Al menos 9.600 hectáreas de cultivos de regadío ilegal cercan el Mar Menor. Esas hectáreas funcionan sin autorización para utilizar el agua para sus productos. La Confederación Hidrográfica del Segura ha hecho una primera cuantificación de la extensión del regadío irregular en el Campo de Cartagena cuyos restos de fertilizantes constituyen uno de los principales focos de degradación de la laguna.
Los trabajos de teledetección han sido presentados en la reunión que han mantenido este jueves el Ministerio de Transición Ecológica y el Gobierno de la Región de Murcia para abordar la crisis del Mar Menor acuciada a mediados de octubre con la muerte masiva de peces y crustáceos por asfixia.
La agricultura de regadío intensivo constituye una fuerte presión para el humedal ahora en colapso ambiental. Los desechos de fertilizantes a base de nitrógeno terminan en las aguas del Mar Menor. La alta concentración de nitratos favorece la proliferación de algas y plantas superficiales que impiden la regeneración del fondo marino, base de los ecosistemas.
Estas 9.600 hectáreas sin permiso aumentan el daño al Mar Menor que incluso la explosión de la agricultura con permiso ya causa. La superficie dedicada al regadío se dobló en el Campo de Cartagena entre 2010 y 2014. El uso de fertilizantes en la Región de Murcia creció un 30% en la última década.
Tras la reunión entre administraciones, ambas partes han consensuado una hoja de ruta en la que reconocen la situación de emergencia que vive la laguna litoral. Entre las medidas a corto plazo se planea acelerar un plan para reducir el agua con nitratos que llega al mar por la rambla del Albujón.
Sin embargo, la cuestión del regadío cuyas aguas filtran al acuífero subterráneo y, de ahí, al humedal requiere la inspección y sanción por parte del Gobierno regional de las explotaciones agrícolas. La ley autonómica de 2018 que recogía medidas para el sostenimiento del Mar Menor ya preveía que las hectáreas de regadío sin permiso deberían ser detectadas y, luego, restituidas al modelo de secano o revertidas al estado natural.