Hay que actuar cuanto antes, no esperar”, añadió Gabriela Paoli, psicóloga y experta en adicciones tecnológicas y redes sociales, que puso el acento sobre los riesgos de la “precoz iniciación digital”. “Con los smartphones los niños dejan de jugar, de leer, les lleva al sedentarismo”, dijo esta experta, que recomendó “control y supervisión” por parte de los adultos. 

Bienestar físico y mental

Precisamente la incidencia de las redes sociales sobre el autoestima, especialmente de los jóvenes, fue una de las cuestiones abordadas en la tercera mesa de debate, centrada en la importancia de cuidar el bienestar físico y mental y las estrategias para llevar una vida más saludable. Sara Mayero, jefa de servicio del Área de Psiquiatría del Hospital HLA Universitario Moncloa, afirmó que hay una “relación directa” entre el consumo de pantallas y trastornos de la conducta alimentaria (TCA). “Los adolescentes reciben la exigencia de un aspecto físico y un estilo de vida determinado que no es real y que posiblemente ni siquiera es seguido por la persona que lo promueve”, afirmó.  

Cristina Andrades, psicóloga sanitaria especialista en alteraciones alimentarias, añadió que la “prevención” es clave ante TCA como la anorexia, la bulimia o los trastornos por atracón. Y llamó a centrarse no sólo en la alimentación adecuada, sino “enseñar a no vivir en la rigidez de los hábitos saludables”. “Es importante encontrar un equilibrio y hablar de salud más allá del peso”, aseveró. En todo caso, las expertas sí hicieron hincapié en la importancia de abordar de forma transversal cuestiones como el bienestar emocional, la actividad física, las horas de sueño y la alimentación. 

En relación a la alimentación, Cristina Ribes, directora ejecutiva global de la Gasol Foundation, dirigida a prevenir la obesidad infantil, afirmó que la gran mayoría de niños y niñas de 8 a 16 años está expuesta a publicidad de alimentos y bebidas no saludables y afirmó que dicha exposición se relaciona con un consumo más frecuente. En este punto, aludió a la importancia de “delimitar el marketing” de comida basura y ultraprocesada que reciben los menores. “Proteger los derechos de la infancia incluye favorecer una alimentación saludable y, para conseguirla, una de las medidas clave es la regulación de la publicidad dirigida a niñas y niños”, añadió esta experta. 

Salud mental en el trabajo

Por último, la jornada abordó el desafío de cuidar la salud mental en el trabajo en un contexto en el que las incapacidades temporales por motivos de salud mental se han duplicado desde 2016 y han ganado peso sobre el total. A este respecto, Carmen Mancheño, adjunta a la Secretaría de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de CCOO, aportó datos que evidencian la vinculación entre el estrés laboral y la salud mental. Así, recordó que un reciente dictamen del Comité Económico y Social Europeo recoge que la combinación alta carga de trabajo y poca capacidad de control elevan un 77% el riesgo de tener depresión, una situación en la que también incide la precariedad. 

Por otro lado, Mancheño lamentó que las políticas de prevención —y especialmente en relación a los riesgos psicosociales— hayan perdido valor en las empresas y recordó que los empleadores tienen la obligación de proteger a sus empleados de todos los riesgos laborales, incluidos los que pueden dañar a su salud mental. A este respecto, Javier Blasco, director de The Adecco Group Institute, recordó que el 90% de las empresas tienen menos de 10 trabajadores, lo que explica la externalización de los sistemas de prevención a compañías especializadas. Y ha recordado que en España sólo hay 2.500 médicos especializados en medicina del trabajo. 

En el debate salieron a colación conceptos como la digitalización o teletrabajo. Sobre esta última cuestión, Carlos Arranz, director del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), afirmó que las nuevas tecnologías son una “gran oportunidad” para mejorar seguridad y salud en el trabajo, aunque aludió a la importancia de regular el derecho a la la desconexión digital. También insistió en la importancia de introducir perspectiva de género en el ámbito de salud en el trabajo. 

Vuelve a ver el encuentro ‘Hablemos de salud y bienestar mental’

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