Cinco hombres matan a sus parejas o exparejas y al hijo de una de ellas en una semana

La violencia machista se ha cobrado esta semana seis vidas, las de cinco mujeres y el hijo de una de ellas. Una semana negra que, si se confirma el último asesinato conocido este domingo en Zaragoza, eleva el balance de víctimas mortales del machismo a 14 en lo que va de año y 1.092 desde 2003, cuando comenzó a haber registros de este tipo de datos.

La semana comenzaba con dos mujeres asesinadas en Corbera de Llobregat (Barcelona) y Creixell (Tarragona) a manos de sus parejas. Les seguía un doble crimen en Sa Pobla (Mallorca), donde un hombre asesinó a una mujer embarazada de 28 años y a su hijo de siete. La madrugada del jueves llegaba el quinto asesinato, esta vez a una mujer de 48 años en la localidad asturiana de Pola de Laviana, donde un hijo de la pareja comunicó el crimen y el hombre se entregó poco después. El último caso, a la espera de confirmación oficial aunque ya reconocido por el Gobierno de Aragón, ha sucedido esta madrugada en Zaragoza, donde una mujer de 35 años ha aparecido muerta después de que su pareja, que tenía una orden de alejamiento, se precipitara por una ventana.

Además, este sábado se halló el cuerpo sin vida de otra mujer desaparecida hace dos días en Montejos del Camino (León). La mujer, de 35 años, se estaba separando de su pareja, sobre quien recaía una orden de alejamiento tras haber sido denunciado por violencia de género.

Este repunte de crímenes machistas en los últimos días podría estar relacionado con “la finalización del estado de alarma y la percepción de que la pandemia termina”. Así lo analiza el médico forense y ex delegado del Gobierno contra la Violencia de Género Miguel Lorente: “Lo que ha ocurrido hasta ahora es lo contrario, en 2020 tuvimos la cifra más baja de asesinatos machistas porque la limitación de la movilidad, las restricciones y la dificultad para salir de las relaciones de violencia, tanto por las circunstancias sociales como por las económicas, hicieron que los agresores ya vieran cumplido su objetivo: el control de la víctima”. Ciertamente, la estadística del Consejo General del Poder Judicial confirma que la pandemia hizo caer las denuncias por violencia machista un 10% en 2020, aunque no consideran que este descenso pueda traducirse en una caída real de la violencia sino, por el contrario, se trata de una evidencia del impacto que ha tenido la crisis sanitaria para las víctimas a la hora de denunciar a sus agresores.

Cuando el estado de alarma finalizó el verano pasado, también hubo una concentración de ocho casos en el mes de agosto, que al iniciar la segunda ola se redujo de nuevo, recuerda Miguel Lorente. “El ritmo de la pandemia influye y ahora que estamos en un momento de optimismo incluso económico, hace que muchas mujeres se planteen salir de las relaciones, que es el momento de mayor riesgo de asesinato, cuando el agresor siente que pierde el control. Así que el riesgo de casos que acaben en asesinato o agresiones grave va a aumentar”, valora el ex delegado del Gobierno.

Igualdad revisará los protocolos

Ante la alarmante situación en materia de violencia de género vivida esta semana, el Ministerio de Igualdad decidió convocar una reunión de urgencia el pasado jueves que concluyó con un acuerdo para revisar los planes vigentes e impulsar un plan de evaluación de los protocolos y herramientas disponibles en España para proteger a las víctimas. La ministra Irene Montero reconoció que “pese a todas las herramientas desplegadas por nuestro país no hemos llegado a tiempo para estas mujeres que han sido asesinadas”.

Ya la semana pasada, la ministra había avanzado en la necesidad de revisar los protocolos, según deslizó en una rueda de prensa el viernes junto a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. Entonces hacía escasos días que un hombre con orden de protección mató a su exmujer en Sagunto (Valencia) días después de que ella hubiera pedido ayuda al servicio local de la mujer, dependiente del ayuntamiento, por sentirse amenazada, según informó EFE.